ETIQUETA

Navidad en el aire 
por  Lily Mosquera de Jensen

Hace pocas semanas, un joven novio le decía a su mejor amigo, el día de su matrimonio: “Mira cómo mi Mamá está afanada y corre por todo lado y todo el mundo funciona y hace mil cosas, y ¿sabes qué? A nadie le importo yo.”
Por otro lado, una  amiga muy querida, se caracteriza porque adora la época de Navidad. Desde Noviembre empieza a preocuparse por las decoraciones de su casa. Compra nuevos arreglos, cambia las decoraciones de su árbol, llena la casa de poinsettias rojas y pinos frescos, coloca carpetas, cojines, sobrecamas y toallas de Navidad y desde la puerta de entrada hasta el último rincón de la cocina está lleno de motivos navideños. Se ilumina la casa con bombas, guirnaldas y luces de colores y todo el ambiente huele a Navidad.
Por el contrario, otro de mis amigos odia la Navidad. Reniega del bullicio, de las fiestas, de las calles llenas de gente, de la “gastadera de plata”, de los regalos que no se necesitan y de ese afán pegajoso que padece todo el mundo.


Estas historias nos pueden servir de reflexión. ¡Qué equivocada está la gente cuando debería centrarse en lo importante!. Se dispersa en lo exterior, en lo adicional, sin tener en cuenta el fondo o el centro de los hechos. Toda la atención, el entusiasmo, el esfuerzo se dirige solamente a lo circunstancial y se difuma lo esencial.
Igual que con el novio de mi cuento, pasa con la Navidad. Tanto los que se fascinan celebrándola con adornos, como los que la detestan porque la encuentran insoportable, parece que ninguno se detuviera un momento a pensar en su significado, en su verdadero sentido, que se hubieran olvidado que el Niño del pesebre es el mismo Dios que vino al mundo para enseñarnos a amar.
¡Qué bueno recordar que podemos llegar a ese pesebre y llevarle al Niño Dios nuestras preocupaciones y también nuestras alegrías, pero más que todo, nuestra necesidad urgente de que haya paz en Colombia!
Que ese Niñito Jesús no diga: “Todos se afanan y corren por celebrar la Navidad y a nadie le importo yo.”
Ojalá esta Navidad no esté solamente en el aire sino también en nuestros corazones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario