ESTAMOS DE FIESTA: 40 AÑOS SIRVIENDO
Agradecemos a todos nuestros colaboradores y benefactores el apoyo recibido. ¡Qué bueno poder contar con ustedes!
ANIVERSARIO 40
YA ES PARTE DE LA FAMILIApor Nancy O de González
Yo, la verdad, tengo mucho que agradecer a la Corporación CFM, porque por medio de sus programas, a los que asisto con alguna frecuencia hace 24 años, he recibido formación espiritual y humana. Las personas que dirigen los programas están capacitadas y lo hacen con conocimiento de los temas y, sobre todo, en forma amorosa.
Para alguien que llegó sola a esta hermosa ciudad, solo le queda decir que esta Corporación ya es parte de su familia.
¡Mil felicitaciones por esta obra tan maravillosa!
Para alguien que llegó sola a esta hermosa ciudad, solo le queda decir que esta Corporación ya es parte de su familia.
¡Mil felicitaciones por esta obra tan maravillosa!
ANIVERSARIO 40
por Libia Narváez Narváez
Fue en 1988 que llegué del Cauca a trabajar a Cali y tuve la oportunidad de asistir a Cerronaya y tomar un curso de Modistería; luego uno de Primeros Auxilios y otros. Nos enseñaban a hacer un trabajo bien hecho, cuidando hasta el último detalle, y todo se desarrollaba en un ambiente de amabilidad y alegría. Más tarde adquirí una máquina de coser y daba clases a mis amigas y así se fue pagando la máquina. Seguí tomando los cursos de formación que ofrecía la Corporación.
Tuve oportunidad luego de formarme en una entidad parecida en Bogotá. De ahí me ofrecieron trabajo en Roma en la administración de un centro cultural universitario internacional, donde vivían muchas personas de todo el mundo. Los once años que estuve allá fueron una experiencia lindísima en mi vida. Se trabajaba bien y con alegría.
Desde mi regreso a Cali soy feliz dedicando mi tiempo libre a compartir esos conocimientos adquiridos con las niñas y jóvenes que asisten a los programas que organiza la Corporación.
Tuve oportunidad luego de formarme en una entidad parecida en Bogotá. De ahí me ofrecieron trabajo en Roma en la administración de un centro cultural universitario internacional, donde vivían muchas personas de todo el mundo. Los once años que estuve allá fueron una experiencia lindísima en mi vida. Se trabajaba bien y con alegría.
Desde mi regreso a Cali soy feliz dedicando mi tiempo libre a compartir esos conocimientos adquiridos con las niñas y jóvenes que asisten a los programas que organiza la Corporación.
ANIVERSARIO 40
FELIZ, NO ME CAMBIO POR NADIE. por Dilia María Sanchez
Me vine muy joven a Cali y acá me quedé. Tendría veintiún años cuando me vine de Guapi a trabajar. Una señora me recomendó tomar un curso de manejo de hogar en Cerronaya y luego tomé otro de Corte y Confección y seguí tomando clases.
Me enseñaron bastante, también sobre muchas otras cosas que son importantes para la vida.
En 1989 se vinieron de Guapi mis papás y mis hermanos; pudimos conseguir una casita y entre todos cuidamos a mi mamá hasta que falleció.
En todos estos años yo siempre seguía asistiendo a cursos y buscando mi formación allí y aprendí tanto, que durante algunos años pude colaborar con un programa que la Corporación en Aguablanca. Yo daba clases de hogar y de cocina a grupos de niñas del distrito.
He sido muy feliz; no me cambio por nadie. Cada día soy más feliz...
En 1989 se vinieron de Guapi mis papás y mis hermanos; pudimos conseguir una casita y entre todos cuidamos a mi mamá hasta que falleció.
En todos estos años yo siempre seguía asistiendo a cursos y buscando mi formación allí y aprendí tanto, que durante algunos años pude colaborar con un programa que la Corporación en Aguablanca. Yo daba clases de hogar y de cocina a grupos de niñas del distrito.
He sido muy feliz; no me cambio por nadie. Cada día soy más feliz...
ANIVERSARIO 40
por Aida María Tobón de Villegas
Encontrarme con la Corporación para la Formación de la Mujer a través de uno de sus Centros –Cerronaya- hace algo más de 30 años, fue aprender a reconocerme como un ser vulnerable y con necesidad de fortalecerme como persona para afrontar situaciones difíciles por las que cualquier mujer puede pasar.
Llegue allí buscando información sobre un curso de cocina que ofrecían y encontré mucho más que eso.
Conocí personas maravillosas, acogedoras y afectuosas que se preocupaban por el bienestar de las mujeres y sus familias, y me ayudaron a ver la grandeza de mi vida diaria.
