NOCHE DE BOLEROS


NOCHE DE BOLEROS

Un evento informal de solidaridad para divertirse y ayudar al mismo tiempo, para nuestros amigos y colaboradores del Sur de Cali.
Fecha: Viernes, Nov. 18 
Hora: 6.30 p.m.
Lugar: CAFE VALPARAISO SUR, 
Pance, Av. La Maria


Donación a favor de nuestros programas sociales: $70.000 por persona o $130.000 precio especial por matrimonio
(incluye cena y una copa de vino)
Informes y boletas: 
320 6196633 y 320 6871229

SOLIDARIDAD


CENA DE SOLIDARIDAD

Como fueron tan gratos los recuerdos de nuestra primera Cena de Solidaridad del año pasado, estamos organizando la Segunda CENA DE SOLIDARIDAD para el jueves 24 de noviembre, a las 7.00 p.m., en el restaurante La Mansión, en el barrio Centenario. 
Invitamos a nuestros amigos y colaboradores a unirse a esta iniciativa y pasar una velada amena de solidaridad y de amistad.

Informes y boletas: 
320 6196633
320 6871229

FAMILIA

FAMILIAS QUE AYUDAN A OTRAS FAMILIAS
por Marta Cecilia Vergara 

A veces convertimos en problema una situación provocada por las cosas más comunes, por no comprender que somos diferentes, por no intentar entender a los hijos en sus diferentes etapas de crecimiento, por querer dominarlos en lugar de ayudarlos a crecer, y muchas situaciones más, siempre pensando hacer lo mejor, pero algunas veces estamos equivocados.
Tener la oportunidad de discutir en pareja y con otros matrimonios, estas situaciones comunes pero expuestas en casos ajenos y resolverlos con la ayuda de un moderador experto en el tema, finalmente contribuye a un enriquecimiento en la vida familiar.

La Corporación para la Formación de la Mujer  apoya y promueve los programas de FAMOF, una fundación presente en seis ciudades del país, donde voluntarios dispuestos a trabajar y aprender sobre la familia se forman como moderadores de casos y promueven la amistad como medio de aprendizaje para la educación de los hijos.
FAMOF (Familias que ayudan a otras Familias) fue creada hace ocho años en Colombia para desarrollar programas de la IFFD (Federación Internacional para el Desarrollo de la Familia). Estos programas se llevan a cabo en 60 países.


El método del caso ha sido una herramienta muy bien aprovechada por la IFFD en sus programas de Enriquecimiento Familiar, donde matrimonios discutiendo casos ajenos a ellos, descubren, con la ayuda de todos los participantes, alternativas de solución a situaciones difíciles que suelen presentarse en el matrimonio, en la educación de los hijos y el general en la vida de familia.
Más información en nuestra página:
http://famof.org/index.php?option=com_content&view=article&id=112&Itemid=327


SALUD Y BIOÉTICA

DE LO RELATIVO AL RELATIVISMO
por Sonia  A. Muñoz F. MD

En ética hacemos una diferencia clara y sencilla entre estos dos términos, que gramaticalmente suenan parecido; pero que son realmente opuestos.
Lo relativo es objetivo y se refiere a las relaciones temporo-espaciales que se tejen entre los objetos, los hechos y las personas, en el marco de la realidad.
El relativismo es subjetivo, no se basa en relaciones o hechos reales, niega la verdad y la realidad a capricho de quien la vive, abre la puerta del “todo vale”, niega la ética.

Un ejemplo puede ser: La autoridad es una norma de vida, para aprender a obedecer, respetar, ser humilde, formarnos, etc. En la vida real, la autoridad se emana de padres a hijos, de jefes a empleados, de mandatarios a gobernados y estas relaciones son relativas al cargo que ocupo. En mi caso, yo soy hija de mis padres y madre de mis hijos.

En el relativismo moral, se proclama “haz lo que te guste”, “vive y deja vivir”, “la única norma eres tú”, “se tú mismo”. En este caso yo obedezco a quien considero autoridad para mí, o sea a mí mismo. “El relativismo nos propone una conducta a la carta, que cada uno haga lo que le venga en gana”.
“La ética puede ser relativa en lo accidental, pero no debe serlo en lo esencial”.

Podemos tener diferencias de opinión, nos pueden gustar unos colores más que otros, unas profesiones más que otras, etc. Esto significa que somos diferentes y nuestras escogencias son relativas. 
Pero sabemos que actuar bien es opuesto a actuar mal. No da lo mismo. En el bien nos reafirmamos como personas, y en el mal nos hacemos daño a nosotros mismos y a los demás. Relativismo sería decir hoy quiero portarme bien y mañana mal. Relativo es decir no importa lo que yo quiero, lo que importa es ¿cómo debo comportarme?

MODA

¿FALDA o PANTALÓN?
por Eva María de Trujillo


¡Qué bueno que las jóvenes estén redescubriendo el encanto de la falda y la feminidad del vestido! 
En nuestro mundo occidental, toda una generación de mujeres prácticamente se levantó en jeans; y la generación anterior, la que ahora ronda los setenta, se ha acostumbrado tanto a usar pantalones que ya no se los quita. 
Recordemos que durante muchos siglos las faldas largas engalanaban a las mujeres y que para las nacidas antes y durante la Primera Guerra Mundial, los pantalones jamás fueron una alternativa: sólo contra su voluntad se los hubieran puesto. En Europa, las mujeres apenas empezaron a usar pantalón en la guerra y posguerra, cuando los hombres en edad productiva se habían ido al frente o habían muerto y por eso muchas mujeres se vieron forzadas a realizar trabajos masculinos pesados y a la intemperie. Se veían horrorosas en los overoles de sus maridos y los usaban solamente por esa necesidad. 
Cuando en Occidente se intensificaban los movimientos feminista que luchaban por derechos de voto e igualdad de oportunidades laborales, la imagen de una mujer usando pantalones simbolizaba el feminismo radical; se interpretaba como una mujer rebelde y marimacha. 
Poco a poco, el pantalón femenino se fue refinando, mejorando corte y estilo, e incorporando al guardarropa normal de cualquier mujer moderna que se desenvuelve con autonomía en el mundo de los hombres. Esa evolución culminó con el famoso esmoquin femenino de Ives Saint Laurent, una prenda de alta costura que llegó incluso a ser alternativa para vestir de noche.

Hoy en día, ninguna prescindimos del pantalón por muchas razones prácticas, pero si vamos a ser sinceras, debemos confesar que sí hemos estado abusando de él. La excesiva utilización de pantalones y vaqueros nos ha robado feminidad y restado elegancia.

¡Que viva el vestido! ¡Que viva la falda! ¡Recuperémosla y celebrémosla! Es una prenda maravillosa para una buena puesta en escena y para dar equilibrio y movimiento la silueta. Siempre aporta elegancia su corte recto y alargado, y cuando es acampanada, plisada, larga o en mil variaciones, siempre aporta vuelos y efectos que añaden gracia a los movimientos. En ningún guardarropa femenino puede faltar la falda para vestir de tarde, de noche y para las ocasiones de gala. Es imprescindible. 
La única manera de convertir a la falda en un error, es usándola demasiado apretada o cortándola mini.