DE TODO UN POCO


¡TIEMPO DE CAMBIAR! 
por María Beatriz Toro de Luna

Ultimamente se lee mucho acerca de las nuevas generaciones y sus diversas designaciones. Con el debido respeto a los expertos en generaciones me atrevo a decir que cada edad tiene su encanto y cada generación trae su propio patrón de conducta, esto es, por supuesto, generalizando un poco.

De acuerdo con los expertos en el tema, mis amigas y yo pertenecemos a la Generación ‘S’, de ‘silenciosa’. Yo ahora la llamaría la generación ‘O’, de ‘obediente’, sometida y por ello ‘silenciosa’, y en algunos casos, cuando ya se pintan o peinan canas, de ‘obsesiva con el mando’. Y aún algunas generaciones posteriores, como los ‘boomers’, tienen en común con nosotras la capacidad de obedecer, solo que carecen de esos deseos compulsivos de mandar.
No me quejo de mi generación, pero como no importa la edad para cambiar y ser mejor, me planteo un cambio de patrón de conducta o ‘chip’ para ser algo más amable y positivo: poner más amor y prudencia en nuestras palabras y acciones, mayor apertura y comprensión con aquellas personas que piensan y actúan diferente a nosotras. 

En esta vida todos aprendemos de todos y es provechoso recibir lecciones de los más jóvenes, y así quizá podamos también enseñarles algo útil para su vida. La vida es una gran escuela y todos -no importe la edad ni la generación-  estamos llamados a aprender y a mejorar cada día. Y estamos invitadas a dar lo mejor de cada uno a todos los que tratamos por parentezco, trabajo, amistad o vecindad.

Este escrito lo titulé “Tiempo de cambiar”, porque a veces pensamos que la vejez nos hace inmunes al mal, y esto no es así; si acaso al contrario: la vejez acompañada de soberbia nos hace inmunes al bien.

Por tanto, despojémonos de los prejuicios, vistámonos con la humildad y abramos nuestras mentes al amor, al respeto a un pensamiento diferente al nuestro. Demos lo mejor de nosotras y recibamos con sencillez lo mejor de los demás.

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