60° ANIVERSARIO

Una mujer valiosa
Concha, una mujer cuya historia de vida vale la pena rescatar, pues llegó a Colombia a dejar marcado un gran ejemplo de vida
Columna de Lily Mosquera de Jensen en El País del domingo 13 de abril de 2014
 
Concha, como familiarmente la llaman, llegó de España a Colombia, el Jueves Santo 15 de abril de 1954, con la ilusión de impulsar una perseverante siembra del Opus Dei en esta tierra maravillosa.
Había estudiado química de laboratorio en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Barcelona. En Bogotá, Concha se hace colombianísima, porque todo en el nuevo país la llena de entusiasmo y se mueve en aquel  “Soñad y os quedaréis cortos” inspirado por las enseñanzas de San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, prelatura de la Iglesia Católica que motiva a buscar la santidad a través del trabajo y de la vida ordinaria.


Concha se toma muy en serio una gran misión:  trabajar por la dignidad de la mujer y su desarrollo espiritual, familiar,  profesional, sin importar su cultura, raza, condición social o edad, y se dedica a impartir una formación en temas de familia y desarrollo humano que lleva a la búsqueda de la propia santificación en la vida diaria.

En este tiempo ha logrado promover la fundación de instituciones educativas y entidades sin ánimo de lucro, en varias ciudades del país, que desarrollan proyectos encaminados a la formación integral de la mujer, y centros culturales femeninos, entre otros.

En Cali, su amada ciudad, impulsó la fundación de la Corporación para la Formación de la Mujer, entidad que celebró sus 35 años trabajando en el Valle del Cauca, y que da origen a la Fundación Los Valles,  que capacita a mujeres cabeza de familia del Distrito de Agua Blanca,  la Fundación Educativa Sue, que capacita a jóvenes bachilleres que no cuentan con  recursos para ingresar a la universidad;  el Centro Cultural Cerronaya y el Centro Cultural Catalpa, con diversos programas e iniciativas sociales. Todos estos programas inspirados por las enseñanzas de San Josemaría Escrivá de Balaguer.

Hoy agradecemos a estas primeras mujeres que vinieron a Colombia con la ilusión de dar a conocer sus enseñanzas, y nos sentimos afortunadas de contar en Cali con la presencia de Concha, quien cada día nos sigue dando ejemplo de alegría y servicio.

ETIQUETA

Redescubrir el silencio 
por  Lily Mosquera de Jensen

A través del silencio podemos construir puentes hacia nuestra propia alma.
Muchas personas, especialmente la juventud, no saben descubrir esta oportunidad. Siempre están rodeados de algún tipo de ruido, así se llame música. Me decía un padre de familia, “ellos la llaman música; yo la llamo bulla”. No solo los jóvenes; también los adultos parecen pegados a alguna comunicación electrónica que los aísla de su propio yo. Nadie quiere estar solo. Puede que físicamente esté solo, pero conectado a algún aparato.
Los sabios de las milenarias culturas orientales siempre enseñan e indican la manera cómo el ser humano debe aprender a encontrarse consigo mismo para alcanzar el equilibrio entre cuerpo, mente y emociones. De allí surgen teorías, escuelas y métodos para lograr esa armonía. Y naturalmente siempre predican la importancia de descubrir el silencio.

Esta época de Semana Santa, si antes de asistir a los oficios religiosos tenemos la suerte de conseguir aislarnos un poco, puede ofrecernos el momento que, sin buscarlo, nos estaba haciendo falta.
Si nuestro plan es ir al campo, a alguna finca, el entorno en medio de la naturaleza es el ideal. Encontramos armonía, tranquilidad, nos metemos dentro de nosotros mismos y ¿que tal si prestamos atención a nuestro corazón que no ha dejado de latir por miles de días?  Podemos escucharlo, sentirlo, sin necesidad de medirlo, solo admirarnos de su movimiento rítmico que nos da vida minuto a minuto.  ¡Qué rico no percibir ningún ruido producido por el hombre!. Solo el viento o los sonidos de la naturaleza.

Es el momento propicio para encontrarse con Dios, nuestro Creador. Igual que se les indica a los niños, nosotros los adultos solo debemos limpiar un poco aquellos puntos de contacto para que la inspiración surja y comunicarnos con ese Dios-Amor.
El nos habla en susurro. El silencio que nos rodea nos permitirá escucharlo. Quizá no hacen falta palabras; no hacen falta oraciones aprendidas de memoria. Bastan los sentimientos; es la hora del corazón.

FAMILIA

El amor también es sacrificio
por  Elizabeth Aguilar
 
A través de los años se le han asignado al amor muchos calificativos, pero pienso que el más importante es que el amor es sacrificio; de lo contrario no seria verdadero amor. Pero no confundamos amor sacrificado con sufrimiento o tristeza, no. Es realizar sacrificios por el ser amado y sentir un infinito gozo al realizarlo.

Es muy importante inculcarles a los hijos que se pueden hacer grandes y pequeños sacrificios por los demás y esto se logra a través del ejemplo que les den sus padres en el hogar:


- El padre o la madre que madrugan a trabajar aunque no se sientan bien de salud, con el fin de conseguir el sustento para su familia.
- El que llega a casa agotado y lleno de problemas pero los deja en el tapete de la entrada, cambia su rostro de amargura por una gran sonrisa, besa y abraza a su esposa y juega con sus niños tirándose en el suelo como un pequeño o haciendo de caballo para que ellos cabalguen sobre él.
- La esposa que también está cansada por las labores de la casa, el cuidado de los niños y cargas laborales externas, pero se arregla y está linda para recibir a su marido, echando mano de su creatividad para brindarles una deliciosa cena o recurrir a una actividad para que todos disfruten.


