ANIVERSARIO 35

¡35 años sirviendo!
Por  Elizabeth Aguilar

Estamos cumpliendo 35 años de labores comprometidas con la formación integral de la mujer en el Valle del Cauca. La Corporación para la Formación de la Mujer comenzó por iniciativa de un grupo de señoras, quienes con mucha fe, gran generosidad y visión de futuro se comprometieron a sacar adelante una institución que se dedicara a la formación integral de mujeres de todas las edades, razas, profesiones y circunstancias sociales.
 
Durante estos 35 años, miles de familias vallecaucanas se han fortalecido y beneficiado, gracias a la formación y el acompañamiento que han recibido incontables mujeres en los programas de nuestra Corporación.
 
En el Centro Cultural Cerronaya se ofrecen cursos de desarrollo personal, convivencias y otros espacios de formación integral para profundizar en saberes que conforman la riqueza de la mujer y son tan necesarios para el crecimiento personal en cada etapa de la vida y el óptimo desempeño de la propia misión en el matrimonio y en la educación de los hijos, para lograr el bienestar y la convivencia feliz de toda la familia.
 
El Centro Cultural Catalpa, las actividades se dirigen a niñas bachilleres y universitarias con el fin de complementar su formación académica y profesional. El objetivo es prepararlas para su óptimo desempeño como futuras madres, educadoras, profesionales, líderes, con sentido de responsabilidad y solidaridad, sabiendo que servir a los demás es la base de la felicidad.
 
Gracias a la generosidad de muchos donantes se ha podido instalar en su primera etapa una casa de convivencias en la antigua Hacienda La Esperanza, ubicada en la región de Ginebra, cuyos bellos espacios naturales invitan a la reflexión. En un sencillo ambiente campestre se realizan  seminarios y retiros para todo tipo de personas, así como programas de formación con familias de la región.
 
En estos 35 años, la Corporación para la Formación de la Mujer dio vida a otras dos instituciones sin ánimo de lucro, que ya gozan de vida propia: la Fundación Los Valles, que desarrolla programas de formación dirigidos a mujeres de Aguablanca, y la Fundación Educativa Sué, en Prados del Norte, donde se han capacitado muchísimas mujeres en el manejo del hogar y actualmente en gastronomía.

ENTREVISTA

Con motivo del aniversario 35 de la fundación de la Corporación para la Formación de la Mujer, entrevistamos a una de las muchas personas que se formaron en sus programas:
 
¿Qué ha significado para usted la Corporación para la Formación de la Mujer?

Dilia María Sánchez O. responde:

“Nací cerca a Guapi y muy joven vine a Cali a trabajar. En 1983, una señora me recomendó tomar un Curso de Hogar en la Corporación y más tarde tomé otro de Corte y Confección. Me enseñaron bastante, también sobre muchas otras cosas que son importantes en la vida. En 1989 se vinieron de allá mis papás y mis hermanos, conseguimos una casita y entre todos cuidamos a mi mamá hasta que falleció.
Pero yo siempre seguía buscando mi formación espiritual allí y asistía a cursos y aprendí tanto, que después pude colaborar con u programa de la Corporación, dando clases de hogar y de cocina a grupos de niñas del distrito de Aguablanca.
Para mí ha sido una dicha muy grande haber encontrado este camino.”
 

ENTREVISTA

Con motivo del aniversario 35 de la fundación de la Corporación para la Formación de la Mujer, entrevistamos a una de las muchas personas que se formaron en sus programas:
 
¿Qué ha significado para usted la Corporación para la Formación de la Mujer?
Libia Narváez N. responde:
 
“Soy de Timbío, Cauca, y en 1988 vine a trabajar a Cali. En mis ratos libres tomé en Cerronaya un curso de Modistería y luego otro de Primeros Auxilios. Me encantó el ambiente de estudio, el trato amable y la alegría con que nos enseñaron a trabajar  y a trabajar bien. Compré una máquina de coser y empecé a dar clases a mis amigas y así se fue pagando la máquina.
Más tarde tuve oportunidad de formarme más y a viajar a Roma para trabajar en la administración de un centro cultural universitario internacional, donde vivían personas de todo el mundo. Allí estuve durante once años maravillosos.
Desde mi regreso he podido transmitir mis experiencias y todo lo aprendido a muchísimas niñas y jóvenes que asisten a los programas que organiza la Corporación. Estoy feliz de ver que se han multiplicado tanto.”
 

