ETIQUETA

Al rescate del arroz
por  Lily Mosquera de Jensen

El arroz se adapta para cualquier ocasión y para cualquier presentación. Es el perfecto acompañamiento para cualquier plato o puede constituir un plato fuerte, por sí solo. No existe cocinero o cocinera que no lo incluya en sus recetas o que no se apoye en un buen arroz para completar un menú.

Con una base de arroz blanco ya cocido y frío (por ejemplo, si ha sobrado del día anterior), se puede preparar una exquisita comida, añadiéndole otros ingredientes como champiñones, espinaca, tocineta, almendras, etc.
Lo primero que se debe hacer es calentar un poco de mantequilla o de aceite de oliva en una olla gruesa, echar allí el arroz frío y calentarlo mientras se revuelve. Enseguida se añade lo que se ha escogido, salteándolo previamente en mantequilla o aceite, con un diente de ajo. Si se usa un poco la imaginación, se le puede agregar semillas de ajonjolí, perejil picado o ralladura de limón. Se puede variar con albahaca, cilantro fresco o comino. También se le puede añadir un par de cucharadas de salsa de soya o un poco de caldo básico, concentrado. Los vegetales pueden incluir, no solo espinaca sino repollo picado fino, cebolla, zanahoria, pimentón, acelga, aceitunas, alcaparras etc. En cuanto a carnes, fuera de tocineta, con el mismo método se obtiene una gran variación según lo que se le añade: puede ser jamón, pollo, roastbeef, salchichas o cualquier otra carne ya cocida y picada en tiritas.
Para complementar el plato, se puede ofrecer con queso parmesano, recién rallado.

El arroz se acomoda a casi cualquier sabor; por lo tanto se presta para combinarlo con lo que se quiera y así transformar un sencillo arroz blanco, de la víspera, en un suculento plato que podemos servir, con orgullo, cuando hay invitados. Si se quiere lograr un sabor mas exótico, se le puede mezclar cascos de naranja o mandarina (sin hollejo) y aliños como cardamomo, comino o cebollina fresca.
Fuera de esta manera bien sencilla de preparar un arroz diferente y variado, empezando de arroz blanco ya cocido, existen muchas recetas, un poco mas elaboradas, sin ser difíciles, que empiezan con el arroz crudo y quedan igualmente deliciosas.

DOCTRINA Y VIDA

¿Cómo puedo ganar la indulgencia del Jubileo?
por Concepción Campá

Tu Divina Misericordia, Señor, es amor, es perdón y es felicidad. El domingo segundo de Pascua es la fiesta de la Divina Misericordia y en el acto de consagración a Jesús Misericordioso la parte final dice: “Que toda la humanidad comprenda el abismo insondable de tu Misericordia, a fin de que poniendo toda su esperanza en Ella, pueda ensalzarla por toda la eternidad. Amén.”
Ya llevamos cuatro meses del Año de la Misericordia y, ¿qué camino personal hemos recorrido en este tiempo? ¿cuántas obras de misericordia he hecho?
Te cuento de nuevo los requisitos para ganar la indulgencia en este año del Jubileo:
  1. Prepararse previamente, acudiendo a la Confesión
  2. Recibir la Comunión sacramental.
  3. Con el deseo profundo de conversión, hacer una breve peregrinación  a uno de los templos designados en cada diócesis. En Cali son:  la Catedral, Santuario de Fátima, Santuario de la Medalla Milagrosa, Santuario Señor Jesús de la Divina Misericordia, parroquia Niño Jesús de Praga, parroquia Divino Salvador y las parroquias de Yumbo, Jamundí y Dagua.
  4. Pasar con devoción por la Puerta Santa, persignarse y rezar el Credo.
  5. Rezar por las intenciones del Papa Francisco.
  6. Hacer más adelante una de las catorce obras de misericordia (que son siete corporales y siete espirituales).
¡Qué felicidad tan grande queda en el alma después de ese encuentro con Jesús en la Confesión y en la Eucaristía!

FAMILIA

Aprendizaje constante
por Marta Cecilia Vergara A.

Los hijos van creciendo y los padres pretendemos seguir la misma rutina, las mismas costumbres, las mismas exigencias de cuando eran más pequeños, y se presentan situaciones difíciles porque, cuando ya hemos logrado la armonía que queríamos en el hogar, brotan necesidades nuevas por parte de ellos.

Por eso debemos ir por delante, prepararnos constantemente para ser mejores personas y, con el mismo amor de siempre, ayudarles a crecer. Al ser mejores personas, los hijos tendrán un mejor ejemplo y una mejor imagen de sus padres, que querrán imitar. Además aprender a ir modificando la vida familiar de acuerdo a las edades de los hijos, y en la adolescencia ser un apoyo de la forma que más los ayude a llegar maduros a la juventud.