Amor es ceder en ocasiones a nuestras preferencias para darles gusto a los demás; es ceder el asiento más cómodo, la mejor presa o la porción más grande, atender al que está enfermo… Esos son algunos de los pequeños grandes sacrificios que gustosamente se hacen por amor.


El mayor ejemplo de Amor que podemos aplicar en nuestra vida y podemos explicar a nuestros hijos, aprovechando esta Semana Santa, es el sacrificio que hizo Jesús, al dar Su vida para salvarnos a todos.

MODA

El cabello largo
por  Eva Maria de Trujillo

El cabello largo, atributo femenino por excelencia, ha atraído las miradas a través de los siglos. En cierta forma, instintivamente se viene relacionando con la juventud, la salud y la belleza de la mujer.
Desde niña, sueña con tenerlo largo como las princesas; en la pubertad su pelo se convierte en obsesión; pasa horas ante el espejo cepillándolo; de adolescente sigue peinándolo, midiéndolo,  observando de cerca sus puntas, enredando sus dedos en algún mechón, jugando con él, ensayando formas de recogerlo y volverlo a soltar, agitándolo, ondeándolo; en fin, pueden pasar horas sin que el cabello deje de ocupar sus manos en una permanente actividad casi inconsciente e incontrolada, la cual, por supuesto, la distrae y no la deja concentrarse en lo que realmente debiera.
Cuando se da cuenta de que hay muchas cosas que puede hacer mejor con la cara despejada, ella resuelve recogerlo en cola de caballo y empieza a progresar en sus estudios y metas.
Ya graduada, aunque la empresa donde trabaja no le sugiera una determinada imagen corporativa, ella por sí sola experimenta que es más funcional y decoroso llevar su cabello largo recogido, ya sea parcialmente o del todo, en una gran variedad de peinados muy atractivos.
En la oficina, la melena larga puede dar una imagen poco profesional y demasiado casual – sobre todo si no hay tiempo para llevarla impecablemente bien cuidada a toda hora -. Además existe el peligro de que con el cabello suelto salga de nuevo a flote la imagen de la niña de trece que distraída manosea su mechón, mientras la profesora le toma el examen en el tablero.
Una persona que en el trabajo juega con su pelo genera una impresión de inseguridad e incapacidad, o de frivolidad y coquetería, sobre todo en el mundo laboral donde prima la imagen clásica de seriedad y confiabilidad ( p.ej. en finanzas). 
En los sectores de la salud  y de alimentos son las razones de higiene y pulcritud  las que obligan a llevar el cabello recogido, pues cada vez que se pasa la mano se desprenden pelos. (Según Wikipedia, una persona normal pierde entre setenta y cien pelos al día.)
A lucir y disfrutar, pues, esa cabellera bien cuidada en el tiempo libre, y siempre recordando la urbanidad: 
Tanto en el comedor como en un restaurante, en el teatro, en una conferencia, en la iglesia, en reuniones sociales, etc. el único sitio correcto para arreglarse el cabello es el tocador de las damas.

SALUD Y BIOÉTICA

El Dispositivo Intrauterino (DIU)
por Sonia A. Muñoz F. MD

Es un pequeño aparato de plástico, flexible, que con frecuencia  lleva un alambre de cobre y que puede liberar progesterona en forma gradual (Mirena). Se coloca vía vaginal, situándolo en el interior del útero femenino.
Su duración media es de 10-12 años.
Su mecanismo de acción “según los fabricantes” es impedir la unión del óvulo con el espermatozoide.
Lo que realmente ocurre es una reacción a cuerpo extraño, causada por la presencia del dispositivo dentro del útero o efecto mecánico – irritativo local, que promueve la liberación de leucocitos y prostaglandinas (células de defensa del organismo), que producen a su vez la inflamación de la mucosa uterina, aumento de la movilidad uterina y de las trompas y un medio hostil tanto para los espermatozoides -efecto espermicida-, como para el cigoto (óvulo fecundado), impidiendo la implantación  -efecto francamente abortivo-. El cobre aumenta el efecto espermicida. Los progestágenos  espesan la secreción cervical alterando el mecanismo de transporte de los espermatozoides e impidiendo la ovulación - efecto anticonceptivo-.
Su efecto fundamental es totalmente anti-implantatorio y por tanto abortivo precoz.
Su eficacia teórica es de 0.6 a 3 embarazos -eficacia práctica por cada 100 mujeres en el primer año.
Está contraindicado su uso durante el embarazo; también en caso de infección pélvica, Infecciones de transmisión sexual, cáncer, enfermedad hepática, hemorragias uterinas o sangrados inter menstruales.
Sus efectos secundarios son:
- Cambios menstruales: sangrado abundante, goteo entre períodos, aumento del

  cólico menstrual.
- Cólicos agudos durante los primeros días posteriores a su inserción.
- Perforación de la pared uterina.
- Infecciones, enfermedad pélvica inflamatoria y hasta infertilidad, posterior a

  ellas.
- Puede salir del útero sin que la mujer se dé cuenta.
- Embarazos ectópicos o fuera del útero
- Dolores de espalda, alergias locales al cobre-níquel