31 de octubre de 1978 - 2018
Esta hermosa aventura en realidad no comenzó hace 40 años, sino hace casi cincuenta, cuando desde Bogotá llegaban a Cali, a casa de ‘Mamá María’, personas del Opus Dei para dar charlas de formación humana y espiritual a un pequeño grupo de señoras que poco a poco fue creciendo. Fue como si se encendiera una luz dentro de ellas y tuvieron una visión nueva de su vida, de su día a día y de la importancia de su misión como mujeres en la familia y en la sociedad.
Los encuentros fueron mensuales, en casa prestada; ellas mismas invitaban a sus amigas, parientas, y a sus hijas pequeñas y adolescentes, para que se beneficiaran también de esta formación. En poco tiempo la labor creció hasta el punto de hacerse necesario alquilar una casa en el barrio Granada. Periódicamente también hubo atención sacerdotal y retiros espirituales en una parroquia de la ciudad.
Con el esfuerzo de muchas personas y gracias a la cooperación de varias familias de Cali, en Octubre de 1978 se pudo comprar una casa en el barrio San Vicente en donde se abrió nuestra primera sede: el Centro Cultural Cerronaya. Para la compra era necesaria la creación de una entidad jurídica que se registró en la Gobernación el 31 de Octubre de 1978 como Corporación para la Formación de la Mujer, o sea, #cfmujer.
Desde el principio se favoreció a personas de pocos recursos, como empleadas del hogar y adolescentes que llegaban del campo, y que recibían clases de alfabetización, cocina, corte y confección, cultura humana, primeros auxilios, etc. Esta iniciativa de desarrollo personal tuvo gran acogida y se hizo necesario alquilar una casa y crear en 1980 el Centro de Capacitación Sue, que durante 26 años formó parte de nuestra Corporación. Por sus aulas pasaron centenares de mujeres jóvenes, capacitándose en el manejo del hogar y aprendiendo a dignificar su trabajo. Más adelante, en 2006, esta labor se convirtió en una entidad propia llamada Fundación Educativa Sue, donde se realizaban talleres de gastronomía y cursos especializados de atención al adulto mayor. Durante 8 años salieron muchas promociones de graduadas como cuidadoras de niños con el programa de Técnico en Educación Preescolar. Se capacitaron muchas jóvenes que se formaron como personas y consiguieron trabajo; otras continuaran sus estudios en licenciatura en educación.
Otra de las iniciativas sociales de la Corporación #cfmujer se desarrolló en Charco Azul y Villa del Lago, para empoderar a madres cabezas de familia de Aguablanca. Esta actividad tomó forma como institución propia y así nació el 12 de octubre de 1994 la Fundación Los Valles.
La Corporación #cfmujer siguió adelante y 25 años después de su fundación, en enero de 1993 se adquirió una casa en el barrio Tequendama para atender mejor la formación de niñas bachilleres, universitarias y profesionales jóvenes en el nuevo Centro Cultural Catalpa.
Paralela a la labor en Cali, en 1997 se consiguió, gracias a la colaboración de los benefactores, una finca en Ginebra, la Hda. La Esperanza, donde se organizan actividades de formación como convivencias, cursos de retiro y labores sociales que han impactado positivamente a la gente de los alrededores. Debido al creciente número de participantes que asisten a las actividades, en 2006 se amplió una zona de habitaciones como primera etapa de un plan maestro.
En 1998, la Corporación para la Formación de la Mujer fue distinguida por la Alcaldía Santiago de Cali con la Orden Sebastián de Belalcázar en la categoría gran Cruz de Caballero.
Recientemente, entre el 2013 y 2014, se vio conveniente trasladar el Centro Cultural Catalpa a una nueva sede más al sur de la ciudad, en Ciudad Jardín, donde se realiza labor con gente joven y desde donde salen numerosas promociones rurales y brigadas de salud, que llevan servicios, ayudas, cariño y alegría a personas necesitadas.
Impacto:
Han pasado 40 años; pudimos ser una luz en el camino para numerosas mujeres y familias. En este tiempo hemos impactado anualmente de manera directa a 3.700 mujeres, quienes irradian a su vez anualmente a 18.500 personas de manera indirecta. Queremos llegar a muchas más a lo largo del camino. Nuevas alianzas con instituciones y fundaciones nos permiten expandir nuestra área de impacto.
Motivación:
Lo que nos ha movido desde los inicios ha sido el AMOR y es lo que nos seguirá moviendo, el AMOR.
Sabemos que una mujer bien formada, con criterios claros, es multiplicadora de bienestar, cultura y felicidad en la familia, en su trabajo y en la sociedad. Y queremos que toda mujer sepa que su vida tiene SENTIDO y que a través de su TRABAJO PROFESIONAL BIEN HECHO y del cumplimiento de sus DEBERES FAMILIARES no solo se está realizando plenamente como persona sino también está contribuyendo a hacer de este mundo un lugar mejor.
Los VALORES que hemos recibido los seguiremos transmitiendo. Continuaremos con mucha ilusión –de la mano de Dios y de nuestros benefactores- formando mujeres que luchen por ser íntegras, valientes y llenas de virtudes, para que con su vida iluminen también el camino de otras personas con el color de la fe y la esperanza.
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