Mi primera actividad fue un curso de retiro al que asistimos un gran número de señoras jóvenes y mayores, mamás y abuelas, todas con gran calidad humana y una sonrisa que transmitía alegría, esa misma virtud que después aprendí que era la alegría de quien se sabe amada por Dios.
Recibí formación espiritual, aprendí más sobre la fe en la que mis padres me iniciaron; crecí humana y profesionalmente. Y aún después de tantos años, sigo aprendiendo y estudiando, porque la formación de una persona no termina nunca. El mundo cambia constantemente y las mujeres debemos prepararnos para eso.
Así como he recibido, sé que también debo dar, siendo multiplicadora de tanto bien recibido, empezando por mi propia familia, y colaborando en las actividades en las que la Corporación me requiera, es retribuir a Dios todo lo que Él me ha dado.
Llegue allí buscando información sobre un curso de cocina que ofrecían y encontré mucho más que eso.
Conocí personas maravillosas, acogedoras y afectuosas que se preocupaban por el bienestar de las mujeres y sus familias, y me ayudaron a ver la grandeza de mi vida diaria.
Mi primera actividad fue un curso de retiro al que asistimos un gran número de señoras jóvenes y mayores, mamás y abuelas, todas con gran calidad humana y una sonrisa que transmitía alegría, esa misma virtud que después aprendí que era la alegría de quien se sabe amada por Dios.
Recibí formación espiritual, aprendí más sobre la fe en la que mis padres me iniciaron; crecí humana y profesionalmente. Y aún después de tantos años, sigo aprendiendo y estudiando, porque la formación de una persona no termina nunca. El mundo cambia constantemente y las mujeres debemos prepararnos para eso.
Así como he recibido, sé que también debo dar, siendo multiplicadora de tanto bien recibido, empezando por mi propia familia, y colaborando en las actividades en las que la Corporación me requiera, es retribuir a Dios todo lo que Él me ha dado.
ANIVERSARIO 40
AGRADEZCO por Fanny H. de Duque
Agradezco a la Corporación para la Formación de la Mujer por mi crecimiento en el campo espiritual, profesional y en los diferentes roles que como mujer me competen.
Desde hace 23 años, estoy vinculada a la Fundación Los Valles, entidad que nació por iniciativa de la Corporación para empoderar a madres cabezas de familia de Aguablanca. Con el lema “Formar para transformar” hemos capacitado y formado a centenares de mujeres cabeza de familia, ayudándolas a crecer como persona y a incrementar sus recursos económicos. A su vez, ellas se convierten en factores multiplicadores de los beneficios que la Fundación les brinda, ampliando el radio de acción, en cuanto a formación se refiere.
Felicito a la Corporación CFM en sus 40 años de servicio, deseando que siga promoviendo programas que enaltezcan a la mujer, para un mejor desempeño en la sociedad en el momento en que actualmente vivimos.
ANIVERSARIO 40
SOLO TENGO AGRADECIMIENTOS
por Alcira Romero de Antolínez
Siendo niña conocí la Corporación para la Formación de la Mujer en el verano de 1979. Una amiga de mi Tía Liliam nos invitó al inicio de las actividades que se realizarían en ese periodo de vacaciones; había curso de culinaria, muñequería, etiqueta y tarjetería, entre otros. Me inscribí en el de muñequería donde, además de enseñarnos diferentes manualidades, nos daban una charla de formación que me gustaba mucho porque me ayudaba a ser mejor persona, mejor hija, hermana y amiga.
Al terminar el curso quise seguir asistiendo a las actividades que iban programando a lo largo del año, pues quería seguir aprendiendo; además hice amigas que también siguieron asistiendo conmigo y hoy en día nos consideramos hermanas.
Con el transcurrir de todos estos años solo tengo agradecimientos para la CFM por toda la formación, tanto profesional como espiritual, que me han brindado. He formado una familia en unión con mi esposo y mis tres hijos, llena de amor, respeto, ilusiones y mucha alegría.
Al terminar el curso quise seguir asistiendo a las actividades que iban programando a lo largo del año, pues quería seguir aprendiendo; además hice amigas que también siguieron asistiendo conmigo y hoy en día nos consideramos hermanas.
Con el transcurrir de todos estos años solo tengo agradecimientos para la CFM por toda la formación, tanto profesional como espiritual, que me han brindado. He formado una familia en unión con mi esposo y mis tres hijos, llena de amor, respeto, ilusiones y mucha alegría.
ANIVERSARIO 40
Conocí la Corporación hace más de veinte años, cuando en 1997 unas amigas me invitaron al programa Hacer Hogar; allí, además de aprender recetas de cocina, manejo del hogar, comunicación en la familia, pautas para la crianza de los hijos, etc., entendí el gran valor de mi misión en el hogar, y cómo combinar el trabajo profesional sin descuidar mi labor de madre.
