FAMILIA

El amor también es sacrificio
por  Elizabeth Aguilar
 
A través de los años se le han asignado al amor muchos calificativos, pero pienso que el más importante es que el amor es sacrificio; de lo contrario no seria verdadero amor. Pero no confundamos amor sacrificado con sufrimiento o tristeza, no. Es realizar sacrificios por el ser amado y sentir un infinito gozo al realizarlo.

Es muy importante inculcarles a los hijos que se pueden hacer grandes y pequeños sacrificios por los demás y esto se logra a través del ejemplo que les den sus padres en el hogar:


- El padre o la madre que madrugan a trabajar aunque no se sientan bien de salud, con el fin de conseguir el sustento para su familia.
- El que llega a casa agotado y lleno de problemas pero los deja en el tapete de la entrada, cambia su rostro de amargura por una gran sonrisa, besa y abraza a su esposa y juega con sus niños tirándose en el suelo como un pequeño o haciendo de caballo para que ellos cabalguen sobre él.
- La esposa que también está cansada por las labores de la casa, el cuidado de los niños y cargas laborales externas, pero se arregla y está linda para recibir a su marido, echando mano de su creatividad para brindarles una deliciosa cena o recurrir a una actividad para que todos disfruten.


Amor es ceder en ocasiones a nuestras preferencias para darles gusto a los demás; es ceder el asiento más cómodo, la mejor presa o la porción más grande, atender al que está enfermo… Esos son algunos de los pequeños grandes sacrificios que gustosamente se hacen por amor.


El mayor ejemplo de Amor que podemos aplicar en nuestra vida y podemos explicar a nuestros hijos, aprovechando esta Semana Santa, es el sacrificio que hizo Jesús, al dar Su vida para salvarnos a todos.

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