
Ecos Congreso Familia y Fertilidad
por Sonia A. Muñoz F. MD
La Naprotecnología es un nuevo término que significa, la tecnología al servicio de la procreación natural. Es una marca registrada, creación del Dr. Thomas Hilger, del Instituto Pablo VI para el estudio de la Reproducción Humana.
Se trata de emplear la medicina en forma restauradora de la salud ginecológica y buscar el tratamiento de la infertilidad matrimonial, con nuevos aportes científicos en el tratamiento médico y quirúrgico, que trabajan en cooperación con el ciclo natural de la procreación.
Sus valores de referencia son el respeto a la vida humana desde el momento de la concepción, el respeto al acto conyugal por ser fuente de vida y el respeto a la persona humana y a su corporalidad.
Para su entrenamiento, los médicos no pueden prescribir anticonceptivos, ni realizar o recomendar abortos, esterilización o fecundación in vitro.
El objetivo médico es llegar a hacer un diagnóstico preciso de lo que altera la fertilidad o la fisiología de la mujer y luego tratarla dentro de un marco favorable a la familia pro- vida.
Abarca también el tratamiento quirúrgico de la endometriosis, la reversión de la ligadura tubárica, estudio de los abortos involuntarios recurrentes, prevención de la prematuridad, depresión postparto, sindrome de tensión premenstrual, ovarios poliquísticos, entre otros.
Todo dentro del marco del respeto a la persona humana y la ayuda espiritual hasta la asesoría final a la adopción, cuando no se consiguen resultados médicos favorables.
Para mayor información:
Actualmente funciona un centro en Nebraska-EU con el modelo Creighton de Naprotecnología, y existen médicos certificados en este modelo en Argentina (Dra. Gloria Sanchez Zinny) y en Paraguay (Dra. Angélica Sarmiento). En Colombia asesora este modelo específico la Fundación Pro Derecho a Nacer en Bogotá (Directora Marta Elena Soto).
La Naprotecnología es un nuevo término que significa, la tecnología al servicio de la procreación natural. Es una marca registrada, creación del Dr. Thomas Hilger, del Instituto Pablo VI para el estudio de la Reproducción Humana.
Se trata de emplear la medicina en forma restauradora de la salud ginecológica y buscar el tratamiento de la infertilidad matrimonial, con nuevos aportes científicos en el tratamiento médico y quirúrgico, que trabajan en cooperación con el ciclo natural de la procreación.
Sus valores de referencia son el respeto a la vida humana desde el momento de la concepción, el respeto al acto conyugal por ser fuente de vida y el respeto a la persona humana y a su corporalidad.
Para su entrenamiento, los médicos no pueden prescribir anticonceptivos, ni realizar o recomendar abortos, esterilización o fecundación in vitro.
El objetivo médico es llegar a hacer un diagnóstico preciso de lo que altera la fertilidad o la fisiología de la mujer y luego tratarla dentro de un marco favorable a la familia pro- vida.
Abarca también el tratamiento quirúrgico de la endometriosis, la reversión de la ligadura tubárica, estudio de los abortos involuntarios recurrentes, prevención de la prematuridad, depresión postparto, sindrome de tensión premenstrual, ovarios poliquísticos, entre otros.
Todo dentro del marco del respeto a la persona humana y la ayuda espiritual hasta la asesoría final a la adopción, cuando no se consiguen resultados médicos favorables.
Para mayor información:
Actualmente funciona un centro en Nebraska-EU con el modelo Creighton de Naprotecnología, y existen médicos certificados en este modelo en Argentina (Dra. Gloria Sanchez Zinny) y en Paraguay (Dra. Angélica Sarmiento). En Colombia asesora este modelo específico la Fundación Pro Derecho a Nacer en Bogotá (Directora Marta Elena Soto).
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