¿Qué ha significado para mi la Corporación para la Formación de la Mujer que este mes cumple 40 años de existencia?
Sin duda, lo más relevante sería todo lo que he recibido en su Centro Cultural Cerronaya como formación interior, que me ha proporcionado una estructura espiritual sólida, donde encuentro a Dios en mi camino.
Además de este factor tan valioso para encontrar la felicidad, existen también hechos puntuales que han moldeado mi existencia: mi afición por la cocina se materializó, hace muchos años, a raíz de la serie de cursos de culinaria que dicté en la sede de la Corporación, además de la motivación para escribir y publicar mi libro de cocina “A Disfrutar Cocinando”, del que ya se han agotado 7 ediciones.
Otro hecho importante: después de dictar un curso sobre Etiqueta y Modales, también en beneficio de la Corporación, me propusieron escribir una columna semanal sobre el tema para El País, y eso ya lleva 25 años. Estos acontecimientos han sido estímulos muy significativos en mi vida, pues han constituido mi realización personal, donde a la vez he logrado trasmitir conocimientos valiosos, formativos, además de cursos concretos, que ayudan a educar a los demás, en todas las circunstancias y diferentes entornos.
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