SALUD Y BIOÉTICA

EL DON DE LA MATERNIDAD
por Sonia  A. Muñoz F. MD

Nunca como hoy es importante resaltar que la maternidad es un don exclusivamente femenino, así como la paternidad es un don masculino y el hijo como don y nueva vida que es, se merece y tiene el derecho a tener una mamá y un papá biológicos, que lo aman y aceptan como es; NO padres desconocidos (óvulo o espermatozoide de donantes), NO gestación tercerizada (vientre de alquiler), NO concepción en el laboratorio (fecundación artificial, manipulación y múltiples abortos).
Aquí van algunos detalles importantes y no tan conocidos que ocurren durante el tiempo de gestación, que es maravilloso y comprueban que el don maternal es natural:

A partir del momento de la concepción se produce a nivel bioquímico una comunicación materno-filial que se termina a los 6 meses del recién nacido, cuando por medio de la lactancia le pasamos anticuerpos al bebé que aún no los produce.
El óvulo y el espermatozoide al unirse y formar al bebe en su estado de cigoto, reprimen su actividad genética y el DNA de cada uno cambia (dejando una huella o impronta parental) hasta formar el DNA del nuevo individuo (único e irrepetible).
En la zona donde penetró el espermatozoide, se da una liberación de calcio (mayor concentración) que se difunde hasta el polo opuesto del óvulo (zona de menor concentración), y se traza el eje ventral (cara) - dorsal (espalda) del cuerpo, que se conservará hasta la etapa adulta y da lugar a la ubicación precisa de todos los órganos del cuerpo.
Hay una tolerancia inmunológica en el cuerpo de la madre y el bebé se concibe como ajeno, pero sin señales de peligro.
El feto aporta células frescas a la madre, que rejuvenecen su cuerpo y en el cerebro se produce el apego afectivo-emocional con cada hijo gestado.
La madre guarda en su cuerpo en cada embarazo, células madre fetales, que le pueden servir para reparar su propio cuerpo en caso de enfermedad.
Y por último, el cuerpo de la madre minimiza los defectos congénitos externos y apoya la maduración del feto y le ofrece la primera terapia en forma natural.

LABOR SOCIAL

BRIGADA DE SALUD
¡Qué alegría poder informar sobre otra Brigada de Salud realizada con mucho amor! 
Como cada dos meses salió un maravilloso equipo de profesionales de la salud, voluntarios, estudiantes y amigas del Centro Cultural Catalpa deseosas de invertir un domingo para llevar un poco de alegría y ayuda a la población más necesitada de alguna vereda cercana a la ciudad. Esta vez su labor se realizó en la Vereda Quinamayó, cerca de Potrerito.

DOCTRINA Y VIDA

¿POR QUÉ NO LA VE?
por Concepción Campá

Mes de Mayo, mes de María, mes de Nuestra Madre. Es un mes de fiesta y más este año que el día 13 celebramos el centenario de la aparición de la Virgen a los pastorcitos de Fátima en el valle de la Cova de Iría, en Portugal. 
Era mediodía y los niños fueron sorprendidos por un relámpago. No vieron señales de tormenta pero otra vez vino el rayo. Los niños se fueron en dirección de una pequeña cueva. Se sorprendieron al ver sobre una encina cercana a una bella Señora vestida de blanco, más brillante que el sol…
“No teman”, dijo la hermosa Dama. 
Sin miedo Lucía le preguntó: “¿De dónde es usted?”
“Vengo del cielo”, contestó.
Luego preguntó Lucía: “Viene del cielo… ¿Iré yo al cielo?” 
“Sí, sí irás”.
Pensando en sus compañeros, Lucía añadió: “¿Y Jacinta va también?”
“Irá también”.
“¿Y Francisco irá también al cielo?”
Al oir su nombre, Francisco se volvió y vio a las niñas mirando hacia el arbolito y, no viendo nada, él gritó: “Tírale una piedra a ver si se va…”
“¿Por qué Francisco no la ve?” preguntó Lucía a la Dama. 
Entonces Nuestra Señora contestó las palabras que debemos tomar muy en serio:
“Dile a Francisco que diga el Rosario y me verá.”
Inmediatamente Francisco tomó el Rosario y empezó a rezar; antes de terminarlo sus ojos se abrieron y pudo ver a la Virgen.