DOCTRINA Y VIDA

Las Almas del Purgatorio
Por Concepción Campá
 
El mes de noviembre lo dedica la Iglesia a las Almas del Purgatorio ofreciendo sufragios para que puedan cuanto antes purificarse y ser admitidas en el Cielo.

El Purgatorio es una muestra de la misericordia infinita del Señor, que quiere que todos los hombres se salven. Muchas personas mueren sin ningún pecado mortal, por la gracia de Dios, pero sin estar suficientemente purificadas de sus pecados. Y como en el Cielo “no puede entrar nada sucio”, como dice el Apocalipsis, sus almas han de limpiarse para ser admitidas en la visión de Dios, es decir, en el Cielo.

Esta es la finalidad del Purgatorio, del que San Josemaría Escrivá afirmaba: ”…no es una pena, sino una necesidad para el alma que está en pecado. Es una muestra del amor de Dios que me gusta comparar al cariño de una madre que coge al niño, y lo mete en agua y lo enjabona y lo perfuma y lo arregla, ¡y al fin el crío está hecho un cielo!”.

Pero las almas del Purgatorio ya no pueden hacer nada por sí mismas para llegar al Cielo, en cambio sí pueden ayudarnos mucho a los que todavía estamos en la tierra, intercediendo ante Dios por nosotros.

Es dogma de fe que el Santo Sacrificio de la Misa y las indulgencias, oraciones, limosnas, sacrificios, ayunos, etc., que ofrecemos por un difunto en concreto o por todas las almas que lo necesiten, les sirven de gran consuelo y les ayudan a mitigar el rigor de sus penas.
Seamos muy amigas de las almas del Purgatorio y saldremos ganando todos.  

MODA

Tiempo de reinas
Por  Eva Maria de Trujillo

A principios de noviembre domina el tema de las reinas de belleza, cosa que motiva a muchas mujeres a desempolvar su vanidad, a cuidar su figura y poner más esmero en su propio arreglo personal. Y eso es bueno, pues la propia imagen no puede abandonarse a ninguna edad y en ninguna circunstancia normal de la vida.
Todas somos reinas para alguien y nuestro físico contribuye mucho para hacer de nuestro entorno un lugar más decoroso. Somos parte importante del panorama que tienen que mirar a diario las personas con las que convivimos. Si cada mañana comenzamos por ponernos una sonrisa sincera y unas prendas bien cuidadas y combinadas con gracia, podemos ofrecerle a los demás el regalo de un aspecto gratificante.
Una mujer abandonada, desanima; una mujer compuesta, resulta siempre estimulante. Es muy cierto que con su manera de arreglarse, la mujer marca el tono en su ambiente y determina la calidad del trato hacia ella.

Mas estos reinados mediatizados influyen también en que miles de niñitas del país sueñen con llegar a ser modelo en las pasarelas y piensen que lo que les garantizará su felicidad es un cuerpo escultural.
Expliquémosles la diferencia entre mostrarse y arreglarse, entre buscar ser mirada y desear ser admirada.
Con eso que llevas puesto, ¿cómo te miran? ¿cómo un objeto, como una mercancía?
Niña, ¡que puedan mirarte a los ojos y admirarte con respeto, sin deseos egoístas, con alabanza!
Toda mujer quiere lucir bella, o al menos, lo mejor posible. Sí, todas queremos agradar. Pero tú, ¿cómo quieres tú gustar? 
No quieras gustar y provocar como un postre que se prueba y luego se disfruta otro. ¡No quieras gustar ofreciéndote como un juguete! No te rebajes. Tú eres una persona, única e irrepetible en este mundo, y tienes una  gran valía que se basa en muchísimo más que en ciertas medidas corporales.

