DOCTRINA Y VIDA

LA NOVENA A LA INMACULADA
por Concepción Campá

El mes de noviembre que está dedicado a los fieles difuntos, termina con la Virgen, pues precisamente a partir del día 30 se vive una costumbre mariana muy bonita, la Novena a la Inmaculada Concepción. Es ésta una de las fiestas de Nuestra Señora que se celebra en la Iglesia como de precepto, es decir, que no se puede faltar a misa.
La Novena a la Virgen Inmaculada empieza el día 30 y durante los nueve días, hasta el 8 de diciembre, podemos pensar en regalarle un pequeño detalle, algo que de verdad puedes ofrecerlo como un regalo personal, como un detalle muy personal entre tú y Ella. Eso será algo que hará feliz a la Virgen y a su Hijo Jesús.
Nuestro cariño a la Madre de Jesús se manifiesta de muchas maneras, por ejemplo, con el rezo del Santo Rosario donde podemos poner una intención o petición concreta.
Depende de ti dedicarle esos nueve días de preparación para la fiesta del 8 de diciembre y todo será poco para honrarla a Ella. Puede ser una bonita fiesta en familia, tradicional o con algo distinto y novedoso, que una la piedad con la vida en familia; es una costumbre que no se puede perder.

VARIEDADES


EMPAQUÉ UNA MALETA DE FELICIDAD 
por Martha Olga Botero

Una amiga del alma hace unos veinticinco años me preguntó si yo podía dictar una clase a un grupo de señoras jóvenes que estaban asistiendo en el Centro Cultural Cerronaya a un programa de formación integral llamado “Hacer Hogar”. 
Yo le contesté que con mucho gusto y, al preguntarle el tema a tratar, me reí porque me contestó que – como yo viajaba tanto - les enseñara algo práctico y muy útil: el arte de empacar una maleta. 
Y así fue. El día de la clase me vestí como nos vestíamos antes para viajar en avión, muy elegantes y con frecuencia hasta con guantes y sombrero; eso ya no se ve. Por supuesto llegué así a Cerronaya con mi maleta y, ¿qué fue lo que me encontré? Me encontré con gente queridísima y una casa bonita donde se respiraba mucha paz.

En mi maleta había prendas femeninas y masculinas. En clase doblamos blusas, faldas, camisas, sacos y pantalones; les enseñé el recato para empacar las prendas íntimas; y metimos los zapatos en bolsas de dulceabrigo para no ensuciar la ropa e incluso le abrimos espacio a una pava empacada de tal modo que se no se deformaba. 
Desde ese día y sin yo percatarme, empecé a ‘empacar’ deseos de volver a esa casa. Yo había quedado encantada. Poco a poco fui llenando mi alma con todas las maravillas divinas y humanas que yo iba descubriendo al lado de esas personas y, además, sentía que Dios me llamaba para colaborar en algunas de sus labores que me tenía reservadas.

Hoy en día agradezco que en ese primer centro de la Corporación para la Formación de la Mujer, haya podido a lo largo de todos estos años recibir tantas valiosas enseñanzas y muchos consejos que me han ayudado a sortear las dificultades que trae la vida y ser a la vez una persona inmensamente feliz dándome a los demás.

