Un fin de semana para los dos
Por: Elizabeth Aguilar
Los niños son una bendición y una felicidad para los padres. Los pequeños necesitan de mucha dedicación y acaparan gran parte de nuestro tiempo, pueden ir pasando los años que habremos dedicado en su totalidad a nuestros hijos y tal vez nos demos cuenta, cuando crezcan y vuelen del nido, de que hemos exclusivizado nuestras vidas en torno a su atención.
La familia no sólo son los hijos, también lo son el padre y la madre, el matrimonio, que no debe asfixiarse en pro de un mal entendido cuidado de los niños y que puede encontrar en unas escapadas de fin de semana un relajamiento y una intimidad muy beneficiosa para la salud de la relación. Poder disponer de algún momento a solas es muy necesario para poder consolidarse como pareja.
El mejor método para poder disfrutar de este merecido momento, al menos una vez al mes o en nuestro aniversario de boda, y a la vez dejar a nuestros hijos con todas las garantías de bienestar es una buena planificación. Deberemos hablar con anticipación con aquellos que van a quedar a cargo de los niños (padres, hermanos, etc.), dejar preparada su comida y su ropa el día anterior, también sus juguetes preferidos.
Las escapadas tienen un objetivo muy claro: disfrutar en pareja, descansar, charlar, revivir el romanticismo y la pasión, crear complicidad y sobre todo ilusión.
Estas salidas ayudan también a que los niños se adapten a otros ambientes y que se relacionen con otras personas. Uno o dos días de separación hacen que los niños valoren más la compañía de sus padres.
La familia no sólo son los hijos, también lo son el padre y la madre, el matrimonio, que no debe asfixiarse en pro de un mal entendido cuidado de los niños y que puede encontrar en unas escapadas de fin de semana un relajamiento y una intimidad muy beneficiosa para la salud de la relación. Poder disponer de algún momento a solas es muy necesario para poder consolidarse como pareja.
El mejor método para poder disfrutar de este merecido momento, al menos una vez al mes o en nuestro aniversario de boda, y a la vez dejar a nuestros hijos con todas las garantías de bienestar es una buena planificación. Deberemos hablar con anticipación con aquellos que van a quedar a cargo de los niños (padres, hermanos, etc.), dejar preparada su comida y su ropa el día anterior, también sus juguetes preferidos.
Las escapadas tienen un objetivo muy claro: disfrutar en pareja, descansar, charlar, revivir el romanticismo y la pasión, crear complicidad y sobre todo ilusión.
Estas salidas ayudan también a que los niños se adapten a otros ambientes y que se relacionen con otras personas. Uno o dos días de separación hacen que los niños valoren más la compañía de sus padres.
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