DOCTRINA Y VIDA

Navidad, fiesta de todos
Por Concepción Campá

Hay un himno de las primeras Vísperas de Navidad que dice:
“Ya no habrá más guerra
entre el cielo y el suelo:
Dios está en la tierra,
ya la tierra en el cielo.
El cielo ya no está solo,
la tierra ya no está a oscuras.
Hermanos, cantad conmigo:
¡Gloria a Dios en las alturas!
Más no nace solamente en Belén:
nace donde hay un ardiente corazón;
nace en mí,
nace en cualquiera,
si hay amor: nace donde hay verdadera comprensión,
“¡GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS!”  
(Lucas 2, 14).
 
Se acerca la Navidad, que es tiempo de paz y alegría, esperanza y luz, amor y entrega; humildad y grandeza; silencio y canciones; de oración junto al Pesebre, de caricias a un niño pobre, de paciencia con el que te molesta.

Acompañamos a Jesús en la cuna, a María que lo arrulla, a José que nos permite acercarnos para contemplarlo y susurrarle  cuánto le queremos y cuánto deseamos que nazca de nuevo en nuestros corazones…

MODA

"Lo envolvió en pañales"
por  Eva Maria de Trujillo

Como esta columna trata lo relacionado con el vestir, sugiero que centremos la atención en un detalle que el evangelista Lucas refiere con sencillez al narrar los sucesos de aquella primera Nochebuena en Belén:  “…lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre….”
Pienso que esos pañales simbolizan el estado de total indefensión del ser humano recién nacido, cuya existencia, desde su concepción, está ligada a su madre y cuya supervivencia depende de la alimentación y los cuidados de ésta, siendo que en muchos casos - como en el de María - ella misma no pasa de ser una adolescente inexperta asombrada ante el milagro de la vida.
A ella le confía Dios su frágil vida al llegar al mundo. La había escogido y preparado para su misión, y María coopera libremente con un decidido “Sí” que permite que en la historia de la humanidad se dé un vuelco.
Guardadas las proporciones, esto vale para nosotras, pues del “Sí” de una mujer ante las decisiones grandes y pequeñas dependen familias y generaciones futuras. De su “Sí” depende el bienestar físico, afectivo y espiritual, en fin, la felicidad  de muchísimas personas.
Dios le confía de un modo especial al ser humano, y en eso consiste la dignidad de la mujer, explicaba el Papa Juan Pablo II.
Dios le confía a ese pequeño en pañales, pero también al anciano, al débil, al enfermo, al diferente, al necesitado. Le confía a la familia y algo tan decisivo como formar la conciencia de los pequeños y moldear los sentimientos de los no tan pequeños.
Todos necesitan su ternura, que no es virtud de débiles, sino una virtud  “revolucionaria” de  “fuertes, que no necesitan maltratar a otros para sentirse importantes”, como comenta el Papa Francisco en estos días.
Comenzaremos el nuevo año celebrando a María, Madre de Dios, la mujer cuyo “Sí” hizo posible lo inimaginable.

ETIQUETA

Navidad en el aire 
por  Lily Mosquera de Jensen

Hace pocas semanas, un joven novio le decía a su mejor amigo, el día de su matrimonio: “Mira cómo mi Mamá está afanada y corre por todo lado y todo el mundo funciona y hace mil cosas, y ¿sabes qué? A nadie le importo yo.”
Por otro lado, una  amiga muy querida, se caracteriza porque adora la época de Navidad. Desde Noviembre empieza a preocuparse por las decoraciones de su casa. Compra nuevos arreglos, cambia las decoraciones de su árbol, llena la casa de poinsettias rojas y pinos frescos, coloca carpetas, cojines, sobrecamas y toallas de Navidad y desde la puerta de entrada hasta el último rincón de la cocina está lleno de motivos navideños. Se ilumina la casa con bombas, guirnaldas y luces de colores y todo el ambiente huele a Navidad.
Por el contrario, otro de mis amigos odia la Navidad. Reniega del bullicio, de las fiestas, de las calles llenas de gente, de la “gastadera de plata”, de los regalos que no se necesitan y de ese afán pegajoso que padece todo el mundo.


Estas historias nos pueden servir de reflexión. ¡Qué equivocada está la gente cuando debería centrarse en lo importante!. Se dispersa en lo exterior, en lo adicional, sin tener en cuenta el fondo o el centro de los hechos. Toda la atención, el entusiasmo, el esfuerzo se dirige solamente a lo circunstancial y se difuma lo esencial.
Igual que con el novio de mi cuento, pasa con la Navidad. Tanto los que se fascinan celebrándola con adornos, como los que la detestan porque la encuentran insoportable, parece que ninguno se detuviera un momento a pensar en su significado, en su verdadero sentido, que se hubieran olvidado que el Niño del pesebre es el mismo Dios que vino al mundo para enseñarnos a amar.
¡Qué bueno recordar que podemos llegar a ese pesebre y llevarle al Niño Dios nuestras preocupaciones y también nuestras alegrías, pero más que todo, nuestra necesidad urgente de que haya paz en Colombia!
Que ese Niñito Jesús no diga: “Todos se afanan y corren por celebrar la Navidad y a nadie le importo yo.”
Ojalá esta Navidad no esté solamente en el aire sino también en nuestros corazones.

FAMILIA

Actividades en familia en esta Navidad
por  Elizabeth Aguilar
 
Conviene planear nuestra Navidad a tiempo con los familiares, tanto para repasar las costumbres que se venían viviendo, como para revivir las que se olvidaron, o adaptarlas a maneras nuevas de celebrar. 
En ningún caso puede faltar el pesebre, símbolo esencial de la fiesta. Lo ideal es que toda la familia colabore para montarlo. Es una oportunidad estupenda para hablar de los personajes de esa entrañable escena del nacimiento de Jesús. Todos también pueden ayudar a decorar la casa y el árbol. Papá carga al más pequeño para que coloque la estrella en la punta. Las cuatro velas de la corona de Adviento se pueden encender en familia, una a una, en cada de los cuatro domingos antes de la Nochebuena. Al hacerlo, papá, mamá y los hijos pueden turnarse para leer una reflexión o una oración y luego, todos disfrutarán un rico postre.
 
Las tradiciones navideñas, heredadas de los abuelos, se disfrutan más si a los niños se les explica su origen y se les cuenta cómo se vivían antes con ilusión, esfuerzo personal e iniciativa. Hay muchas anécdotas familiares que narrar en torno a las novenas, los manjares y los dulces y las Nochebuenas de antaño. El tesoro de esas tradiciones fomenta la unión familiar, la generosidad y la solidaridad con los demás, y da sentido de pertenencia.
Mamás y papás, ¡cuídense del activismo! ¡no dejen que las ocupaciones los absorban! El tiempo que le dedican a sus hijos vale mucho más que cualquier regalo costoso.
Tomémonos tiempo para “saborear” la Navidad. No nos dejemos llevar del consumismo; gocemos lo poco o lo mucho que hay con sobriedad y alegría. No le demos tanta importancia a las cosas materiales y compartamos lo que tenemos con los que tienen menos.
Recomiendo hacer un cronograma de actividades en un calendario grande colocado en un lugar  visible para todos.
Para los primeros días de diciembre, puede decir por ejemplo:
• Armar el pesebre y leer la historia de la navidad en Lucas 2, 1-18.
• Llevar un mercadito a una familia necesitada. Los niños pueden donar de sus juguetes en buen estado o comprar algo con sus ahorros.
• Buscar cuentos navideños para leer juntos después de la comida.
• Ensayar el canto de unos villancicos; si hay guitarra, mejor.
• Escribir las cartas al Niño Dios.
• Hornear y decorar galletas navideñas en forma de estrella, de arbolito...
• Prender las velas a la Virgen María frente a la casa...
• Celebrar el día de la Inmaculada Concepción y salir a ver el alumbrado
• Salir de compras juntos para buscar el regalo para el abuelo y la abuela.
• Rezar la Novena del Niño Dios con familiares, vecinos, amigos y amiguitos
• Jugar a los aguinaldos; jugar estatua; jugar a preguntar y no contestar, etc.