NUESTRA TRAYECTORIA

40 AÑOS FORMANDO MUJERES 
31 de octubre de 1978 - 2018

Esta hermosa aventura en realidad no comenzó hace 40 años, sino hace casi cincuenta, cuando desde Bogotá llegaban a Cali, a casa de ‘Mamá María’, personas del Opus Dei para dar charlas de formación humana y espiritual a un pequeño grupo de señoras que poco a poco fue creciendo. Fue como si se encendiera una luz dentro de ellas y tuvieron una visión nueva de su vida, de su día a día y de la importancia de su misión como mujeres en la familia y en la sociedad. 
   Los encuentros fueron mensuales, en casa prestada; ellas mismas invitaban a sus amigas, parientas, y a sus hijas pequeñas y adolescentes, para que se beneficiaran también de esta formación. En poco tiempo la labor creció hasta el punto de hacerse necesario alquilar una casa en el barrio Granada. Periódicamente también hubo atención sacerdotal y retiros espirituales en una parroquia de la ciudad.
   Con el esfuerzo de muchas personas y gracias a la cooperación de varias familias de Cali, en Octubre de 1978 se pudo comprar una casa en el barrio San Vicente en donde se abrió nuestra primera sede: el Centro Cultural Cerronaya. Para la compra era necesaria la creación de una entidad jurídica que se registró en la Gobernación el 31 de Octubre de 1978 como Corporación para la Formación de la Mujer, o sea, #cfmujer.
   Desde el principio se favoreció a personas de pocos recursos, como empleadas del hogar y adolescentes que llegaban del campo, y que recibían clases de alfabetización, cocina, corte y confección, cultura humana, primeros auxilios, etc. Esta iniciativa de desarrollo personal tuvo gran acogida y se hizo necesario alquilar una casa y crear en 1980 el Centro de Capacitación Sue, que durante 26 años formó parte de nuestra Corporación. Por sus aulas pasaron centenares de mujeres jóvenes, capacitándose en el manejo del hogar y aprendiendo a dignificar su trabajo. Más adelante, en 2006, esta labor se convirtió en una entidad propia llamada Fundación Educativa Sue, donde se realizaban talleres de gastronomía y cursos especializados de atención al adulto mayor. Durante 8 años salieron muchas promociones de graduadas como cuidadoras de niños con el programa de Técnico en Educación Preescolar. Se capacitaron muchas jóvenes que se formaron como personas y consiguieron trabajo; otras continuaran sus estudios en licenciatura en educación.
   Otra de las iniciativas sociales de la Corporación #cfmujer se desarrolló en Charco Azul y Villa del Lago, para empoderar a madres cabezas de familia de Aguablanca. Esta actividad tomó forma como institución propia y así nació el 12 de octubre de 1994 la Fundación Los Valles.
   La Corporación #cfmujer siguió adelante y 25 años después de su fundación, en enero de 1993 se adquirió una casa en el barrio Tequendama para atender mejor la formación de niñas bachilleres, universitarias y profesionales jóvenes en el nuevo Centro Cultural Catalpa.  
   Paralela a la labor en Cali, en 1997 se consiguió, gracias a la colaboración de los  benefactores, una finca en Ginebra, la Hda. La Esperanza, donde se organizan actividades de formación como convivencias, cursos de retiro y labores sociales que han impactado positivamente a la gente de los alrededores. Debido al creciente número de participantes que asisten a las actividades, en 2006 se amplió una zona de habitaciones como primera etapa de un plan maestro. 
   En 1998, la Corporación para la Formación de la Mujer fue distinguida por la Alcaldía Santiago de Cali con la Orden Sebastián de Belalcázar en la categoría gran Cruz de Caballero. 
   Recientemente, entre el 2013 y 2014, se vio conveniente trasladar el Centro Cultural Catalpa a una nueva sede más al sur de la ciudad, en Ciudad Jardín, donde se realiza  labor con gente joven y desde donde salen numerosas promociones rurales y brigadas de salud, que llevan servicios, ayudas, cariño y alegría a personas necesitadas.
Impacto:
   Han pasado 40 años; pudimos ser una luz en el camino para numerosas mujeres y familias. En este tiempo hemos impactado anualmente de manera directa a 3.700 mujeres, quienes irradian a su vez anualmente a 18.500 personas de manera indirecta. Queremos llegar a muchas más a lo largo del camino. Nuevas alianzas con instituciones y fundaciones nos permiten expandir nuestra área de impacto.
Motivación
   Lo que nos ha movido desde los inicios ha sido el AMOR y es lo que nos seguirá moviendo, el AMOR. 
   Sabemos que una mujer bien formada, con criterios claros, es multiplicadora de bienestar, cultura y felicidad en la familia, en su trabajo y en la sociedad. Y queremos que toda mujer sepa que su vida tiene SENTIDO y que a través de su TRABAJO PROFESIONAL BIEN HECHO y del cumplimiento de sus DEBERES FAMILIARES no solo se está realizando plenamente como persona sino también está contribuyendo a hacer de este mundo un lugar mejor.
   Los VALORES que hemos recibido los seguiremos transmitiendo. Continuaremos con mucha ilusión –de la mano de Dios y de nuestros benefactores- formando mujeres que luchen por ser íntegras, valientes y llenas de virtudes, para que con su vida iluminen también el camino de otras personas con el color de la fe y la esperanza.

