HOGAR-EMPRESA

Mejoremos nuestros pensamientos
por María Constanza Tafur Mayor

Nuestra mente, al interactuar con el mundo, genera ideas permanentemente y, con frecuencia, armamos una serie de conflictos que nos llenan de negativismo, miedo, desconfianza, prejuicios, culpabilidad o depresión. En la mayoría de los casos se trata de eventos que solo imaginamos y que tal vez nunca ocurrirán, pero logran alejarnos de Dios y de nuestros familiares y amigos.
Para evitar aportar conflictos imaginarios al trabajo o al hogar, podemos aplicar los siguientes consejos y así procurar que la mayoría de nuestros pensamientos estén orientados a producir alegría y paz:
Orar al despertar.
Leer un libro espiritual para alimentar la mente de planteamientos sanos.
Evitar discusiones cuando se tengan pensamientos conflictivos.
Ante las situaciones difíciles, pensar que Dios tiene nuestra vida bajo su control.
Cuando tenemos pensamientos repetitivos, después de haber vivido un suceso que nos cuesta trabajo olvidar, es importante cambiar de actividad, desconectarse de ese pensamiento, recordando a alguien que nos agrada, o hacer deporte, o recordar una divertida experiencia.
Prestar atención a la forma cómo nos expresamos; evitar los comentarios negativos y las quejas.
Pensar en positivo; controlar los sentidos de estímulos negativos que contaminan y luego generan un sinfín de pensamientos conflictivos.
Vigilar nuestros pensamientos y corregirlos rápidamente cuando no nos hacen sentir bien.
Realizar  al menos diez minutos de ejercicio físico para oxigenar el cerebro.
Vivir el momento presente.
Admirar todas aquellas virtudes que encontramos en los demás y trabajar para adquirirlas.

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