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HUMILDAD, PERDÓN, ORACIÓN
por  Lily Mosquera de Jensen

Los conceptos de humildad, perdón y oración parece que están pasados de moda, junto con otros valores como virginidad, fidelidad, piedad abnegación, sacrificio. Con mayor razón entre los jóvenes, quienes reciben continuamente la influencia de la televisión, la publicidad, las modas y que rechazan cualquier autoridad o pauta de comportamiento que no sea de su total gusto. 

Lo que inquieta poderosamente en nuestra sociedad es cómo aparece la violencia y el vandalismo incluso entre muchachos que se dicen educados, que viven rodeados de comodidades, con familias que supuestamente les dan buenos ejemplos de convivencia y sensibilidad. Esto es preocupante. ¿Qué pasa con nuestra juventud? ¿Será que alguna vez piensan en su futuro y en cómo sus actuaciones de ahora les van deparando su porvenir? 
Lo único que tengo claro es que sí piensan en tener plata y que ambicionan conformar un capital para darse comodidades y lujos. No se qué tan claro tengan, que los medios para conseguirlo deben ser rectos e implicar esfuerzo. Y esto es muy preocupante.

¿Cómo podríamos recuperar la virtud de la humildad, si entre ellos el más poderoso, rico y matón es el más ‘chévere’? El concepto de humildad está tergiversado y no saben que la verdadera humildad implica sencillez, transparencia, modestia, reserva, docilidad, obediencia, acatamiento, solidaridad.

Por otro lado, el acto del perdón es el más noble del ser humano, sin el cual el resentimiento y los deseos de venganza corroen el espíritu y hasta enferman el cuerpo. Cuando en el corazón ya no exista mala voluntad hacia nadie, entrarán la buena energía y la felicidad.

Otro manantial de energía es la oración, pero me temo que los jóvenes poco practican el arte de orar. Hay que aprender a rezar, como en el caso de cualquier otra disciplina, si se quiere buscar solución y ayuda a los problemas personales y tener paz mental.

Los jóvenes son como tierra fértil pero deben recibir semilla buena. Y los abonos, como la humildad, el perdón y la oración son el buen cultivo para que esa semilla de buen fruto.

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