SALUD Y BIOETICA

Navidad con esperanza
Por  Sonia A. Muñoz F. MD

Diciembre representa el mes de la alegría y de la esperanza hecha realidad, porque celebramos el nacimiento del Niño Dios en nuestros corazones.
La esperanza puede ser un sentimiento muy bello, pero pasajero, como todos los sentimientos. En cambio, en su verdadera dimensión, la esperanza es una virtud posible pero que cuesta y nos rescata del ambiente consumista y relativista.

Se trata de un esperar decisivo, muy activo, frente a los cambios personales, en busca de una vida más plena. En el tiempo de la Navidad nos aparta del stress y del  “cuánto tienes, cuánto vales” o  “cuánto me das, cuánto te aprecio”; porque nos centra en las mejoras personales, y los regalos que damos parten de nuestras acciones concretas.
El objeto de la esperanza, por tanto, no pueden ser las cosas, sino las personas y la vida misma. Se centra siempre en la realidad; no en los deseos, ni en circunstancias ideales que sabemos, no se presentarán. La esperanza es una forma de ser, una disposición permanente para actuar y una razón para hacer cambios positivos que nos lleven a un bien vivir.
La esperanza nos lleva a asumir las crisis, sean cuales sean, con una mirada realista. Nos enseña a ver la oportunidad que nos presenta la vida para aprender y para mejorar, a partir de la situación difícil o dolorosa. A dejar de quejarnos y asumir con entereza la vida. A centrarnos en el para qué me sirve…qué debo aprender… y no sumirnos en el qué y el porqué, para los cuales posiblemente nunca encontremos la respuesta adecuada.


La Navidad con esperanza, implica darnos un espacio para reflexionar y mirar llenos de alegría, optimismo, fe y amor: 
- El tiempo pasado, dando gracias por los seres que ya se fueron y que nos enseñaron tanto, el trabajo que perdimos o ganamos, las circunstancias que nos rodearon… Si todo fue positivo, qué dicha y si fue negativo, ya pasó. 
- El tiempo presente, dando regalos que impliquen tiempo, cambios efectivos, sonrisas, tolerancia, paciencia. Agradeciendo nuestra vida y la de todos los seres con los que la compartimos.
- El tiempo futuro, asumiéndolo con una ilusión realista y fundamentada en nuestros planes y esfuerzos efectivos.
Por algo nos cuenta la mitología griega que cuando Pandora abrió la cajita que le dio Zeus, salieron todos los males y las enfermedades, pero no pudo volver a cerrar la cajita porque en un rinconcito estaba ella,  la esperanza, que es lo último que se pierde.

VARIEDADES

¿Dónde pongo la ovejita negra? 
Por Martha Olga Botero

Armar el pesebre es una actividad perfecta para la familia.  Si papá se presta, pondrá las cajas para la estructura o, como diría algún geólogo, la ultima capa tectónica de ese lugar hermoso llamado Belén.
Mamá colocará villancicos y pondrá el papel encerado que puede sujetar con alfileres, cosedora o silicona y distribuirá adecuadamente las lucecitas que pronto parecerán estrellas.
Y ahora viene lo mejor: poner el musgo y las melenas, las figuritas de los santos, las casitas, los árboles y las palmeras, el camino, el rio, el lago y diversos animalitos.

En secreto, amiguitos míos, les cuento que hay una figurita que es muy especial, la ovejita negra...
¡Cuántos niños y niñas díscolos y rebeldes están representados por esta ovejita negra!... los que sacaron malas calificaciones, el que mordió al hermanito, la que dijo una mentira, el que desobedeció…
¿Será que el Niño Dios no los quiere? ¡No, no, no! Sí los quiere, igual que a los juiciosos, pero tienen que mejorar en lo que están fallando. Por eso, la ovejita negra se pone en la cueva bien cerquita del Niño Jesús, así El la tiene más presente y le envía el regalo del buen juicio.
Al Niño lo calentarán la burra y el buey, lo cuidarán mamá María y papá José, lo visitarán los pastores con sus ovejas y los tres Reyes Magos y, por supuesto, infinidad de angelitos que revolotean cantándole arrurruz a su niñito Jesús.

ANIVERSARIO 35

¡35 años sirviendo!
Por  Elizabeth Aguilar

Estamos cumpliendo 35 años de labores comprometidas con la formación integral de la mujer en el Valle del Cauca. La Corporación para la Formación de la Mujer comenzó por iniciativa de un grupo de señoras, quienes con mucha fe, gran generosidad y visión de futuro se comprometieron a sacar adelante una institución que se dedicara a la formación integral de mujeres de todas las edades, razas, profesiones y circunstancias sociales.
 
Durante estos 35 años, miles de familias vallecaucanas se han fortalecido y beneficiado, gracias a la formación y el acompañamiento que han recibido incontables mujeres en los programas de nuestra Corporación.
 
En el Centro Cultural Cerronaya se ofrecen cursos de desarrollo personal, convivencias y otros espacios de formación integral para profundizar en saberes que conforman la riqueza de la mujer y son tan necesarios para el crecimiento personal en cada etapa de la vida y el óptimo desempeño de la propia misión en el matrimonio y en la educación de los hijos, para lograr el bienestar y la convivencia feliz de toda la familia.
 
El Centro Cultural Catalpa, las actividades se dirigen a niñas bachilleres y universitarias con el fin de complementar su formación académica y profesional. El objetivo es prepararlas para su óptimo desempeño como futuras madres, educadoras, profesionales, líderes, con sentido de responsabilidad y solidaridad, sabiendo que servir a los demás es la base de la felicidad.
 
Gracias a la generosidad de muchos donantes se ha podido instalar en su primera etapa una casa de convivencias en la antigua Hacienda La Esperanza, ubicada en la región de Ginebra, cuyos bellos espacios naturales invitan a la reflexión. En un sencillo ambiente campestre se realizan  seminarios y retiros para todo tipo de personas, así como programas de formación con familias de la región.
 
En estos 35 años, la Corporación para la Formación de la Mujer dio vida a otras dos instituciones sin ánimo de lucro, que ya gozan de vida propia: la Fundación Los Valles, que desarrolla programas de formación dirigidos a mujeres de Aguablanca, y la Fundación Educativa Sué, en Prados del Norte, donde se han capacitado muchísimas mujeres en el manejo del hogar y actualmente en gastronomía.

