SALUD Y BIOÉTICA

Vivir la santidad también es un tema de Bioética
por Sonia  A. Muñoz F. MD

Cuando empieza cada nuevo año podemos hacer propósitos de todo tipo: profesional (estudiar un idioma o hacer un postgrado), de salud (cuidarnos más, comer menos), de familia (ser mejor esposa, hija, hermana o madre o tener otro hijo), de trabajo (buscar un ascenso, conseguir empleo), de estudio (aprender mucho más), de turismo (conocer, visitar, viajar), etc.

Todas las metas a conseguir, requieren de esfuerzo y alegría; y se logran por medio de hábitos operativos buenos, que no son más que las virtudes.
Vivir las virtudes a diario y en las cosas más pequeñas, nos llevan al fin último que es ser una persona mejor cada día, para conseguir la santidad.
Una persona virtuosa, en forma consciente o no, está buscando parecerse a Cristo que es el modelo, es El que Es.
Y el tema de hacer las cosas bien, desde lo personal a lo profesional, requiere el respeto a la vida y dignidad de los demás: tratar a los otros como quisiera que me traten a mi - desde la empleada del hogar hasta mis compañeros de trabajo -, hacer sentir a mi esposo que es lo más importante para mí, comprender, respetar y exigir a mis hijos, no juzgar las personas sino el hecho, ver lo positivo de las situaciones difíciles, dar un buen consejo, votar  y participar en lo político, demostrar públicamente el amor por la vida humana naciente y terminal, aprender a vivir en comunidad con respeto, decir siempre la verdad en forma prudente, etc. Todo lo anterior, es tema de la bioética.


Así que con ánimo, alegría y paz a vivir el 2016, Año de la Misericordia, que nos facilita vivir todos los contratiempos de la vida diaria, en forma virtuosa.
Y como dijo sabiamente el Papa Francisco, podemos tener momentos de enojo, siempre y cuando, no sean de ira, sino con el propósito de corregir y enseñar con amor.

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