En diciembre, Rosy Escobar me invitó, con otras señoras jóvenes a participar de las labores sociales que se hacían en Charco Azul; allí visitábamos a las familias y recuerdo que Rosy me decía: "Lo más importante es escucharlas con cariño y amor".
También se conseguían regalos para entregarles a casi todos los niños de ese lugar. Era maravilloso ver la expresión de alegría en el rostro de estos niños. Es increíble cómo se aprende a valorar este tiempo compartido con estas personas; uno cree que va a dar, pero te das cuenta de que en realidad eres tú la que recibes.
Gracias a lo aprendido en actividades promovidas por la Corporación, soy una persona diferente, que lucha cada día por ser mejor y dar lo mejor a los que me rodean…. He recibido tanto, tanto apoyo en los momentos más importantes de mi vida… que siempre me quedaría corta escribiéndolo.
En diciembre, Rosy Escobar me invitó, con otras señoras jóvenes a participar de las labores sociales que se hacían en Charco Azul; allí visitábamos a las familias y recuerdo que Rosy me decía: "Lo más importante es escucharlas con cariño y amor".
También se conseguían regalos para entregarles a casi todos los niños de ese lugar. Era maravilloso ver la expresión de alegría en el rostro de estos niños. Es increíble cómo se aprende a valorar este tiempo compartido con estas personas; uno cree que va a dar, pero te das cuenta de que en realidad eres tú la que recibes.
Gracias a lo aprendido en actividades promovidas por la Corporación, soy una persona diferente, que lucha cada día por ser mejor y dar lo mejor a los que me rodean…. He recibido tanto, tanto apoyo en los momentos más importantes de mi vida… que siempre me quedaría corta escribiéndolo.
ANIVERSARIO 40
¿Qué ha significado para mi la Corporación para la Formación de la Mujer que este mes cumple 40 años de existencia?
Sin duda, lo más relevante sería todo lo que he recibido en su Centro Cultural Cerronaya como formación interior, que me ha proporcionado una estructura espiritual sólida, donde encuentro a Dios en mi camino.
Además de este factor tan valioso para encontrar la felicidad, existen también hechos puntuales que han moldeado mi existencia: mi afición por la cocina se materializó, hace muchos años, a raíz de la serie de cursos de culinaria que dicté en la sede de la Corporación, además de la motivación para escribir y publicar mi libro de cocina “A Disfrutar Cocinando”, del que ya se han agotado 7 ediciones.
Otro hecho importante: después de dictar un curso sobre Etiqueta y Modales, también en beneficio de la Corporación, me propusieron escribir una columna semanal sobre el tema para El País, y eso ya lleva 25 años. Estos acontecimientos han sido estímulos muy significativos en mi vida, pues han constituido mi realización personal, donde a la vez he logrado trasmitir conocimientos valiosos, formativos, además de cursos concretos, que ayudan a educar a los demás, en todas las circunstancias y diferentes entornos.
ANIVERSARIO 40
por María Beatriz Toro de Luna
Hace 40 años un grupo de señoras de Cali, interesadas la formación integral de la mujer de toda edad y clase social, fundó la que hoy conocemos como Corporación para la Formación de la Mujer.
Gracias a este arrojo femenino, hoy disfrutamos de diferentes centros culturales, educativos e instituciones que contribuyen a nuestra formación espiritual, humana, profesional y familiar.
No ha sido una labor fácil. Los recursos económicos obtenidos para ésta se deben a la generosidad de personas, empresas y a la entrega generosa de aquellas que durante estos 40 años han hecho peticiones económicas de toda índole.
Estas mujeres han dejado huella que es referente de vida. Dejaron su huella en su núcleo familiar, profesional y social. Y bajo su influjo muchas más ayudan a los demás a ser mejores, a ser santos, siendo ellas mismas un poco mejores cada día.
Como un homenaje a todas aquellas de quienes tanto he aprendido me propongo y les propongo una lucha en lo pequeño y cotidiano, tal como nos lo han trasmitido.
• Saludar amablemente con una sonrisa a todos familia, amigos, vecinos, la persona que nos sirve, el portero, el que barre nuestra calle.
• Practicar la regla de oro "hacer a los demás lo que queremos nos hagan"
• Estar bien presentadas tanto en la intimidad del hogar como en la calle.
• Pensar bien del otro, evitar toda crítica fundada o infundada.
• Escuchar con verdadera atención a quien nos habla.
• Contribuir económicamente y divulgar las actividades espirituales, formativas, sociales y culturales de la Corporación.