ENTREVISTA

Con motivo del aniversario 35 de la fundación de la Corporación para la Formación de la Mujer, entrevistamos a una de las muchas personas que se formaron en sus programas:
 
¿Qué ha significado para usted la Corporación para la Formación de la Mujer?

Dilia María Sánchez O. responde:

“Nací cerca a Guapi y muy joven vine a Cali a trabajar. En 1983, una señora me recomendó tomar un Curso de Hogar en la Corporación y más tarde tomé otro de Corte y Confección. Me enseñaron bastante, también sobre muchas otras cosas que son importantes en la vida. En 1989 se vinieron de allá mis papás y mis hermanos, conseguimos una casita y entre todos cuidamos a mi mamá hasta que falleció.
Pero yo siempre seguía buscando mi formación espiritual allí y asistía a cursos y aprendí tanto, que después pude colaborar con u programa de la Corporación, dando clases de hogar y de cocina a grupos de niñas del distrito de Aguablanca.
Para mí ha sido una dicha muy grande haber encontrado este camino.”
 

ENTREVISTA

Con motivo del aniversario 35 de la fundación de la Corporación para la Formación de la Mujer, entrevistamos a una de las muchas personas que se formaron en sus programas:
 
¿Qué ha significado para usted la Corporación para la Formación de la Mujer?
Libia Narváez N. responde:
 
“Soy de Timbío, Cauca, y en 1988 vine a trabajar a Cali. En mis ratos libres tomé en Cerronaya un curso de Modistería y luego otro de Primeros Auxilios. Me encantó el ambiente de estudio, el trato amable y la alegría con que nos enseñaron a trabajar  y a trabajar bien. Compré una máquina de coser y empecé a dar clases a mis amigas y así se fue pagando la máquina.
Más tarde tuve oportunidad de formarme más y a viajar a Roma para trabajar en la administración de un centro cultural universitario internacional, donde vivían personas de todo el mundo. Allí estuve durante once años maravillosos.
Desde mi regreso he podido transmitir mis experiencias y todo lo aprendido a muchísimas niñas y jóvenes que asisten a los programas que organiza la Corporación. Estoy feliz de ver que se han multiplicado tanto.”
 

DOCTRINA Y VIDA

Las Almas del Purgatorio
Por Concepción Campá
 
El mes de noviembre lo dedica la Iglesia a las Almas del Purgatorio ofreciendo sufragios para que puedan cuanto antes purificarse y ser admitidas en el Cielo.

El Purgatorio es una muestra de la misericordia infinita del Señor, que quiere que todos los hombres se salven. Muchas personas mueren sin ningún pecado mortal, por la gracia de Dios, pero sin estar suficientemente purificadas de sus pecados. Y como en el Cielo “no puede entrar nada sucio”, como dice el Apocalipsis, sus almas han de limpiarse para ser admitidas en la visión de Dios, es decir, en el Cielo.

Esta es la finalidad del Purgatorio, del que San Josemaría Escrivá afirmaba: ”…no es una pena, sino una necesidad para el alma que está en pecado. Es una muestra del amor de Dios que me gusta comparar al cariño de una madre que coge al niño, y lo mete en agua y lo enjabona y lo perfuma y lo arregla, ¡y al fin el crío está hecho un cielo!”.

Pero las almas del Purgatorio ya no pueden hacer nada por sí mismas para llegar al Cielo, en cambio sí pueden ayudarnos mucho a los que todavía estamos en la tierra, intercediendo ante Dios por nosotros.

Es dogma de fe que el Santo Sacrificio de la Misa y las indulgencias, oraciones, limosnas, sacrificios, ayunos, etc., que ofrecemos por un difunto en concreto o por todas las almas que lo necesiten, les sirven de gran consuelo y les ayudan a mitigar el rigor de sus penas.
Seamos muy amigas de las almas del Purgatorio y saldremos ganando todos.  

MODA

Tiempo de reinas
Por  Eva Maria de Trujillo

A principios de noviembre domina el tema de las reinas de belleza, cosa que motiva a muchas mujeres a desempolvar su vanidad, a cuidar su figura y poner más esmero en su propio arreglo personal. Y eso es bueno, pues la propia imagen no puede abandonarse a ninguna edad y en ninguna circunstancia normal de la vida.
Todas somos reinas para alguien y nuestro físico contribuye mucho para hacer de nuestro entorno un lugar más decoroso. Somos parte importante del panorama que tienen que mirar a diario las personas con las que convivimos. Si cada mañana comenzamos por ponernos una sonrisa sincera y unas prendas bien cuidadas y combinadas con gracia, podemos ofrecerle a los demás el regalo de un aspecto gratificante.
Una mujer abandonada, desanima; una mujer compuesta, resulta siempre estimulante. Es muy cierto que con su manera de arreglarse, la mujer marca el tono en su ambiente y determina la calidad del trato hacia ella.

Mas estos reinados mediatizados influyen también en que miles de niñitas del país sueñen con llegar a ser modelo en las pasarelas y piensen que lo que les garantizará su felicidad es un cuerpo escultural.
Expliquémosles la diferencia entre mostrarse y arreglarse, entre buscar ser mirada y desear ser admirada.
Con eso que llevas puesto, ¿cómo te miran? ¿cómo un objeto, como una mercancía?
Niña, ¡que puedan mirarte a los ojos y admirarte con respeto, sin deseos egoístas, con alabanza!
Toda mujer quiere lucir bella, o al menos, lo mejor posible. Sí, todas queremos agradar. Pero tú, ¿cómo quieres tú gustar? 
No quieras gustar y provocar como un postre que se prueba y luego se disfruta otro. ¡No quieras gustar ofreciéndote como un juguete! No te rebajes. Tú eres una persona, única e irrepetible en este mundo, y tienes una  gran valía que se basa en muchísimo más que en ciertas medidas corporales.

ETIQUETA


El buen ambiente en la comida 
Por  Lily Mosquera de Jensen

A través de mi actividad culinaria, y en medio de mi pasión por la comida, he aprendido que el comer no es solo una necesidad animal, sino que combina una serie de componentes espirituales que influyen en el bienestar del ser humano. El primero, que siempre he enfatizado, es el amor que se debe poner en la preparación de los alimentos, para transmitir a los comensales todos los sentimientos de cariño y afecto a través de la comida. Adicionalmente, alrededor de la mesa se logran las mejores conversaciones, amistades y hasta los más importantes tratados internacionales.

Por otro lado, a través de mis escritos siempre he recalcado la importancia de aprovechar la hora de la comida para reforzar los valores familiares, mantener un diálogo agradable, y aprovechar la unión de todos en la mesa. Se debe lograr que sea éste el momento de escuchar a los hijos, transmitir buenos consejos y dar un buen ejemplo.

Existe otro componente importante relacionado con la comida y las relaciones humanas, en particular con respecto de la salud. Recientemente leí sobre la importancia que tiene el prepararse para las comidas, dar gracias por los alimentos, y abrir un campo espiritual para aprovecharlos mejor. Además, se recomienda oír música agradable, comer en un ambiente de paz, rodeado de buenos aromas y superficies limpias, tomarse el tiempo, y siempre procurar buenas conversaciones y transmitir mensajes positivos.

