SALUD Y BIOÉTICA

Lo que no nos dicen acerca del condón
por Sonia  A. Muñoz F. MD

El condón es un capuchón de látex, de uso masculino, conocido entre las personas de todas las edades. Los hay con variedad de colores, texturas, olores e incluso sabores. Se trata de un método de planificación artificial de barrera que impide que los espermatozoides lleguen a la vagina. Y lo más importante, es publicitado bajo la frase de “sexo seguro” (safe sex).
Lo que no nos cuentan es que esta campaña es totalmente engañosa y les voy a decir por qué:


- Detrás del lema del “sexo seguro”, hay una incitación a la promiscuidad (sexualidad precoz), a la falta de responsabilidad y a la banalización de la sexualidad.


- A mayor número de parejas sexuales que se tengan, aún utilizando condón,  aumenta la probabilidad de adquirir una ITS (infección de transmisión sexual).


- Se “reduce el riesgo de infección” contra el virus del Papiloma Humano (VPH), pero no se evita el riesgo, que sería lo más importante, pues no existe tratamiento para esta enfermedad.


- Reduce el riesgo frente al contagio de VIH/SIDA en forma más eficaz que contra el VPH, pero tampoco lo evita. Y existe la probabilidad de contagiarse ¡siempre!, frente a  una enfermedad que es mortal, y que solo se puede controlar hasta cierto punto, con fármacos muy costosos y que no siempre provee el régimen de salud de los países.


- Puede disminuir el contagio de enfermedades de transmisión sexual, pero no las evita: sífilis, clamidia, gonorrea, hepatitis B, herpes, condilomas o verrugas genitales, etc.


- En cuanto a la prevención del embarazo: la eficacia teórica, con el uso correcto del condón, es de 3 embarazos por cada 100 mujeres en el primer año de uso. Y la eficacia práctica (real), alrededor de 14 embarazos por cada 100 mujeres en el primer año de uso.


- Rentabilidad comercial de los fabricantes.


- Posibilidad de ruptura, deslizamiento, decrecimiento de la sensibilidad y hasta alergia al látex.


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