• Realizar con la mayor perfección humana nuestro trabajo ordinario.
• Hacer la vida más agradable a los demás.
• Mantener un trato sencillo y diario con Dios.
• Frecuentar los sacramentos
• Y lo más importante: luchar por la santidad personal en medio del mundo, así haya que volver a empezar a cada instante.
Gracias a este arrojo femenino, hoy disfrutamos de diferentes centros culturales, educativos e instituciones que contribuyen a nuestra formación espiritual, humana, profesional y familiar.
No ha sido una labor fácil. Los recursos económicos obtenidos para ésta se deben a la generosidad de personas, empresas y a la entrega generosa de aquellas que durante estos 40 años han hecho peticiones económicas de toda índole.Estas mujeres han dejado huella que es referente de vida. Dejaron su huella en su núcleo familiar, profesional y social. Y bajo su influjo muchas más ayudan a los demás a ser mejores, a ser santos, siendo ellas mismas un poco mejores cada día.
Como un homenaje a todas aquellas de quienes tanto he aprendido me propongo y les propongo una lucha en lo pequeño y cotidiano, tal como nos lo han trasmitido.• Saludar amablemente con una sonrisa a todos familia, amigos, vecinos, la persona que nos sirve, el portero, el que barre nuestra calle.
• Practicar la regla de oro "hacer a los demás lo que queremos nos hagan"
• Estar bien presentadas tanto en la intimidad del hogar como en la calle.
• Pensar bien del otro, evitar toda crítica fundada o infundada.
• Escuchar con verdadera atención a quien nos habla.
• Contribuir económicamente y divulgar las actividades espirituales, formativas, sociales y culturales de la Corporación.
• Realizar con la mayor perfección humana nuestro trabajo ordinario.
• Hacer la vida más agradable a los demás.
• Mantener un trato sencillo y diario con Dios.
• Frecuentar los sacramentos
• Y lo más importante: luchar por la santidad personal en medio del mundo, así haya que volver a empezar a cada instante.
DOCTRINA Y VIDA
FIESTA GRANDE: 90 AÑOS del OPUS DEI
por Concepción Campá
En la biografía El Fundador del Opus Dei, de Vázquez de Prada, se leen estas palabras de San Josemaria:
“Recibí la iluminación sobre toda la Obra, mientras leías aquellos papeles. Conmovido me arrodillé – estaba solo en mi cuarto, entre plática y plática – dí gracias al Señor, y recuerdo con emoción el tocar de las campanas de la parroquia de Nuestra Señora de los Angeles.”
En la biografía se concreta que era martes en la mañana, 2 de octubre de 1928, fiesta de los Angeles Custodios. San Josemaría estaba en el Convento de los Paúles haciendo un curso de retiro.
Yo también me conmuevo al escribirlo porque esto se lo vi contar directamente a San Josemaría en Roma el 21 de febrero de 1968. Lo contaba con emoción, reviviendo ese momento tan inefable y a todas nos contagió su sentimiento sobrenatural. Considero una gracia especial haberlo oído en directo del Fundador.
Han pasado 90 años, el Opus Dei está extendido en 60 países de los cinco continentes, de razas y culturas muy diversas. Con el mismo espíritu y objetivo; “servir a la Iglesia como la Iglesia desea ser servida.”
Trabajamos en la nueva evangelización con programas de atención a la familia, con formación doctrinal para jóvenes, con catequesis para los niños. El catecismo de la Iglesia Católico es un elemento importante en el trabajo..
“Recibí la iluminación sobre toda la Obra, mientras leías aquellos papeles. Conmovido me arrodillé – estaba solo en mi cuarto, entre plática y plática – dí gracias al Señor, y recuerdo con emoción el tocar de las campanas de la parroquia de Nuestra Señora de los Angeles.”
En la biografía se concreta que era martes en la mañana, 2 de octubre de 1928, fiesta de los Angeles Custodios. San Josemaría estaba en el Convento de los Paúles haciendo un curso de retiro.
Yo también me conmuevo al escribirlo porque esto se lo vi contar directamente a San Josemaría en Roma el 21 de febrero de 1968. Lo contaba con emoción, reviviendo ese momento tan inefable y a todas nos contagió su sentimiento sobrenatural. Considero una gracia especial haberlo oído en directo del Fundador.
Han pasado 90 años, el Opus Dei está extendido en 60 países de los cinco continentes, de razas y culturas muy diversas. Con el mismo espíritu y objetivo; “servir a la Iglesia como la Iglesia desea ser servida.”
Trabajamos en la nueva evangelización con programas de atención a la familia, con formación doctrinal para jóvenes, con catequesis para los niños. El catecismo de la Iglesia Católico es un elemento importante en el trabajo..
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