CELEBRACIÓN 40 AÑOS


LO QUE NOS HA MOVIDO

En días pasados hemos podido celebrar nuestros 40 años en la  Casa Merced, con la presencia de algunas de las protagonistas de nuestra hermosa historia, muy contentas de haber podido ser una luz en el camino para numerosas mujeres y familias. 

En estas cuadro décadas, la Corporación  ha impactado anualmente de manera directa a 3.700 mujeres, quienes irradian a su vez anualmente a 18.500 personas de manera indirecta. Por supuesto, queremos llegar a muchas más a lo largo del camino y nuevas alianzas con instituciones y fundaciones nos permiten expandir nuestra área de impacto.

Lo que nos ha movido desde los inicios ha sido el AMOR y es lo que nos seguirá moviendo, el AMOR. 
Sabemos que una mujer bien formada, con criterios claros, es multiplicadora de bienestar, cultura y felicidad en la familia, en su trabajo y en la sociedad. Queremos que toda mujer sepa que su vida tiene SENTIDO y que a través de su TRABAJO PROFESIONAL BIEN HECHO y del cumplimiento de sus DEBERES FAMILIARES no solo se está realizando plenamente ella como persona sino también está contribuyendo a hacer de este mundo un lugar más amable. Deja huella.
Los VALORES que hemos recibido los seguiremos transmitiendo. Continuaremos con mucha ilusión –de la mano de Dios y de nuestros benefactores- formando mujeres que luchen por ser íntegras, valientes y llenas de virtudes, para que con su vida iluminen también el camino de otras personas con el color de la fe y la esperanza.

DE TODO UN POCO

¿PARA QUÉ SERVIMOS LOS ABUELOS?
por María Beatriz Toro de Luna

Los abuelos somos útiles para muchas cosas:
1. Dar y recibir amor desinteresado.
2.Transmitir la memoria colectiva de la familia, costumbres y tradiciones, dichos y apuntes, mostrar y explicar las fotos de antes, contar muchas anécdotas familiares y mucho más, de acuerdo al estilo de cada familia.
3. Asesorar en algunos asuntos familiares.
4. Calmar los ánimos y propiciar la paz familiar.
5. Contar historias y leer cuentos.
6. Divertir a sus nietos y divertirse.
7. Ayudar a cimentar la fe y los valores religiosos y morales sin imponerlos.

Estas tareas y muchas más las realizamos los abuelos con amor, pero -por jóvenes y activos que estemos- las debemos realizar en tiempo parcial; porque requerimos un tiempo para nosotros, para la vida social, para el cuidado personal físico y espiritual.
Somos felices con los nietos, y ellos dan un aire nuevo a nuestra vida, la renuevan y le dan un impulso vital y alegre que genera un estado emocional rejuvenecido.

Hay cosas que pienso que NO debemos hacer sino solo en casos verdaderamente excepcionales:
1. Sustituir a los padres. Ya ejercimos nuestra misión de padres y por ello con los nietos solo hacerlo en casos extremos: enfermedad o calamidad doméstica.
2. Ser abuelos de tiempo completo.

Ahora, con mayores expectativas de vida útil, tenemos a los bisabuelos que desempeñan un papel similar al de sus hijos los abuelos. Y tanto unos como otros nos debemos sentir amados, respetados, acompañados y útiles a la familia y a la sociedad.