DOCTRINA Y VIDA

UN NUEVO AÑO CON DIOS
por Concepción Campá

Empezamos el año 2018 con la fiesta de Santa María y nos acogemos a su maternal cuidado diciéndole: 
“Madre mía, que tu amor me ate a la Cruz de tu Hijo, que no me falte la fe, la valentía, ni la audacia para cumplir la voluntad de nuestro Jesús.”
Con su cariño y protección nos sentimos seguros y fuertes, pues los cuidados de una madre son definitivos para los hijos. Recuerdo el testimonio de mi cuñado; cuando se murió mi hermana, me escribió: ”Ahora reconozco que en una familia es peor que primero se muera la mamá que el papá, pues los hijos tienen una mejor relación con la madre.” 
Un buen propósito para poner este año bajo el amparo de la Virgen María puede ser rezar el Rosario, sola o en familia, como puedas.

Sigue la fiesta de los Reyes Magos que, en los países donde son ellos los que traen los regalos -como en España-, se celebra con tradiciones que aún se conservan y que podemos ver por la televisión. Uno o dos días antes hay la famosa cabalgata que lleva muchas carrozas, cada Rey va en una de ellas y las otras tienen temas variados; una de este año era Don Quijote y Sancho Panza, otra Blancanieves y los siete enanitos, etc. Todo el trayecto van repartiendo dulces y caramelos a la gente, una buena multitud, que sale a verlos. Los niños les llevan sus cartas donde les piden lo que quieren recibir de regalo.

Bien podríamos pensar: ¿yo, qué le voy a regalar a Jesús que me ama tanto? Y ofrecerle algo valioso desde ahora, para que no nos suceda lo que nos duele tanto, que en las fiestas decembrinas hay regalos para todo el mundo menos para Aquel que es nada más ni nada menos que el protagonista de la fiesta de Navidad.

Comienza este nuevo año, lleno de expectativas, inquietudes y deseos. ¿Qué nos espera? Hay quien cree en las cartas del tarot, pero más vale poner ante Dios nuestras peticiones y necesidades y confiar en su Amor que nos dará lo que más nos convenga en este nuevo año.  

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