ETIQUETA


El buen ambiente en la comida 
Por  Lily Mosquera de Jensen

A través de mi actividad culinaria, y en medio de mi pasión por la comida, he aprendido que el comer no es solo una necesidad animal, sino que combina una serie de componentes espirituales que influyen en el bienestar del ser humano. El primero, que siempre he enfatizado, es el amor que se debe poner en la preparación de los alimentos, para transmitir a los comensales todos los sentimientos de cariño y afecto a través de la comida. Adicionalmente, alrededor de la mesa se logran las mejores conversaciones, amistades y hasta los más importantes tratados internacionales.

Por otro lado, a través de mis escritos siempre he recalcado la importancia de aprovechar la hora de la comida para reforzar los valores familiares, mantener un diálogo agradable, y aprovechar la unión de todos en la mesa. Se debe lograr que sea éste el momento de escuchar a los hijos, transmitir buenos consejos y dar un buen ejemplo.

Existe otro componente importante relacionado con la comida y las relaciones humanas, en particular con respecto de la salud. Recientemente leí sobre la importancia que tiene el prepararse para las comidas, dar gracias por los alimentos, y abrir un campo espiritual para aprovecharlos mejor. Además, se recomienda oír música agradable, comer en un ambiente de paz, rodeado de buenos aromas y superficies limpias, tomarse el tiempo, y siempre procurar buenas conversaciones y transmitir mensajes positivos.

Los efectos para la digestión y el sistema inmunológico no se hacen esperar.  Cuando la mente asocia ciertos alimentos con pensamientos y ambientes positivos, reacciona de una manera sana, mientras que el asociar el conflicto con la comida puede ocasionar alergias y reacciones negativas. Si una pareja sostiene una discusión al comer un determinado alimento, por ejemplo, la mente asociará automáticamente el alimento con un sentimiento de rencor o rabia. Aunque nadie se acuerde de esta asociación, la próxima vez que se consuma este alimento, la mente puede llegar a simular una reacción alérgica, avisando al organismo que ese alimento es nocivo.
Mucho se ha estudiado sobre las bondades de los alimentos naturales, orgánicos y sin preservantes. Recientemente se ha investigado sobre los ambientes en los que se consumen estos alimentos, y se concluye que la comida, con amor y paz, es una combinación para la salud y el bienestar.
 

FAMILIA

Cuando perdemos a un ser querido
Por  Elizabeth Aguilar

Cuando perdemos a un ser querido, nunca nos arrepentimos del bien que hicimos por ellos, pero sí de lo que dejamos de hacer. Después llegan los remordimientos: “...Si lo hubiera llamado más frecuentemente… Si lo hubiera visitado más… Si hubiera sido más detallista… Si lo hubiera cuidado, acariciado, atendido mejor… Si le hubiera expresado cuánto significa para mí...

Muchos recomiendan: “Vive el día de hoy como si fuera el último de tu vida”, y yo agregaría: “Ama y cuida a tus seres queridos como si fuera el ultimo día que los tienes a tu lado”.

Mi esposo madrugaba mucho para asistir al trabajo, pero como era tan considerado conmigo, no dejaba que me levantara para atenderlo y darle el desayuno. Cierto día madrugué más que él, le preparé un rico desayuno, le sobé con un ungüento el pie que tenía inflamado por haberse lastimado el domingo anterior jugando con nuestros hijos. Le di una pastilla para el dolor y coloqué otra en su bolsillo para más tarde. Lo despedí en la puerta con un especial beso y un gran abrazo, le dije cuánto lo amaba… Fue el último momento que compartimos, ya que ese mismo día tuvo un grave accidente que lo dejó en coma y a los tres días falleció.

Hoy le doy gracias a Dios por permitirme madrugar aquel día para atenderlo y por todo el amor que pude darle durante los veinte años de nuestro feliz matrimonio.