Los efectos para la digestión y el sistema inmunológico no se hacen esperar.  Cuando la mente asocia ciertos alimentos con pensamientos y ambientes positivos, reacciona de una manera sana, mientras que el asociar el conflicto con la comida puede ocasionar alergias y reacciones negativas. Si una pareja sostiene una discusión al comer un determinado alimento, por ejemplo, la mente asociará automáticamente el alimento con un sentimiento de rencor o rabia. Aunque nadie se acuerde de esta asociación, la próxima vez que se consuma este alimento, la mente puede llegar a simular una reacción alérgica, avisando al organismo que ese alimento es nocivo.
Mucho se ha estudiado sobre las bondades de los alimentos naturales, orgánicos y sin preservantes. Recientemente se ha investigado sobre los ambientes en los que se consumen estos alimentos, y se concluye que la comida, con amor y paz, es una combinación para la salud y el bienestar.
 

FAMILIA

Cuando perdemos a un ser querido
Por  Elizabeth Aguilar

Cuando perdemos a un ser querido, nunca nos arrepentimos del bien que hicimos por ellos, pero sí de lo que dejamos de hacer. Después llegan los remordimientos: “...Si lo hubiera llamado más frecuentemente… Si lo hubiera visitado más… Si hubiera sido más detallista… Si lo hubiera cuidado, acariciado, atendido mejor… Si le hubiera expresado cuánto significa para mí...

Muchos recomiendan: “Vive el día de hoy como si fuera el último de tu vida”, y yo agregaría: “Ama y cuida a tus seres queridos como si fuera el ultimo día que los tienes a tu lado”.

Mi esposo madrugaba mucho para asistir al trabajo, pero como era tan considerado conmigo, no dejaba que me levantara para atenderlo y darle el desayuno. Cierto día madrugué más que él, le preparé un rico desayuno, le sobé con un ungüento el pie que tenía inflamado por haberse lastimado el domingo anterior jugando con nuestros hijos. Le di una pastilla para el dolor y coloqué otra en su bolsillo para más tarde. Lo despedí en la puerta con un especial beso y un gran abrazo, le dije cuánto lo amaba… Fue el último momento que compartimos, ya que ese mismo día tuvo un grave accidente que lo dejó en coma y a los tres días falleció.

Hoy le doy gracias a Dios por permitirme madrugar aquel día para atenderlo y por todo el amor que pude darle durante los veinte años de nuestro feliz matrimonio.

ETIQUETA


El arte de estar contenta
Por  Lily Mosquera de Jensen

Algunas personas parecen tener ángel. Se les nota en su rostro, en su mirada, en su manera de hablar, en sus actitudes, en su interés por los demás. Siempre es agradable estar con ellos porque se percibe una fuerza que emana alegría y entusiasmo. Con frecuencia tienen también sentido de humor. Parece que aprovechan la vida para vivirla a plenitud, sin desperdiciarla. Le encuentran el lado bueno a las dificultades y no tienen la costumbre de renegar. No demuestran displicencia, ni aburrimiento y le sacan gusto a todo lo que hacen. Me pregunto si ellos habrán descubierto, en el universo, una fuerza dentro del ser humano para iluminar la vida, parecida a la que descubrió Edison en la fuerza de la energía para inventar el bombillo e iluminar los espacios. Ellos descubrieron el arte de estar contentos y, afortunadamente, como todo hábito, se puede adquirir. A eso debemos trabajarle, no importa la edad.

El concepto de felicidad es mucho más profundo y complejo. Los filósofos, religiosos, sicólogos despliegan sus teorías sobre cómo alcanzarla y coinciden en que es necesaria una verdadera paz interior y un acercamiento a Dios. El arte de estar contento es un concepto más sencillo, más elemental aunque sutil y a  veces  difícil. Es una actitud positiva ante lo que tenemos enfrente. 

 
Hay niños egoístas que solo quieren lo mejor para ellos y siempre piden complacer sus caprichos. En cambio otros, demuestran una buena disposición y manifiestan alegría en sus caritas. Ni los viejos gruñones, ni los jóvenes malhumorados, ni los niños egoístas están contentos y los demás alrededor sufren las consecuencias.
 
El arte de estar contenta nos trae una buena ganancia, tanto para nosotras mismas como para las personas que nos rodean. Afortunadamente, como todo hábito, con la práctica se puede adquirir y a eso debemos aspirar, no importa la edad.

SALUD Y BIOETICA


El proceso del duelo
Por  Sonia A. Muñoz F. MD

 Se conoce como duelo, el sufrimiento o emociones de tristeza y desesperanza, causados por un estado de enfermedad o discapacidad  o por la pérdida de un ser querido, una mascota, un cargo, etc., que involucra reacciones de tipo biológico, psicológico, espiritual, familiar y  social, en la persona afectada. Entre más importante sea el vínculo de apego afectivo, será mayor la reacción emocional.
El duelo es un proceso activo, que dura entre 6 meses a un año, donde cada persona sufre una transformación por medio de un proceso de auto-reconocimiento y re-aprendizaje de sí mismo y del mundo.
Podemos vivir mejor este proceso, si:
  • Hablamos del tema.
  • Expresamos nuestros sentimientos. Todos son válidos, aún los de desesperanza o de enojo, acompañados de llanto o mutismo.
  • Evitamos el aislamiento y la soledad, permitiendo acercarse a los demás seres que nos quieren.
  • Vivimos la espiritualidad a plenitud, con fe, esperanza y caridad, aun expresándole al Creador nuestros sentimientos de tristeza, inconformismo, vacío, rabia, dudas, etc.
  • Ayudamos a los familiares y personas que nos rodean, pues ellos no saben qué hay en el  pensamiento ni en el corazón doliente, y les expresamos lo que esperamos de ellos; qué nos sirve y qué nos puede molestar. Por eso es importante que los seres queridos no eviten el contacto con el ser doliente, aunque no sepan qué decirle, exprésenle su afecto.
  • Entendemos que la familia es nuestro apoyo incondicional, al igual que las amistades entrañables.
  • Buscamos dirección espiritual y ayuda sacramental, para reencontrarnos con la paz perdida.
  • Entendemos que es normal y humano dentro del proceso, sentir que el dolor es intenso y que se hace insoportable; pero también es válido entender que va a pasar con el tiempo, con el apoyo familiar, el acompañamiento espiritual y si es necesario con acompañamiento profesional.
  • En definitiva, le encontramos un sentido al dolor y al sufrimiento, cambiando el porqué… por el para qué… Y un día sin esperarlo, tendremos paz interior y una nueva visión esperanzada de la vida.


DOCTRINA Y VIDA


Fiesta de los Ángeles Custodios
Por Concepción Campá
 
“Ángeles del Señor, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos”. Los ángeles aparecen frecuentemente en la Sagrada Escritura, como acabamos de leer.
 
La fe en la misión protectora de los ángeles, vinculados a personas particulares, es lo que hizo exclamar a Israel, en el momento de bendecir a sus nietos, los hijos de José: “Que el Ángel que me ha librado de todo mal, bendiga a estos niños”.
 