El adolescente pone en tela de juicio todo lo que hasta ahora parecía seguro e incuestionable. Es una etapa de afianzamiento y enraizamiento profundo en esas normas y valores en que había sido educado, recogiéndolas y asumiéndolas desde ese momento como algo propio.
Por esto en las etapas anteriores es tarea fundamental de los padres buscar vivir esos valores y esas normas que consideran importantes para la vida; vivirlos, no como algo rutinario, sino con convicción personal.


Algo que impulsó al conocido actor Eduardo Verástegui a cambiar el rumbo de su vida fue una pregunta de su profesora de inglés. Le preguntó: “¿Cómo quisieras que fuera el esposo de tu hija?”  El hizo una descripción de las cualidades que para él eran importantes en alguien que merecería ser el esposo de su hija.  Su segunda pregunta fue la que lo hizo reflexionar y plantearse su cambio: “¿Y así eres tú?”.

 

SALUD Y BIOÉTICA

Las relaciones familiares
por Sonia  A. Muñoz F. MD

La vida en aislamiento y soledad lleva a la frustración personal y el hombre es un ser social por naturaleza, que necesita de los demás.
La familia es el núcleo donde nacemos y donde nos aceptan sin condiciones. No hay nada mejor que llegar a casa, escuchar el bullicio de los demás, a veces pelear por pequeñeces y luego volver a hacer las paces, reírse, comentar los quehaceres diarios con sus aciertos y dificultades, sentir un abrazo cálido, reproches certeros a nuestras conductas poco amigables, y todo, para vivir con paz interior y sentirnos amados por ser quienes somos. 


Sin embargo, a veces ocurre que relacionarnos con las personas de nuestra familia es más difícil que con los amigos o compañeros de trabajo.
Entonces, ¿cuál es el secreto para tener unas buenas relaciones familiares, asertivas, que nos permitan ser y crecer? ¡Claro que ya lo conocemos! … Es amarnos y ese amor se traduce en acciones concretas que implican:


• Ser auténticos y seguros de nosotros mismos
• Educarnos todos los días en el aprendizaje de las virtudes
• Ser sinceros y veraces… pero prudentes y oportunos
• Ser sencillos y generosos
• Cultivar la amistad familiar sin perder la autoridad-servicio
• La lealtad y la fidelidad entre todos
• La delicadeza en el trato y el respeto mutuo
• La alegría y el buen humor - no el sarcasmo ni la burla
• La comprensión con el comportamiento del otro, de acuerdo a su edad, a su salud y a su estado
• La paciencia
• La escucha atenta y oportuna
• El esfuerzo por no quejarse
• La sensibilidad frente al dolor del otro…poniéndome en su lugar
• Contarle a los demás como nos sentimos interiormente
• Y, siempre, la oración de los unos por los otros

MODA

Belleza y ancianidad
por Eva María de Trujillo


Celebraban sus bodas de oro mis padres. Mientras ellos avanzaban por el pasillo hacia el altar, alcancé a escuchar un piropo que una señora contemporánea le dedicó a mamá cuando pasó por su banca: “¡Más joven sí estabas hace 50, pero no más bella, querida!”

Era cierto. Los años pueden embellecer, pues lo bueno que hay dentro del corazón va reflejándose en el rostro y queda plasmado en las líneas de expresión. En la ancianidad ya no surten efecto los maquillajes, ni los tapujos;  la verdad no se puede ya ocultar. Cada arruga tiene significado y el rostro irradia bondad y alegría, cuando cuenta la historia de una existencia vivida con amor sirviendo a los demás.

La ancianidad no riñe con la belleza y tiene su propia moda. Me parecen hermosas las señoras mayores vestidas con sus prendas favoritas que evocan sus mejores tiempos. Admiro sus bufandas de seda, sus bolsos vintage, sus vestidos, en tonos pastel, de corte impecable, con cuellos y puños blancos, más algún detalle muy elaborado. Son francamente preciosas cada una en su estilo muy personal. En cambio, cuando las nietas las obligan a llevar algo a la última moda, generalmente se ven disfrazadas y pierden todo ese decoro.

Y si el destino las confinara a una silla de ruedas, también pueden seguir preciosas, cuando hay quien se preocupa por mantenerlas bien arregladas, como merecen, con ropa cómoda pero digna, con sus rodillas bien tapadas, el cuello adornado con una linda pañoleta o un collar, sus manos cuidadas y su cabello blanco bien peinado. Estoy segura de que desde el fondo de su corazón ellas agradecen todos esos servicios de embellecimiento.
En cambio, me dan pesar algunas otras que se ven abandonadas, embutidas en cualquier camiseta o sudadera que ellas jamás se hubieran querido poner, si no hubieran perdido toda su autonomía.
No olvidemos que toda mujer quiere verse lo más agradable posible, en todas las circunstancias de la vida. Hace una delicada obra de caridad quien ayuda a vestir dignamente a las ancianitas.