También a nosotros nos puede pasar que no vemos las acciones de la gracia de Dios, que no entendemos algo que Dios nos pide e incluso que tengamos dudas de fe. 
Sigamos entonces el consejo de la Virgen: “…que diga el Rosario y me verá.”
Porque en el Rosario rezamos a Dios con el Padre Nuestro y el Gloria, meditamos escenas de la vida de Cristo y nos acercamos a la Virgen María como hijos pequeños que, sin su ayuda, no podríamos seguir adelante en lo que Dios nos pide.

DE TODO UN POCO

EL VALOR DEL TRABAJO
por María Beatriz Toro de Luna

Con motivo del Día del Trabajo, quiero compartir mis pequeñas reflexiones:
1. Todo trabajo tiene algo de manual: El pintor de cuadros o de brocha gorda, el músico, el escritor, el odontólogo, el cirujano, el ama de casa, la empleada del hogar, el diseñador, la madre, el padre, el chef y  tantos otros trabajadores que justamente usamos nuestras manos para dar forma a nuestro trabajo. Gracias a Dios por nuestras manos, y por la capacidad que nos ha dado para reemplazarlas por los pies o por la boca, como en el caso de tantos seres extraordinarios que han sabido superar sus limitaciones.
2.  El trabajo no es solo una manera de obtener el sustento económico, sino el modo más humano y más noble de crecimiento personal y servir a las personas, a la familia y a la sociedad. 
3. El trabajo bien realizado nos permite adquirir o crecer en una serie de virtudes humanas, cristianas y sociales que nos hacen mejores personas y lograr que los demás también lo sean:
- Laboriosidad (no perder el tiempo)
- Puntualidad (hacerlo cuando se debe, sin posponerlo).
- Orden (tener prioridades en la ejecución, seguir un plan, así ni perdemos el tiempo ni olvidamos las cosas). 
- Humildad (preguntar lo que no entendamos o no sepamos y  saber aceptar las sugerencias, recomendaciones o reconvenciones).
- Fortaleza (para superar las dificultades) 
- Alegría y optimismo (crear un buen clima laboral,  donde no haya criticas,  compincherías ni engaños).
- Constancia y responsabilidad (terminar lo que iniciamos y realizarlo lo mejor posible).
- Justicia (hacer bien las cosas para ganarnos nuestro sueldo honradamente y saber retribuir como merecen a quienes nos colaboran)
- Estudio (actualizar conocimientos y aumentar nuestra capacidad y prestigio).
- Respeto tanto a nuestros superiores como a quienes tenemos bajo nuestro cargo.
4. El trabajo es un medio excelente en la formación de los hijos. Esos pequeños encargos del hogar los harán personitas responsables, colaboradoras en la vida de familia, los capacitarán para responsabilidades futuras y forjarán su carácter.
5. Como colofón, el trabajo bien hecho y ofrecido a Dios es el medio más corriente y sencillo para la santificación personal.
6. Y si me preguntaran, ¿cuál es el trabajo humano más valioso? ¿el intelectual, el manual, el del artista, el de la madre ama de casa o el del gobernante…? 
Yo respondería: “Aquel que se hace con más amor.”

ETIQUETA

LA CONVERSACIÓN Y SU ENCANTO 
por  Lily Mosquera de Jensen

Una buena conversación es como una obra de arte. Se tiene la oportunidad de mostrarse creativo, singular, atractivo y lograr el interés de la otra persona. La clave para disfrutar de una buena conversación es escuchar más y hablar menos. La comunicación requiere prestar atención a la otra persona, hasta que haya terminado, responder apropiadamente y expresar su opinión o comentario; así se crea un buen ambiente.
Es importante que la voz suene agradable, lo mismo que las expresiones faciales y el lenguaje corporal. Su sonrisa, su buen humor y sus ademanes pueden impactar a su interlocutor para lograr un rato ameno. Tener en cuenta también el timbre de la voz, así como la agudeza, la sonrisa y la postura. Con la práctica se puede aprender y mejorar cada vez. Se adquiere más confianza, el nivel se mejora y se logra más comunicación con los compañeros de estudio o trabajo, con los jefes, clientes  y con los amigos. 
La clave para ser un buen conversador es la habilidad de saber escuchar. Se debe prestar atención tanto como hablar. 

