FAMILIA

El descanso
por Marta Cecilia Vergara A.

¿Por qué es necesario el descanso? Porque tenemos límites y la mente y el cuerpo nos cobran los excesos. Así como somos fuertes y capaces de muchas cosas, también somos débiles y limitados, necesitados de descanso como necesitados de alimento, compañía, amor, trabajo, de Dios, de los demás, de dar y de recibir.

Una vecina me contó que duerme cuatro horas al día, a lo cual yo le pregunté: “¿no se cansa?” y me dijo: "Sí, pero no me acuesto a dormir porque me da remordimiento por estar perdiendo el tiempo. Yo soy una persona muy activa".

No, señora. Descansar no es perder el tiempo, descansar es recuperarnos para seguir dando lo mejor de nosotros mismos en todas las tareas que tenemos por realizar. Descansar es tener la posibilidad de evaluar las actividades y proyectos para corregir los caminos. Descansar es también tener la posibilidad de dedicarse más a la familia, hacer cosas nuevas, conocer a más personas, desarrollar otras actividades.

En este contexto vale recordar lo que enseñaba san Josemaría: que “descansar no es no hacer nada, no es un ocioso ‘dolce far niente’, sino cambiar de ocupación, dedicarse a otra actividad útil y distraída durante un tiempo.”

Una siesta cuando se necesita y dormir las horas suficientes por la noche no son darle rienda suelta a la pereza, sino que es recuperarse porque hay mucho por hacer.
Recordemos que nuestros hijos nos observan todo el tiempo. Es bueno que así como nos ven activos, trabajadores, productivos y cansados, también nos vean que nos desconectamos del trabajo, descansando, disfrutando un tiempo con ellos y recuperando fuerzas para continuar trabajando y dar lo mejor de nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario