FAMILIA

DEFENDER EL MATRIMONIO
por Marta Cecilia Vergara A.

El matrimonio vale la pena defenderlo. Si un hombre y una mujer se eligieron libremente para compartir la vida, crecer y formar una familia, es importante que defiendan esa decisión de entregarse uno al otro, de construir juntos el futuro y trabajar con amor por la familia que han formado.
Los hijos reciben todo lo que los padres muestran. Aprenden de fidelidad, de amor, de compañerismo, de respeto, de trabajo, de amistad, de Dios, de solidaridad, de caridad, ... aprenden de sus padres. Siempre están buscando aprender aquello que los hace felices. Si los padres supieran que son todas esas virtudes lo que hace felices a sus hijos, por ese amor tan grande que les tienen buscarían vivirlas.
Se ha dicho muchas veces que todos los hijos son diferentes, que los padres deben educar a cada hijo de manera diferente a los demás, porque cada uno tiene su propio temperamento.
Así como cada hijo es único, cada matrimonio, cada familia es única, y corresponde a los cónyuges construir esa familia única basada en el amor. 
Pensar aunque sea un momento en la familia modelo... es un gran error. No existe familia, esposo, esposa, o hijos modelo. De los demás podemos aprender algunas cosas, cuando existe amistad y saben compartir experiencias constructivas, pero cada matrimonio adopta lo que le interesa y conviene por el bien de su familia.
Defender la propia familia es defender la propia vida. Una buena comunicación es clave para que los cónyuges crezcan como personas y como matrimonio y eduquen bien a sus hijos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario