GENTE JOVEN


LUCES de la JMJ

por Alejandra Mondragón

Hemos experimentado en Panamá unos días intensos de gran estímulo para los jóvenes creyentes del mundo. La #JMJ es el gran impulso para la juventud y hoy solo queda dar un gran GRACIAS a la Iglesia entera, especialmente al Papa Francisco, quien nos da luces pastorales. Quiero compartir y reflexionar sobre el gran destello que personalmente encontré en el mensaje del Papa.  
En la clausura, escuché aquello que más me iluminó y me permitió ver con mayor profundidad el efecto de mi propio llamado sobre la Iglesia, cuando el #PapaFrancisco dijo: “Dios quiere jóvenes misioneros HOY, NO MAÑANA”, frase que llama la atención porque los jóvenes normalmente contamos con poca experiencia y constante necesidad de adquirir mayores habilidades. Y eso contrasta con la idea generalizada de que en la etapa de la juventud tenemos ciertas cualidades: somos más productivos, atractivos, dinámicos, creativos, entre otros.  
Al sentirme llamada como jóven a realizar misión AHORA, según palabras del sucesor de San Pedro, recordé las cualidades que poseemos y saltó de mi corazón la necesidad de ponerlas al servicio de la Iglesia a la cual pertenecemos y amamos. Y recordaba entonces que no sabemos cuándo nos visitará nuestra hermana muerte y por ello urge dar fruto cada instante de la vida.  
Y más adelante confirmó mi “Papito” -como le decían en Panamá- al decir: “Es el AHORA de Dios … que no espera situaciones ideales, situaciones perfectas para su manifestación, ni acepta excusas para su realización. El es el tiempo de Dios que hace justa y oportuna cada situación, cada espacio.” 
Y tiene mucho sentido, Dios quien nos ama infinitamente, brinda a cada situación su gracia y sus apóstoles. Somos el “equipo de Dios” aun cuando no tengamos mucha experiencia; fuimos pensados desde Su Sabiduría infinita para realizar Su Voluntad ahora, y nuestro “sí” es aquello que está esperando; estamos invitados para responder con amor el llamado a la tarea concreta que Dios nos pide, a dejarnos enamorar de Él y a construir su obra con toda nuestra vitalidad. 
Quiero dar GRACIAS también a cuantos han respondido “sí” y con su ejemplo han cambiado nuestras historias: Ahora somos más y seremos más contagiando nuestra alegría. ¡Esta es la juventud del Papa!. 

SALUD Y BIOÉTICA

BUENOS DÍAS, TRISTEZA
por Sonia  A. Muñoz F. MD

Así se llama el famoso libro de la escritora francesa François Sagan, escrito en 1954, y me pareció apropiado para tratar este tema que es a la vez interesante, conocido, pero no anhelado ni esperado. 
La tristeza es una de las emociones primarias, junto a la felicidad, la sorpresa, el asco, el miedo e la ira (recuerden la película de Disney, ‘Intensamente’). Las emociones tienen tres componentes: el cognitivo, responsable de los pensamientos y actividades mentales, el neurológico, de actividad cerebral y el fisiológico, de respuestas intracorporales.
Nos afecta todo el ser y la sentimos como respuesta asociada a un evento externo, como una desilusión, la muerte de un ser querido, el cambio de ciudad o de trabajo, la pérdida de una mascota, la frustración al no conseguir algo, las injusticias, la enfermedad, los cambios de edad, la soledad y sobre todo la falta de amor, entre otros.
Por ejemplo, en el caso de las mujeres es frecuente la causa hormonal, “hoy me siento triste y no sé por qué”. ¿Qué ocurre ese día? El ánimo está bajito, estamos más lentas que de costumbre, comemos poco o demasiado si hay ansiedad, tenemos menos paciencia con la familia o en el trabajo, nos concentramos con dificultad, tenemos ganas de dormir o de acostarnos a mirar hacia arriba y no queremos ni hablar, lloramos con facilidad, estamos muy sensibles y nos sentimos cansadas…
Nadie quiere estar triste; pero es humano y normal sentirnos tristes en estos casos. No nos tenemos que esconder. Es más, deberíamos disfrutar del alivio interior y la paz que se siente después de unas buenas lágrimas, una copa de vino y un hombro sobre quien apoyarnos. 
Hoy nos venden el paradigma de la eterna felicidad y a veces lo creemos hasta tal punto que evitamos la tristeza o nos parece un signo de debilidad. Pues no, podemos decir altivas “hoy siento tristeza en el alma” y esta emoción merece respeto, tiempo para ser vivida y no requiere ninguna medicación. 
Una vez permitas vivir tu momento de tristeza, recuperas el ánimo y de vuelta a la vida cotidiana con paz y alegría.

Un tema diferente es la depresión, que es una psicopatología, con la tristeza como uno de sus componentes y requiere de tratamiento médico. 

DOCTRINA Y VIDA

FILIACIÓN DIVINA, UN GRAN REGALO
por Concepción Campá

Con la fiesta del Bautismo de Jesús se finaliza el tiempo de Navidad que siempre nos parece corto. ¿Qué nos recuerda esta fiesta? 
Nada menos que la realidad más misteriosa que sobrepasa las maravillas que puede soñar la imaginación humana: la filiación divina. 
Somos hijos de Dios. 
Por la gracia del Bautismo hemos sido incorporados a la familia de Dios, participamos de la naturaleza divina. Por esto es tan importante bautizar a los niños cuanto antes.
Y por ser adoptados por Dios como hijos suyos, somos también hijos de su Madre, Santa María. Nos llenamos de alegría cuando repetimos: “Dios te salve, Reina y Madre, madre de misericordia…”
Cuando contemplamos el misterio de la filiación divina, hay algo que nos hace adorar en silencio lo que el entendimiento no puede comprender: es la caridad divina, el amor paternal, infinito, que Dios tiene a cada uno de nosotros.
El solo pensar a diario en esta realidad nos llena de confianza y nos da un nuevo sentido de la vida.
En el libro ‘Es Cristo que Pasa’, n.144, san Josemaría Escrivá nos dice: 
“¿Cómo es posible darnos cuenta de eso, advertir que Dios nos ama, y no volvernos también nosotros locos de amor? Es necesario dejar que esas verdades de nuestra fe vayan calando en el alma, hasta cambiar toda nuestra vida.”
En febrero seguiremos con este tema.

ETIQUETA

UN HOGAR ACOGEDOR
por  Lily Mosquera de Jensen

Uno de los primeros ambientes para trasmitir enseñanzas de educación en la vida diaria es el ambiente de su hogar. Por lo tanto, si se tiene en cuenta que los buenos modales siempre deben demostrar la importancia del trato amable con los demás, el hogar es la primera muestra de su personalidad y su manera de vivir. 
Con seguridad, lo primero que las personas que llegan a su casa, piensan de usted, es la impresión que les causa la decoración, su ambiente, un lugar de paz y armonía, donde los buenos modales tienen prioridad. No se requiere la perfección ni la elegancia, sino por el estilo agradable que le da un buen ambiente. Por ejemplo, un florero con lindas flores, algunas plantas colocadas en varios sitios, se refleja que los que allí habitan y también los que llegan de visita, perciben un ambiente agradable. No significa esto que su casa debe estar con una decoración muy especial para ser linda, porque posiblemente nunca podrá invitar a nadie.
La hospitalidad y la amabilidad social van juntas. Puede tratarse de elementos diferentes, por ejemplo, personas de diferentes países, con otros idiomas, pero se pueden sentir contentos y bien atendidos.
La persona que se muestra siempre amable en su hogar, deja ver la “regla de oro”, que es tratar a los demás como a usted le gustaría que lo trataran. Estas personas tienen las características de estos valores: tacto, respeto, flexibilidad, sentido común y confianza propia. Este trato es importante en todas las relaciones diarias, en las familias, donde el respeto y la consideración logran el vínculo de amor y afecto.
Tacto:  el trato entre los miembros de familia.
Respeto:  cuando hay diferentes opiniones, se debe respetar el concepto del otro y así se logra una mejor relación y horizontes más amplios.
Confianza propia:  La gente educada es segura de sí misma y claramente se puede comunicar con los demás, así se trate de una circunstancia difícil.
Flexible:  Si se trata de otras sociedades, se entiende las diferentes culturas y las respeta.
Sentido común:  La gente educada facilita las buenas relaciones con otros, adaptándose a las tradiciones de los demás.
Sentido común:  Al creer en buenos modales, se adapta a las necesidades de los otros, sin sacrificar las propias. Le dan importancia a la etiqueta como una parte natural de la vida diaria.

