DE TODO UN POCO

EL VALOR DEL TRABAJO
por María Beatriz Toro de Luna

Con motivo del Día del Trabajo, quiero compartir mis pequeñas reflexiones:
1. Todo trabajo tiene algo de manual: El pintor de cuadros o de brocha gorda, el músico, el escritor, el odontólogo, el cirujano, el ama de casa, la empleada del hogar, el diseñador, la madre, el padre, el chef y  tantos otros trabajadores que justamente usamos nuestras manos para dar forma a nuestro trabajo. Gracias a Dios por nuestras manos, y por la capacidad que nos ha dado para reemplazarlas por los pies o por la boca, como en el caso de tantos seres extraordinarios que han sabido superar sus limitaciones.
2.  El trabajo no es solo una manera de obtener el sustento económico, sino el modo más humano y más noble de crecimiento personal y servir a las personas, a la familia y a la sociedad. 
3. El trabajo bien realizado nos permite adquirir o crecer en una serie de virtudes humanas, cristianas y sociales que nos hacen mejores personas y lograr que los demás también lo sean:
- Laboriosidad (no perder el tiempo)
- Puntualidad (hacerlo cuando se debe, sin posponerlo).
- Orden (tener prioridades en la ejecución, seguir un plan, así ni perdemos el tiempo ni olvidamos las cosas). 
- Humildad (preguntar lo que no entendamos o no sepamos y  saber aceptar las sugerencias, recomendaciones o reconvenciones).
- Fortaleza (para superar las dificultades) 
- Alegría y optimismo (crear un buen clima laboral,  donde no haya criticas,  compincherías ni engaños).
- Constancia y responsabilidad (terminar lo que iniciamos y realizarlo lo mejor posible).
- Justicia (hacer bien las cosas para ganarnos nuestro sueldo honradamente y saber retribuir como merecen a quienes nos colaboran)
- Estudio (actualizar conocimientos y aumentar nuestra capacidad y prestigio).
- Respeto tanto a nuestros superiores como a quienes tenemos bajo nuestro cargo.
4. El trabajo es un medio excelente en la formación de los hijos. Esos pequeños encargos del hogar los harán personitas responsables, colaboradoras en la vida de familia, los capacitarán para responsabilidades futuras y forjarán su carácter.
5. Como colofón, el trabajo bien hecho y ofrecido a Dios es el medio más corriente y sencillo para la santificación personal.
6. Y si me preguntaran, ¿cuál es el trabajo humano más valioso? ¿el intelectual, el manual, el del artista, el de la madre ama de casa o el del gobernante…? 
Yo respondería: “Aquel que se hace con más amor.”

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