Esposa, madre y mucho más
por Elizabeth Aguilar
por Elizabeth Aguilar
Antes que esposa y madre, eres una mujer que debe cumplir otros roles también importantes, como ser buena hija, nuera, suegra, abuela, hermana, nieta, sobrina, tía, cuñada, prima, compañera de trabajo o de estudio y buena amiga.
El esposo y los hijos deben ser tu prioridad, pero los padres también necesitan de tu compañía y amor; aunque ya seas mayor quieren seguir aconsejando y apoyándote. Los míos siempre corren a mi lado cuando más los necesito y me brindan un gran ejemplo de servicio y amor.
No olvidemos a los suegros, en especial a la suegra a quien se le ha dado tan mala imagen en la sociedad. Ella es la madre de tu esposo y la abuela de tus hijos, debes respetarla, amarla, mostrar tolerancia, paciencia y mucha comprensión. Extraño mucho a mi suegra, fue para mí como una segunda madre y mi aliada. Me encantaba escuchar sus historias de cuando mi esposo era niño. Me enseñó el amor por la cocina y que hasta con unos sencillos ingredientes se podía realizar una sabrosa comida para hacer feliz a la familia. Siempre escuché sus consejos con atención y respeto, aunque algunos no los llevara a cabo porque prefería hacerlo a mi manera. Desde el cielo me hace sonreír cuando recuerdo su buen humor.
A todas esas otras mujeres especiales que forman parte de nuestras vidas, luchemos por dedicarles parte de nuestro tiempo y cariño, buscando cualquier pretexto para reunirnos y compartir con ellas.
Pero sin olvidar la responsabilidad que conlleva cada rol que desempeñamos, recordemos que somos ante todo mujeres, que amamos nuestra condición y buscamos realizar nuestros sueños.
Espero que en la cumbre de tus años puedas decir llena de dicha: “Me siento en paz y feliz, porque les cumplí a todos, pero especialmente a Dios, a la vida y a mí misma.”
El esposo y los hijos deben ser tu prioridad, pero los padres también necesitan de tu compañía y amor; aunque ya seas mayor quieren seguir aconsejando y apoyándote. Los míos siempre corren a mi lado cuando más los necesito y me brindan un gran ejemplo de servicio y amor.
No olvidemos a los suegros, en especial a la suegra a quien se le ha dado tan mala imagen en la sociedad. Ella es la madre de tu esposo y la abuela de tus hijos, debes respetarla, amarla, mostrar tolerancia, paciencia y mucha comprensión. Extraño mucho a mi suegra, fue para mí como una segunda madre y mi aliada. Me encantaba escuchar sus historias de cuando mi esposo era niño. Me enseñó el amor por la cocina y que hasta con unos sencillos ingredientes se podía realizar una sabrosa comida para hacer feliz a la familia. Siempre escuché sus consejos con atención y respeto, aunque algunos no los llevara a cabo porque prefería hacerlo a mi manera. Desde el cielo me hace sonreír cuando recuerdo su buen humor.
A todas esas otras mujeres especiales que forman parte de nuestras vidas, luchemos por dedicarles parte de nuestro tiempo y cariño, buscando cualquier pretexto para reunirnos y compartir con ellas.
Pero sin olvidar la responsabilidad que conlleva cada rol que desempeñamos, recordemos que somos ante todo mujeres, que amamos nuestra condición y buscamos realizar nuestros sueños.
Espero que en la cumbre de tus años puedas decir llena de dicha: “Me siento en paz y feliz, porque les cumplí a todos, pero especialmente a Dios, a la vida y a mí misma.”
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