Con estas pautas, se logra vivir en todas las situaciones sociales, correctamente y con satisfacción.

(Columna publicada en El País, 6 de enero 2019)

DE TODO UN POCO

REFLEXIONES EN EL CAMPO 
por María Beatriz Toro de Luna

Cuando se puede descansar en una finca, esas primeras y silenciosas horas de la mañana son ideales para la oración, la reflexión y la lectura. Como fruto de esta última, quisiera trasmitir mis reflexiones y comentarios a una historia verídica, contada en un pequeño y apasionante libro, del que yo saqué una sencilla conclusión: 
Nosotros los cristianos católicos hoy tenemos libertad y grandes facilidades para vivir nuestra fe, aún a pesar del ambiente de descristianización actual, y en lo más íntimo, pienso que no nos damos cuenta de todos los dones que recibimos y, por tanto, no los valoramos como debiéramos.

El libro titulado "El precio a pagar" y escrito por el irakí Joseph Fadelle, es el relato de la conversión de un musulmán al cristianismo, con todas las dificultades y persecuciones propias de la sociedad musulmana y los tropiezos impuestos por los mismos cristianos en una sociedad donde carecen de libertad plena. Como en el Islam el cambio de religión se considera un crimen, sufre amenazas y golpes de su familia, prisión y torturas, y después de muchas luchas y estudio cuando logra ser bautizado, vive un largo calvario, incluso es atacado y disparado por sus hermanos de sangre.
Del final del libro copio textualmente estos apartes:

"Sin duda, eso es lo más difícil que Cristo me pide hoy: amar a mis enemigos. Si no se tienen, puede parecer fácil: pero cuando hay personas que han dejado su huella en tu carne, entonces al creyente le llega la auténtica prueba, la que demuestra si realmente es cristiano".
"Sentir que aun guardo dentro de mi ese rencor constituye un verdadero sufrimiento, una espina en mi fe."

Me pregunto: ¿Cuántas veces Jesús nos ha perdonado todas nuestras equivocaciones, infidelidades, fallas, errores, pecados grandes y pequeños?
Y yo, ¿sí he sido capaz de no guardar rencores y olvidar, de perdonar, como lo hace Dios conmigo?

SABERES DE MUJER

SABERES DE MUJER 2018
por Eva María de Trujillo

Con este video agradecemos a todas las personas que, con su valiosa colaboración, hicieron posible  las maravillosas experiencias hechas durante el año 2018 en nuestro programa SABERES DE MUJER 
Es este un espacio de formación, dirigido a la joven esposa, madre y profesional, para su crecimiento personal y óptimo desempeño en su tarea de multiplicadora de bienestar, cultura, paz y  felicidad en su propia familia y entorno.


Los objetivos del curso eran cobrar mayor conciencia del sentido de la propia vida; ahondar en temas de formación personal, coherencia de vida, libertad, perdón y misericordia en la convivencia familiar; profundizar en temas específicos de matrimonio; educación de los hijos (manejo de autoridad, pataletas, trato personalizado; educar la afectividad, autoestima); algunos temas de bioética (procreación artificial; cuidados paliativos). 
La metodología eran conferencias, mañanas de reflexión y una convivencia de talleres intensivos de dos días.
También se vieron temas generales, siempre útiles, como los buenos modales y etiqueta de mesa en familia; claves para vestir bien; el botiquín casero, etc.
Y además y no por último, se organizaron varias clases de cocina con temática, a beneficio de una labor social.
Resultado del año 2018: 
analizamos, aprendimos, nos divertimos, ayudamos; estamos dejando huella.