SALUD Y BIOÉTICA

LAS NORMAS EN CASA
por Sonia  A. Muñoz F. MD

La norma es una lección de vida con un propósito determinado y una sola norma puede tener y cumplir muchos fines en la formación. En cada etapa esperamos que el hijo ya tenga interiorizadas las normas de la anterior. Las normas no deben ser iguales para todos, dependen de la edad de cada hijo y de su carácter.
Uno de los problemas más frecuentes entre padres e hijos, es causado porque los padres no somos consecuentes con los cambios de edad de los hijos y no adecuamos las normas a sus necesidades, y otro se debe a que los hijos no quieren aceptar las normas impuestas en el hogar.
Vamos a poner un pequeño ejemplo: queremos que el niño sea un excelente profesional.
En la etapa de la concepción a la primera infancia, nos toca soñar en pareja y pensar qué queremos que nuestros hijos sean cuando se vuelvan adultos y asimismo planear las normas, en este caso enseñarle normas desde bebé tendientes a que sea un gran profesional: dormir solo desde los primeros meses, comer de todo, no hacer pataleta, acostarse a determinada hora puntual, cero aparatos electrónicos.
En la etapa escolar nos toca empezar a conocer el temperamento de nuestro pequeño y así exigirle hacer lo que le es fácil y enseñarle aquellas virtudes que le cuestan en forma práctica; siguiendo con el ejemplo: levantarse solo con el despertador, tender su cama y lavar su ropa interior, hacer sus tareas solo, pedir supervisión a sus padres en lo que tenga dificultad, acostarse a una hora determinada para que duerma lo suficiente y amanezca descansado, aparatos electrónicos en fin de semana y supervisados, inicio del manejo del dinero. 
En la adolescencia, entender sus cambios hormonales y de crecimiento, exigiendo las normas, pero haciendo acuerdos dialogados con ellos. Inician los permisos y se irán dando en la medida que cumplan lo pactado, porque así será a futuro la responsabilidad profesional y el manejo del tiempo libre; una mesada quincenal o mensual y encargos fijos en la casa.
Con los adultos jóvenes ya en la vida universitaria, se trata de que ellos mismos comprueben su responsabilidad en el estudio, exigiendo un buen promedio académico, libertad en las salidas manejando un horario familiar responsable; buen uso del dinero; manejo responsable en la ingesta de licor; cumplimiento de tareas en el hogar, trabajo los fines de semana o en vacaciones; detalles con la familia, un día de dedicación exclusiva al hogar, tiempo para el noviazgo y las amistades.
Es un ganar-ganar en el cumplimiento y cambio de las normas por edades. Y así como lo hicimos para formar un excelente profesional, lo aplicamos para lograr que sea una excelente persona, un buen esposo y padre, un gran amigo, etc.

No hay comentarios:

Publicar un comentario