También ahora ha crecido la devoción a los ángeles. Cada persona tiene un Ángel Custodio que lo cuida, protege y acompaña desde la concepción hasta la muerte. Ojalá seamos todos cada día más amigos de nuestro Ángel Custodio y así tendremos paz y la seguridad de no estar nunca solos.
 
Además, en la fiesta de los Ángeles Custodios se conmemora el aniversario de la fundación del Opus Dei ocurrida el 2 de octubre de 1928. Su fundador, san Josemaría Escrivá, recibió ese día de Dios la iluminación de fundar el Opus Dei. Transcribo las palabras que le oí personalmente a su Fundador:

“Ciertamente nuestra Obra –la Obra de Dios- venía a hacer que renaciera una nueva y vieja espiritualidad de almas contemplativas en medio de todos los quehaceres temporales, santificando todas las tareas ordinarias de los hombres: amando el mundo, que huía del Creador, poniendo a Jesucristo en la cumbre de todas las realidades terrenas, en las que los hombres están comprometidos."

Dentro de la Iglesia, el Opus Dei trabaja con misión universal en muchos países;  sacerdotes y laicos, sembrando a voleo la semilla divina y sirviendo a la Iglesia con total generosidad.   

FAMILIA


Educar en generosidad
Por  Elizabeth Aguilar

Les parecerá conocida la siguiente situación: “Hijito, por favor comparte, no seas egoísta”, “regálale un chocolate a Pedrito” y, finalmente, el niño lo hace, pero con lagrimas en los ojos.

Los valores no se imponen a la fuerza, por eso hay que vivirlos primero, practicándolos con frecuencia delante de los hijos de modo que ellos descubran gradualmente todo su atractivo, hasta que brote de cada uno la convicción de que “ser generosos” vale la pena.

La generosidad la aprenden de sus padres, cuando ven que son detallistas, que no están apegados a lo material, que comparten sus pertenencias y su tiempo sin ningún egoísmo entre ellos, con el resto de la familia y con personas necesitadas. No se necesita tener mucho dinero para dar o ayudar a otros.

Hay que explicarles con ejemplos gráficos y vivenciales, que la generosidad y el servicio a los demás son deberes que -cuando los cumplimos- nos hacen sentir muy bien, con la alegría y la satisfacción de hacer algo bueno para los demás.
Es bueno mostrarles, con ejemplos, la tristeza que produce el egoísmo.
 
Y enseñarles a practicar la generosidad cuando alguien necesite una ayuda que ellos pueden brindar, según sus posibilidades, con todo gusto y amor desinteresado. Porque cuando dan un regalo o una ayuda económica no deben intentar recibir nada a cambio, ni estar pendientes de lo que hará la persona con el regalo; simplemente que lo den y luego se olviden de él.

No se preocupe si a sus hijos les cuesta dar, prestar o compartir. Lo importante es que, a pesar de ello, lo hagan porque están convencidos de que es lo mejor para los demás y para ellos.

MODA



Que las niñas inspiren ternura

Por  Eva Maria de Trujillo

¡Cuánto  han sabido esmerarse las mujeres, desde siempre, para vestir a las niñas pequeñas!  
Con crinolinas, vuelos, fruncidos, pellizcos, bordados en cruz y de nido de abeja, lazos y moños saben convertir una simple tela de algodón en una obra de arte; sí, en una envoltura elaboradísima para idealizar a una criatura dulce, frágil y muy vulnerable.

“Las niñas deben inspirar ternura”, afirmaba una amiga mía que diseñaba vestidos  soñados para las chiquitas, y agregaba:
“...y me duele cuando las visten para inspirar algo diferente”. 
Se me han grabado sus palabras; merecen pensarse.
Me recuerdan que, por un lado, el vestido inspira a quien lo lleva  a portarse de determinada manera - las niñas vestidas de princesa quieren parecerlo de verdad -. Por otro lado, el vestido inspira también a quien lo observa a una determinada actitud. Por ende, el vestido protege: protege no sólo del frío o del sol, sino también de miradas con deseos u apropiaciones indebidos.
Las niñas van creciendo y lamentablemente dejan de usar moños y crinolinas, pero ojalá siguieran  inspirando siempre el deseo de ser protegidas y tratadas con ternura. Porque cada una de ellas es una persona de valor inmensurable, una joya; y sería absurdo que la madre –en su ignorancia o ingenuidad-  le comprara ropa que puede convertirla en objeto, como mercancía ofrecida en vitrina.
Sabemos que la vestimenta de la mujer adulta también inspira... El atuendo que lleve en su trabajo, en la oficina o en la calle debe inspirar agrado y respeto. El vestido que lleva en reuniones sociales, que inspire alegría o solemnidad según la importancia del evento, y que inspire admiración: "¡una señora elegante!". 
Pero aquellas prendas capaces de insinuar e inspirar una entrega, las sabrá reservar exclusivamente para su propio marido, en la intimidad.

VARIEDADES


¿Qué celebramos: a los santos
o a los no tan santos? 
Por Martha Olga Botero

Se acerca el Halloween que, gracias a Dios, aquí en Colombia tiende a desaparecer, o al menos a suavizar su tétrico significado.
Al día siguiente, 1° de noviembre, tenemos la Fiesta de Todos los Santos.

Me preguntas, ¿quiénes son esos santos a quienes celebramos ese día?  
Son todas personas que, por haberse portado muy bien en la tierra, llegaron al Cielo.
Ahora me preguntas, ¿a quiénes festejamos el día del Halloween?
Al diablo, a las brujas malvadas, narizonas y llenas de verrugas, que entre carcajadas viajan veloces en su escoba de paja; a los gatos erizados de ojos rojos, a las horribles tarántulas, a las telarañas y a los muertos. Lo triste es que de esos pobres muertos nos divierte lo más feo que tienen: el esqueleto, mientras que a los santos los admiramos por la belleza de su alma, por las buenas obras que hicieron en su vida y por el amor con que trataron a los demás.
Si deseamos que nuestros niños se identifiquen, no con la maldad, sino con la amabilidad y la bondad, entonces, ¿por qué no mejor disfrazarlos de personajes buenos y nobles?
En nuestra Costa Caribe, en vez del Halloween, viven una simpática costumbre de antaño  con un toque celestial hermoso, porque los niños se disfrazan de angelitos -como lo que tendrían que ser- y van de casa en casa diciendo “Ángeles somos, del cielo venimos...” y piden los ingredientes necesarios para juntos cocinar un sancocho.
¡Qué bueno fuera compartir esta costumbre auténtica! 
 

FAMILIA


Los pequeños detalles y el amor
Por  Elizabeth Aguilar

Se ha comprobado que más del 70 por ciento de las separaciones matrimoniales no se deben a malos tratos, infidelidades o faltas graves al cónyuge. En cambio, tirar la ropa sucia al suelo, descuidar la buena educación o la higiene personal, olvidarse de la fecha del cumpleaños, la ausencia de caricias y palabras cariñosas son las quejas más frecuentes.

 El valor de los detalles en una relación de pareja es extraordinariamente alto  y de ellos depende que con los años no se marchite el amor.