Algunas recomendaciones para ser buenos oyentes: 
Manténgase atento y siga la conversación, sin interrumpir con otro tema. 
Guarde el contacto visual, mirando con atención a quien habla. 
Sonría, si es del caso, o demuestre asentimiento al mover su cabeza. 
No interrumpa, pero cuando la otra persona termine, exprese una opinión oportuna y grata.
Si la persona que habla es tímida, se le puede ayudar haciéndole algunas preguntas respecto al tema, que requieran respuestas con alguna pequeña narración. Por ejemplo, “¿qué hace en los tiempos libres, para divertirse?” De esta forma, la conversación puede ser más fluida y grata.
Por otro lado, a muchas personas les encanta hablar de su propia vida y de sus actividades. Las preguntas sinceras y educadas le ayudarán a seguir una agradable charla, que le permitirán conocer a su amigo y contarle a su vez experiencias de su propia vida.

¿Qué se debe evitar en una conversación social? 
Intimidades, debates, chismes, insultos, entrevistas, regaños, alzar la voz, hablar mal de otros...
Tener en cuenta que la conversación es la esencia de la comunicación, y con la práctica aprendemos no solo de qué hablar sino cómo hacerlo. 
Siempre podemos aprender y así nuestra naturalidad y seguridad aumenta y lograremos mejores relaciones en nuestra vida social y laboral.

Tristemente en nuestros días, la pasión por la tecnología impide experimentar lo mejor de la conversación cara a cara. 

MODA

RECORDANDO A MAMÁ
por Eva María de Trujillo


Perdí la noción del tiempo mirando fotos de Mamá y tratando de escoger la más linda para fondo de pantalla en este mes de las madres. ¡Cuántas historias evoca cada una de esas fotos desteñidas con sus modas de antaño! ¡Cuántos detalles olvidados empiezan a aflorar en la memoria remota! ¿Cuán placentero es observar los pormenores y recordar! 
De vez en cuando sí resulta saludable permitirle al corazón transportarse al pasado con los seres queridos, mirándolos con la perspectiva del tiempo. De pronto, esa hermosa joven de rostro tan familiar que vemos en la foto, deja de ser solo Mamá y empieza a valorarse como la mujer que fue; empiezan a comprenderse las circunstancias de vida que le tocaron, las dificultades que tuvo que superar, los sacrificios que tuvo que hacer para llegar a ser quien fue y poderte dar todo lo que sembró en ti. 
Acabas reconociendo que tu madre también recorrió etapas de vida, que fue una niña de grandes sueños; que fue adolescente en un mundo lleno de incógnitas, que fue una joven en busca de su camino de amor, que fue una mujer que, llenándose de esperanza y fe, te trajo al mundo, y que desde ese día jamás dejó de pensar en ti… esté donde esté, incluso en el cielo.
El legado de enseñanzas que deja es interminable, desde bañarte, vestirte y salir a saludar, desde enhebrar una aguja hasta coger un dobladillo, desde escribir la 'A' hasta prepararte para tu examen final de grado. 
Probablemente fue la madre quien moldeó tu conciencia desde pequeñita. Fue ella quien te dijo qué estaba bien y qué estaba mal, qué es una mentira y qué es verdad, qué es obrar bien y qué no es… ¿No suena aún en tu oído su voz cuando con sinceridad evalúas tus acciones?
Pero no nos quedemos en añoranzas ni nostalgias, pues la vida tiene que seguir. Valoremos más bien ese tesoro recibido y transmitamos las valiosas enseñanzas a muchos otros.
Y procuremos ser nosotras mismas esa mujer maternal que otras personas puedan recordar algún día con gratitud.