MODA

TU NAVIDAD NO PASA DE MODA
por Eva María de Trujillo


Conozco personas que dicen detestar la Navidad porque reprueban las nuevas modas, la mentalidad consumista que está en el ambiente, les aburren los adornos exhibidos desde octubre, están saturados de villancicos trillados en los supermercados, les repugna la espiral consumista, los ardides publicitarios con 'Santa Claus', la competencia de regalos y el derroche general en las fiestas decembrinas. 
Efectivamente, sus críticas tienen mucho fundamento; son personas de gran sensibilidad que podrían ayudar a conscientizar a otras de que Navidad es una fecha para vivir la solidaridad. Los mejores adornos navideños no dejan de ser las obras de caridad que se hayan hecho por esas fechas.
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Si tú también extrañas la felicidad de aquellas Navidades de antaño, y si ya no tienes abuelita que pone el pesebre, las velitas y reza contigo la Novena, es hora de que las tradiciones las salves tú, porque es cosa de nosotras las mujeres. Las bonitas costumbres hay que cultivarlas, revivirlas, poniendo cada vez nuestro granito de arena. Los buenos recuerdos hay que crearlos, tengas ganas o no. 

¿Alegas que no tienes ánimo ni de poner el árbol porque tus cintas y bolas ya pasaron de moda? ¿que no puedes gastar en renos dorados, ni en un sofá rojo lleno de muñecos de  felpa? ¿que no tienes adornos minimalistas al estilo escandinavo ni ángeles etéreos como los se usan ahora? 

Pues, crea tu propio estilo. Usa los elementos que tengas, ojalá los más "retro", los más nostálgicos, los que te recuerden a tu abuelita. Arma un rincón navideño estilo ‘vintage’; por ejemplo, arregla sobre una mesa rústica de madera o una vieja maleta unas ramas verdes  con unas luces, y al lado un juguete de tu infancia con un moño dorado.
Pero ante todo, ARMA TU PESEBRE y dale un lugar de preferencia. Puede ser muy sencillo, con apenas las figuras principales: la virgen María, san José y el niño, un pastor con su ovejita, una estrella… Te harán recordar de qué se trata: Navidad es cuestión de amor.

La esencia de la Navidad es el nacimiento del Niño Jesús, desplazado y marginado en un pueblito insignificante; Navidad es Dios que se hace pequeñito mendigando que lo acojamos en nuestros corazones. La Navidad es un infinito acto de amor de Dios hacia la humanidad cuya grandeza jamás comprenderemos. 

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