Una falta muy grave se puede perdonar y superar, pero pocos  matrimonios sobreviven al desamor cotidiano que se manifiesta en la ausencia física o mental, llegando habitualmente tarde a casa sin motivo, enfrascándose en su computador o su  móvil, acostándose solo a ver televisión durante horas, prefiriendo compartir todos los fines de semana con los propios amigos y familiares, o quedándose en casa dedicado a sus asuntos, como si la esposa o el esposo y los hijos no existieran.

Si quieres conservar tu matrimonio, no esperes fechas especiales o tener dinero para dar un detalle; el mejor momento es ahora.

Recuerda  todas aquellas cosas que años atrás hacías con tu pareja, aquellos detalles que tenias con él o ella; revive las  pequeñas locuras que realizaban juntos y que ahora erróneamente te pueden parecer ridículas. Te invito a que tomes papel y lápiz  para anotar todo lo que se te venga a la mente y pueda hacer feliz a tu cónyuge. Te aseguro que así tú también lo serás.

ETIQUETA


Aprender a Amar
Por  Lily Mosquera de Jensen

Todos sabemos que las relaciones humanas no son siempre jubilosas. Sigmund Freud  analizó la felicidad como el centro de la vida humana. “Todo ser humano quiere hacerse feliz”, afirmaba. El sufrimiento es la mayor causa de infelicidad y puede provenir de las enfermedades, de las destructivas fuerzas de la naturaleza, pero la más dolorosa causa de infelicidad es la originada por un deterioro en nuestras relaciones con los demás.
Lo importante es percibir a los demás como una fuente de felicidad en vez de que sean un estorbo. Compartir una manzana y regalarle al otro la mitad, puede proporcionar más felicidad que comérsela solo.
Debemos tratar de prevenir situaciones lamentables y evitar que los disgustos sucedan, aunque nos cueste bastante  esfuerzo. Debemos entrenarnos en aprender a adquirir este  comportamiento correcto,  poniendo de verdad voluntad en ello para actuar civilizadamente.
Cuando hayamos desarrollado la sensibilidad para percibir los sentimientos y las necesidades de los otros, hemos aprendido a amar.
El problema no es que los humanos sean por naturaleza incapaces de saber amar sino que las circunstancias de la vida a veces les impiden aprender. Pero, igual que se aprende a leer, a nadar, a montar en bicicleta, se necesita que alguien le enseñe y que decida practicarlo.
Primero que todo disciplinar nuestro ego a mirar mas allá de nuestras necesidades inmediatas; así tendremos la oportunidad de entender lo que es el amor. Que en nuestro trato con los demás tratemos de complacer, de agradar, para lograr unas buenas relaciones y por añadidura viene el amor. Esas buenas relaciones implican buenos modales, consideración, benevolencia,  respeto.
Por otro lado, ese entrenamiento requiere limpieza de corazón. La persona amargada, malintencionada y cargada de rencores que corroen el corazón, estará lejos de lograrlo, por lo tanto, la felicidad le será esquiva y en su vida diaria no experimentará esos pequeños momentos de alegría deliciosa que proporcionan las buenas relaciones con los demás, que gratifican tanto el espíritu.
No hay nada más reconfortante que un abrazo cálido, sincero, que trasmite buenos deseos y verdadero afecto. No pocos distanciamientos se han solucionado con un abrazo cariñoso que hace olvidar el agravio y recompone la relación.
Para aprender a amar, sea comprensivo con los sentimientos de los demás, combata el egoísmo, tenga buen modo, buenos modales y no deje que su corazón se endurezca.

SALUD Y BIOÉTICA


La paz  y  yo
Por  Sonia A. Muñoz F. MD

 El ser humano es un ser social por naturaleza. No podría vivir sin su familia que le da amor, cuidados para crecer, formarse y lo acepta tal como es. Tampoco podría vivir sin la sociedad civil, que lo provee de los múltiples bienes que necesita para la supervivencia. Ese arte de relacionarse bien consigo mismo y con los demás, es lo que se llama el bien común.
Este bien común tiene tres componentes indispensables que necesitamos satisfacer en nuestra red de relaciones y son: el bienestar material, la paz y los valores.
El bienestar material, lo componen todos los elementos necesarios para vivir dignamente, como los alimentos, la vivienda, el vestido y los servicios sociales, como la salud y la educación, entre otros.
Los valores son aquellas cualidades que vemos en otros, que admiramos y que nos gustaría imitar.
La paz, es un término que viene del vocablo latino 'pax', y que significa "estado de tranquilidad y calma, ausencia de violencia, sosiego del espíritu, concordia voluntaria”.
Es en este punto donde la paz se relaciona contigo, conmigo y con todos, porque la paz es un estado del alma (cuyas potencias son la inteligencia y la voluntad), que no funciona en forma eficiente cuando es impuesta, ni obligada; sino cuando entiendo que se trata de una decisión voluntaria que me impulsa a actuar teniendo en cuenta a los demás.
No debemos perderla, porque  quedaríamos bajo los efectos de la violencia y de las tensiones.
Recordemos también que “el mayor atentado contra la paz, es el miedo”, que nos paraliza y no nos deja actuar; reemplaza el “¿qué puedo hacer?” por el “¿qué me pueden hacer?”.
Y ya en la vida cotidiana, valdría la pena revisar si  estoy atentando contra la paz, cuando digo “yo no le hago mal a nadie” o  “por mí nunca se forma una pelea”; pues  “la paz a cualquier precio” es muchas veces una forma velada de agresividad pasiva o de evitación de una sana confrontación.
Vale la pena, preguntarnos: ¿Cuál es la relación de hoy entre la paz y yo?, procurando que la respuesta sea: yo trabajo a diario en tener paz interior y la irradio a los demás, en mis gestos y en mi comunicación. 
¿Cómo contribuyo con la paz de mi comunidad y del mundo?...
La respuesta estará reflejada en mis acciones y oraciones.


DOCTRINA Y VIDA



Natividad de la Santísima Virgen María
Por Concha Campá
 
Todos los padres piensan, cuando nace un hijo, que es incomparable. También debieron de pensarlo San Joaquín y Santa Ana cuando nació María y ciertamente no se equivocaban. Todas las generaciones la llaman bienaventurada.

“Que se alegre tu Iglesia, Señor (…), y se goce en el nacimiento de la Virgen María, que fue para el mundo esperanza y aurora de salvación”, reza una oración en la Misa de esta fiesta que se celebra el 8 de septiembre.


La devoción a la Madre de Dios es la más universal, amada y agradecida por todos los hijos de la Iglesia, tenemos una Madre, María que nos ama, nos cuida, nos protege, nos acompaña en nuestro diario caminar y nos defiende de tantos peligros  como nos amenazan en este mundo.

Dios Padre, al contemplar a María recién nacida, se alegró con una alegría infinita al ver a una criatura humana sin el pecado de origen, llena de gracia, purísima, destinada a ser la Madre de su Hijo para siempre.

Al contemplar la vida normal y corriente de la Santísima Virgen aprendemos a obrar de tal modo que vivamos nuestra vida diaria de cara a Dios, a servir a los demás sin ruido, sin hacer valer los propios derechos, a terminar bien el trabajo que tenemos entre manos.
En este mes tan lleno de fiestas de la Santísima Virgen amemos a Jesús a través del amor a María. 

