AMOR Y MATRIMONIO

PARA QUE EL AMOR NO SE ACABE

10 tips compartidos por Ana Calle en una reunión de amigas


¡Qué admirable es ver una pareja cumpliendo sus Bodas de Oro y mirando atrás con gratitud y satisfacción sobre tantas pruebas superadas con ternura. La felicidad es un secreto que solo conocen aquellos que perseveran. “Se me acabó el amor” jamás es razón para claudicar. Hay crisis que suelen ocurrir en todos los matrimonios y cada crisis implica un aprendizaje, una ocasión para madurar; son como un nuevo “sí”, para que el amor renazca fortalecido. Lo que determina qué historia contará cada pareja, comienza por aceptar que las cosas no saldrán siempre como queremos.

 A continuación 10 tips para que el amor no se acabe:
1. Confía en el sacramento del matrimonio: al recibirlo se te ha donado una gracia muy especial para superar dificultades. 
2. Amar no es estar enamorados; cuando pasa el enamoramiento comienza el verdadero amor, ese que no solo es sentimiento sino también convicción y compromiso. 
3. No esperes a sentir para hacer, sino haz para sentir. Lo espontáneo llega gracias a lo adquirido con esfuerzo. 
4. La mejor versión de ti mismo es cuando conquistabas a tu cónyuge. No dejes que esa versión amable de ti se desvanezca. Rescata aquello que hacía que esa etapa fuera mágica. 
5. Pierde las discusiones pequeñas, recuerda que estás trabajándole a un proyecto mayor. Termínalas con un abrazo.
6. Los períodos de desamor hacen parte del amor. No desfallezcas, se trata de constante dedicación y entrega. 
7. Amar es crecer juntos y aceptar que estamos en constante transformación como individuos y como pareja con el paso del tiempo y con esfuerzo. 
8. Amar es dialogar y aprender. Se demuestra el amor en nuestra disposición para aprender a re-conocer a nuestro cónyuge y sus nuevos intereses, aceptando nuevas circunstancias.
9. Amar es entregarse en cuerpo y alma. Es donarse plenamente y fundirse en uno solo, siempre desprendidos, ya que hay más satisfacción en dar que en recibir. El amor es el único sentimiento que se materializa:  trae como resultado un ser humano. 
10. Amar es un mandamiento de hoy, no se deja para mañana. El verbo “amar” se conjuga todos los días. 

DOCTRINA Y VIDA

CON LA MIRADA DEL AMOR
por Concepción Campá

En este Año de la Misericordia es importante revisar el amor, hacia dónde se dirige mi corazón con más facilidad a lo largo del día: ¿Amo a Dios y lo descubro en todo lo que sucede? ¿Dejo a veces la Misa del domingo por no considerarla el momento más importante de la semana? Recuerda que se cumple el precepto desde el sábado después de las doce.

“Lleva a tu diálogo con Dios esta consideración: como la santidad —la lucha para alcanzarla— es la plenitud de la caridad, has de revisar tu amor a Dios y, por El, a los demás. Quizá descubrirás entonces, escondidos en tu alma, grandes defectos, contra los que ni siquiera luchabas: no eres buen hijo, buen hermano, buen compañero, buen amigo, buen colega; y, como amas desordenadamente “tu santidad”, eres envidioso. Te “sacrificas” en muchos detalles “personales”: por eso estás apegado a tu yo, a tu persona y, en el fondo, no vives para Dios ni para los demás: sólo para ti.” (San Josemaría Escrivá, Surco 739)..

La misericordia de Dios, si dejamos que nos entre en el alma, nos lleva a revisar el amor, para ver dónde pongo el corazón, qué atrae mis sentimientos, o si por cualquier cosa salen reacciones de impaciencia, hasta de ira… 

La misericordia, para hacernos felices, tiene que invadir alegremente todo lo de nuestra vida. Quien se abandona en Dios, transmite, muchas veces sin darse cuenta, la alegría que Dios le da, una  “alegría que nace de la gratuidad de un encuentro. Es escuchar: «Tú eres importante para mí», no necesariamente con palabras.(...)Y es precisamente esto lo que Dios nos hace comprender…” (Palabras del Papa Francisco el 6 de julio 2013). 
Y lo que cada uno puede hacer comprender aprovechando las gracias que nos da el Año de la Misericordia. 
No se te olvide: sólo nos quedan tres meses para poder ganar el Jubileo.

MODA

VESTIR BIEN PAGA
por Eva María de Trujillo


Estoy segura de que ni tú ni yo catalogamos a las personas según su apariencia, ni juzgamos a nadie por la ropa que lleva puesta. Pero también es cierto que el arreglo personal es nuestra tarjeta de presentación, porque por lo que otros ven de nosotros, se forman una idea de quiénes somos. 

No basta ser una persona valiosa, inteligente y capaz, también hay que parecerlo. En el mundo laboral, sobre todo. Sabemos que para una entrevista laboral resulta crucial cómo te arreglas, comportas y si te vistes correctamente.

Pero es más: una investigación de la Universidad de Chicago sugiere que, aunque ya tengas ese puesto, no puedes descuidarte ni ceder a la mediocridad, pues tu forma de vestir en la oficina influye más de lo que tú crees. Según informa la revista Harper’s Bazaar de Inglaterra, el estudio monitoreó a más de 14.000 mujeres y hombres durante los 13 años siguientes a su grado profesional; les hacían seguimiento, comparando su atractivo y estilo personal con sus salarios del momento. Cualquiera se imagina que hay una relación entre la imagen de una persona profesional y el salario que gana, pero lo asombroso fue que comprobaron que aquellas personas que proyectan una imagen cuidada y atrayente ganan un 20 por ciento más que los que tienen un aspecto promedio. 

No se puede negar: en el mundo laboral somos percibidas y catalogadas según nuestra apariencia. ¿Es injusto? Sí, pero, ¿quién confiaría algo muy valioso a alguien que no parece merecer esa confianza?  Imagínate que tú eres la empresaria que contrata una asistente, pero la candidata se presenta sin bañarse, despeinada, con ropa manchada, en chanclas y sin poder encontrar en el caos de su mochila ni su celular ni las llaves… ¿Le confiarías tus finanzas?
Importa mucho que tengamos la óptima preparación profesional para ese trabajo y también importa la imagen personal. Es claro que el desorden, el desaliño y la falta de decoro en el vestir definitivamente pueden cerrar muchas puertas.