
por Eva María de Trujillo
En todo lo que hacemos, la intención es un elemento clave para que esa actividad que estamos haciendo, sea verdaderamente meritoria.
Pienso que toda mujer normal, bien intencionada, se arregla para sentirse más bonita y para brindarle a los demás el obsequio de un panorama agradable. Generalmente ella piensa mucho qué se va a poner, para estar lo mejor posible, de acuerdo a cada ocasión y al lugar que ella ocupa en su mundo; también para manifestar su aprecio a los demás y para que los demás la traten con el debido respeto, admiración y aprecio.
¿Será posible que una mujer puede no estar obrando rectamente cuando se viste? ¿Cuáles podrían ser las posibles motivaciones equivocadas?
- Para verme igual a fulanita y así me admiren todos
- Para que se den cuenta de lo que tengo
- Para oír piropos y así subir mi ego
- Para hacer alarde de mi capacidad económica
- Para que a las otras le dé envidia
- Para pescar miradas de maridos ajenos
- Para con encantos insinuados obtener beneficios, etc.
Una cosa es insinuarse, provocar y jugar con instintos ajenos, y otra muy distinta es querer ser lucir atractiva, atrayente, agradable.
¿Cuál puede ser entonces una intención recta en el arreglo personal de una mujer?
La recta intención en el vestir está relacionada con la conciencia de la propia dignidad de ser una persona única e irrepetible. La motivación ideal tiene que ver tanto con la sana autoestima, como con la caridad con los demás; porque esa misma caridad exige que ella reserve su ingenio seductor exclusivamente para aquel hombre afortunado a quien ella ha entregado toda su vida.
Pienso que toda mujer normal, bien intencionada, se arregla para sentirse más bonita y para brindarle a los demás el obsequio de un panorama agradable. Generalmente ella piensa mucho qué se va a poner, para estar lo mejor posible, de acuerdo a cada ocasión y al lugar que ella ocupa en su mundo; también para manifestar su aprecio a los demás y para que los demás la traten con el debido respeto, admiración y aprecio.
¿Será posible que una mujer puede no estar obrando rectamente cuando se viste? ¿Cuáles podrían ser las posibles motivaciones equivocadas?
- Para verme igual a fulanita y así me admiren todos
- Para que se den cuenta de lo que tengo
- Para oír piropos y así subir mi ego
- Para hacer alarde de mi capacidad económica
- Para que a las otras le dé envidia
- Para pescar miradas de maridos ajenos
- Para con encantos insinuados obtener beneficios, etc.
Una cosa es insinuarse, provocar y jugar con instintos ajenos, y otra muy distinta es querer ser lucir atractiva, atrayente, agradable.
¿Cuál puede ser entonces una intención recta en el arreglo personal de una mujer?
La recta intención en el vestir está relacionada con la conciencia de la propia dignidad de ser una persona única e irrepetible. La motivación ideal tiene que ver tanto con la sana autoestima, como con la caridad con los demás; porque esa misma caridad exige que ella reserve su ingenio seductor exclusivamente para aquel hombre afortunado a quien ella ha entregado toda su vida.
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