MODA

Cuidar la alegría del amor
por Eva María de Trujillo


Para mantener viva la ilusión en el matrimonio es tan vital el trato afectuoso como el arreglo personal.  Las personas con quienes convivimos nos miran y tienen derecho a ver un panorama agradable. Démosles esa alegría, desde por la mañana. Especialmente para el esposo, la forma de presentarnos a diario ante sus ojos puede interpretarse como un obsequio o, al contrario, como una ofensa. ¿Por qué?
El abandono en el arreglo personal emite una señal de desinterés y, a la larga, puede ser letal, pues expresa: “Tú no vales la pena de que yo me esmere por gustarte. Yo sólo me arreglo bien para los demás“.
Hay quienes creen que basta arreglarse bien para salir, para gustar a la gente de la calle, para gustar a los de la oficina y a las amigas, o para ser admiradas en la fiesta.  Piensan que para estar en casa todo está permitido, que la comodidad justifica estar de cualquier manera. “Para estar en casa, basta”, dicen, pero esta actitud a la larga acaba con todo. Acaba haciendo mediocre el estilo de vida de la familia, los hijos no pueden formarse en el buen gusto  y además se va marchitando el amor conyugal.


¡Cuidado con ceder a la excesiva comodidad! ¡Cuidado con olvidar los detallitos de belleza en lo cotidiano, tanto en el vestir, como en el arreglo de la casa y de la mesa!
Para la felicidad matrimonial es decisiva una actitud positiva ante nuestra cotidianidad. Valoremos lo diario. El secreto de la felicidad está en el "aquí" y "ahora". No esperemos eventos especiales para ser bellas y felices. 

Cuando pasan los años y la vida conyugal tal vez se vuelva monótona, con más razón hay que esmerarse en mantener el atractivo  personal. Es la mejor forma de ayudarse a ser fieles. Jamás se pierda el afán por gustarse mutuamente como cuando eran novios.
Recuerda que tu esposo probablemente pasa muchas horas en su trabajo, rodeado de mujeres muy atractivas; a ellas NO las ha visto sin maquillaje, ni quejándose de malestares, ni las ve en una piyama arrugada. Pero es posible que a tí sólo te recuerde como te vio antes de salir y que, al volver por la noche, te encuentre nuevamente cansada y  desarreglada.
No hay que abandonarse. La mejor inversión para toda mujer es elegir ropa bonita para sus actividades en casa. Las prendas de uso diario, ¡que sean lindas!
Para cuidar la alegría del amor, ¡cuida tu imagen en el hogar! ¡más creatividad en casa! ¡no seamos aburridas! ¡variemos los temas de conversación! ¡seamos interesantes! ¡variemos los menús! ¡cuidemos los detalles de la casa! ¡tratémonos a diario como invitados de honor!
El amor no se acaba de la noche a la mañana; se va marchitando donde hay pereza, donde no hay esmero, donde se piensa que  “no vale la pena”.
¡Vale la pena! El amor se cultiva, se construye día a día.

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