MODA


Mamá, ¿mi  asesora en moda?
Por  Eva Maria de Trujillo
 
Durante la adolescencia, el vestir puede convertirse en tema de conflicto para madres e hijas, si antes no lograron construir una relación de confianza y amistad. Lo ideal sería que la niña aceptara a mamá como su asesora de moda y a papá, como miembro del jurado calificador de belleza, porque sus padres -si son personas sensatas- por amor jamás le aconsejarían usar algo que la rebaje, distorsione su imagen y la ponga en peligro.

Ella necesita acompañamiento cariñoso, pues aún no se identifica con su cuerpo cambiante, vive preocupada por una fealdad imaginaria, por su cutis, su nariz ancha o delgada, larga o respingada, su cabello crespo o liso, sus piernas cortas o largas, su busto, en fin, ella no se halla aún en su actual corporeidad.

Es normal a esa edad que, por un lado, busque autoafirmarse y sentirse ‘grande‘ y que, por el otro, le falte autoestima y se sienta horrible si no lleva lo que le dicen es la última ‘fashion‘. Es muy probable que, por adolescente, ‘adolezca‘ de falta de seguridad y que, en el fondo, su miedo más grande sea lo que digan los compañeros de su generación. Lo que más le preocupa es ser aceptada: “¿Quién querrá quererme?“.
 
Mamá, ¡no la dejes sola ahora! ¡Ayúdale de mujer a mujer: enséñale a vestir! Nunca antes la juventud ha estado tan manipulada, tan engañada con falsos valores. La sociedad de consumo busca ‘zombies‘ que obedezcan ciegamente los imperativos de una publicidad que ofrece cosas cada vez más excéntricas como preguntando: “¿y quién se atreve a más?“.

Admiro a quienes saben acompañar a sus hijas con cariño de mamá y autoridad de  experta, aportándoles siempre la visión positiva de una belleza que dignifica a la mujer.
 

VARIEDADES


¿Amor y amistad?
¿o deshojando margaritas? 
Por Martha Olga Botero

El amor es la receta para vivir feliz. Sin amor vamos agonizando, encapsulados en el egoísmo, en un sinsabor constante que tiñe la vida en una gama de grises con acentos muy oscuros.
El amor nos permite ver la vida de color de rosa, nos hace vibrar, soñar, perdonar, pasar por alto los escollos y abrazar. En otras palabras, es vivir la vida con el corazón abierto hacia los demás.

¿Quién no se derrite de amor ante un niño indefenso? ¿Quién no siente vibrar el corazón al ver una parejita de enamorados? ¿Quién no se alegra mirando a una familia disfrutando juntos una tarde de domingo? ¿Quién no se conmueve ante un anciano, tallado y arrugado por la vida, quien le regala con ternura una sonrisa mueca? ¿A quién no se le ablanda el corazón viendo jugar unos cachorros? ¿Quién no se asombra viendo revolotear de flor en flor a una mariposa?
 
“Amor es ver amanecer cada mañana, es ver las rosas mirar celosas…“, así reza la canción de nuestra compositora caleña Graciela Arango de Tobón.

Al vivir el amor con palabras y obras tendremos una familia unida, que estará a nuestro lado siempre, y buenos amigos que nos querrán sinceramente. No tendremos que deshojar una margarita para saber si abrimos a alguien nuestro corazón. No la deshojemos, sino tomemos la opción fundamental de querer a todas las personas y dar gracias siempre por toda la belleza de la creación, desde la tierra hasta el cielo y hasta las profundidades del mar.

¡Feliz día del amor y la amistad!

ETIQUETA


El arte de atender en casa
Por  Lily Mosquera de Jensen

Algunas personas se sienten acomplejadas porque su apartamento es muy pequeño o porque la decoración está pasada de moda y con estos motivos se abstienen de invitar a su casa. Hoy día el convencionalismo de la decoración de la casa ha tomado fuerza desproporcionada. Por ejemplo, el baño de visitas se ha convertido en el punto de medida de una casa elegante.
Por favor, no nos dejemos llevar por frivolidades que nos pongan limitante en nuestra relación con los amigos. Sabemos que la decoración minimalista está “in”, con techos altos, paredes blancas y espacios amplios, pero el ambiente de un hogar donde todos los rincones se han llenado a lo largo de los años con muebles, cuadros, adornos y fotos de familia que reflejan su historia, demuestra un encanto singular. ¿No tienen más valor los sentimientos?
Lo valioso de una persona no radica en la decoración de la casa, ni en que sepa preparar platos exquisitos. No hace falta. A veces las comidas más sencillas son las más sabrosas. Lo importante es que los invitados se sientan bienvenidos y que haya buen ambiente. Quien es auténtico no edifica su ego en las apariencias.
Por otro lado, la autenticidad no es incompatible con la elegancia. Hay personas que poseen casas hermosas, que invitan a sus amigos y saben lucir toda la calidad y belleza de sus muebles, vajillas y cristales, y a la vez, con un don especial de anfitriona perfecta saben atender con exquisita elegancia pero impregnada de sencillez y naturalidad.
Igual de descomplicada debería ser la persona que vive de una manera modesta. El buen ambiente de la reunión lo dan los dueños de casa. Lo importante es atender con su propio estilo y sentirse cómodo.
Sus amigos, si son verdaderos, no lo van a valorar por lo que no tiene. La amistad auténtica se construye y se conserva por lo que Ud. lleva por dentro y por lo que sea capaz de dar.

SALUD Y BIOÉTICA


La salud y la enfermedad
Por  Sonia A. Muñoz F. MD

La salud y la enfermedad son procesos vitales que afectan ostensiblemente nuestra manera de actuar. La salud como “un proceso dinámico y equilibrado en la situación existencial del hombre” y la enfermedad como “un acontecer humano que remueve nuestra experiencia vital y nos permite observar la realidad de otra manera” (Osorio, 1993).

Todos hemos experimentado en nuestra vida muchos momentos saludables y hemos padecido alguna que otra enfermedad; otros han tenido padecimientos crónicos, muchas veces desde temprana edad o han sufrido problemas inesperados y acaso absurdos. Sin embargo, lo más importante es cómo nos sentimos acerca de estos procesos que indefectiblemente afectan al ser humano. Podemos estar sanos y sentirnos y comportarnos como enfermos, como en el caso de las personas hipocondriacas o podemos estar enfermos y comportarnos como una persona saludable. 

La enfermedad no afecta solo nuestro ámbito físico, afecta también las esferas psicológica, espiritual, familiar y social.

Pero… ¿dónde se aprende a responder en forma adecuada o inadecuada frente a la salud y a la enfermedad? Es necesario retornar al seno familiar. Allí aprendimos por ejemplo a llamar la atención cuando siendo infantes nos caímos y, al llorar, nuestra mamá nos cargaba, le cantaba a la rodillita herida, ponía vendas y nos daba una bebida cálida o empezamos a ser fuertes, si ella nos decía “párate que no es nada, sigue jugando” y si acaso nos ponía una cura.

Es importante saber que todos tenemos un umbral genéticamente determinado para el dolor físico, por ejemplo las personas afro-descendientes son mas lábiles al dolor que otras.
Pero el umbral para el sufrimiento humano (léase la actitud frente a la vida) depende de las experiencias vividas y de los hábitos operativos buenos (virtudes) que nos hayamos propuesto aprender; como la resiliencia, la fortaleza, y el amor por la propia vida junto al sentido de trascendencia.

Solo analizando así estos dos conceptos, podremos entender nuestras carencias, si es que estamos sanos y nos vivimos quejando; o podemos ser un ejemplo de vida frente a la enfermedad que padecemos, pero que nos manifiesta frente a los demás como personas alegres, que no se quejan, que ofrecen su dolor al Altísimo y que le encuentran el verdadero sentido  a la vida y a sus padecimientos.

DOCTRINA Y VIDA


El Papa Francisco
Por  Concepción Campá
Hemos vivido con intensidad la Jornada Mundial de la Juventud  y sentimos tanta alegría y agradecimiento, que nos mueve a seguir todas sus enseñanzas para servir a la Iglesia  dentro de la misión que nos corresponde a cada uno, padres, educadores, jóvenes llenos de ilusión.


Quiero compartir con ustedes algunos puntos de su homilía en el Santuario de la Aparecida el día 27 de julio:

“Hoy en vista de la Jornada Mundial de la Juventud que me ha traído al Brasil, también yo vengo a llamar a la puerta de la casa de María –que amó a Jesús  y lo educó- para que nos ayude a todos nosotros Pastores del  Pueblo de Dios, padres y educadores a transmitir a nuestros jóvenes los valores que los hagan artífices de una nación y de un mundo más justo, solidario y fraterno.”

El Papa nos señala tres sencillas actitudes: 

  • mantener la esperanza,
  • dejarse sorprender por Dios
  • y vivir con alegría.

Llevemos esto a la oración y saquemos un propósito personal para llevar a cabo la Nueva Evangelización con mucho Amor de Dios y empeño personal.

FAMILIA


Tu familia, lo primero
Por Elizabeth Aguilar

En el artículo anterior, hablé sobre la importancia de sacar un tiempo solo para la pareja, lo cual nutre la relación y beneficia a toda la familia. Muy distinto a ello es una modalidad actual que está afectando gravemente a la familia y en especial a los hijos, y consiste en que cada esposo reclama su espacio y su tiempo independiente de la familia: ella sale en la noche con sus amistades y él con las suyas, o simplemente debe quedarse con los niños mientras su pareja sale a divertirse hasta altas horas de la noche o regresa al día siguiente.


Ellos no te pidieron que los trajeras al mundo, tú lo hiciste y es tu responsabilidad cuidarlos y hacerlos felices pese a tu estudio, tu trabajo y compromisos sociales, a los cuales sí hay que asistir de vez en cuando, pero sin afectar el tiempo de tu familia.
Tu pareja  y tus hijos deben ser lo más importante para ti. El tiempo que puedas dedicarles, en especial cuando están pequeños o adolescentes, no se reemplaza con todo el oro del mundo.

El tiempo vuela y los hijos crecen y se van de casa, llevándose todo lo bueno y lo malo que recibieron de sus padres. Permíteles volar con los mejores recuerdos, en especial con los valores y buenas costumbres que sembraste en ellos. Dedícale tiempo con mucho amor a tu familia y a cada uno de forma especial e individual. Ellos te necesitan.

¿Que tienes que hacer un trabajo en grupo de la Universidad?  Recíbelos en tu casa.
¿Que papá va a practicar su deporte favorito?  Que lleve a su familia. 
Que quieres compartir con tus amigos? Invítalos a tu hogar.

MODA


Vestir evaluando mi figura
Por  Eva Maria de Trujillo
Antes de comprar o ponerme cualquier prenda, debo hacer un acto de sinceridad conmigo misma. Debo dejar que me hable el espejo, que no miente, además de hacer memoria de fotos y videos que -aún más implacables que el espejo- me muestran mis imperfecciones; y luego debo aceptar con toda humildad mi realidad y también mi edad.  Lo más probable es que ahora no sea el momento de salir con camiseta de tiritas, ni blusa strapless, ni leggins, ni minifalda, short o jean apretado.
¡Bienvenidos los trucos ideados por expertas para realzar discretamente mis aspectos positivos y esconder lo más posible los negativos! Tendré que reconocerme en esa tipificación del cuerpo triángulo, rectángulo, reloj de arena o triángulo invertido y aprender a disimular mis defectillos, escogiendo un corte que me favorezca, usando el color oscuro en la parte que desee reducir ópticamente, y manejando prudentemente las rayas, los estampados y los adornos.

En todo caso, jamás pensaré que usando ropa apretada me veré más delgada,  y – mientras no la rebaje con gimnasia - procuraré ocultar la tripita debajo de una blusa holgada que llegue hasta la cadera. Ya me consta que los brazos gruesos y flácidos están reñidos con la manga sisa y, más todavía, con el escote ‘palabra de honor’. Y que los shorts y las minifaldas, por mucho que estén de moda, sólo se ven lindos en piernas perfectas de ‘Barbie’ y en un lugar como la playa.

Recordaré que en el mundo hay tres mil millones de mujeres, de las cuales sólo unas diez son supermodelos perfectas y que, por tanto, las 2.999.999.990 restantes tenemos figuras muy normales con imperfecciones  y no tenemos por qué tener ningún complejo por no poder usar ahora ciertas prendas ‘fashion’ que nos harían hacer el ridículo.

VARIEDADES


¡Recuperemos el civismo! 
Por Martha Olga Botero


Recuerdo vivamente cuando Cali era la ciudad más cívica, ordenada y amable de Colombia, pero parece que en algún momento infortunado vino una borrasca y se llevó aquellas buenas conductas ciudadanas y valores morales que nos enorgullecía.

¡Cómo me gustaría que muchas personas volvieran a leer ese clásico que es la Urbanidad de Carreño! Y que los niños puedan aprender esas bases de convivencia civil y de comportamiento ético que en nuestro momento conocimos las personas que ya pertenecemos a la tercera edad.
Saludemos mirando a los ojos y despidámonos con una sonrisa. Pidamos con un “por favor” y demos gracias; pidamos permiso y excusas. Respetemos los turnos. Caminemos por los andenes y crucemos las calles por las zebras; cedamos el paso a otros; no atropellemos a nadie; no tiremos basuras ni chicles al suelo. Reparemos todo daño que hayamos hecho. Pulamos nuestro vocabulario, no ofendamos, respetemos a nuestros semejantes. No hagamos a otro lo que no nos gusta que nos hagan a nosotros.
Atendamos los semáforos, los límites de velocidad, las flechas y pares marcados en el piso. Conduzcamos en sano juicio, a velocidad moderada, respetemos al peatón y consideremos a los guardas y autoridades que tratan de ayudarnos a ser mejores ciudadanos.
¡Basta de permisivismos con los hijos! Si no abrimos los ojos ya, nos comerá el tigre, como dice el refrán.  Para recuperar el civismo, comencemos por donde debe ser, demos buen ejemplo. El ejemplo arrastra y vale más que mil cantaletas -como ésta- juntas.