
por Sonia A. Muñoz F. MD
Inicialmente la enfermedad del familiar nos impacta, lo atendemos en forma solícita y nos proponemos a ser pacientes y cuidadosos; pero con el paso de los días vamos sintiendo un cansancio que es normal, porque nos toca redoblar las actividades diarias. La consecuencia es el mal genio o la impaciencia, más aún si se trata de una enfermedad muy crónica y a veces con pocas esperanzas de alivio o nuestro familiar ya está entrado en añitos con las consecuencias previsibles (olvidos, mal genio, repetición de las mismas anécdotas, torpeza en los movimientos y requerimiento de cuidados especiales.)
Continuamos con algunas ideas que nos pueden ser de utilidad en torno a la situación del cuidador y al cuidado del enfermo:
• Pensar y tener claro quién va a ser el cuidador principal del enfermo: el familiar más cercano, enfermeros externos, varios familiares, etc.
• Aceptar que “cuidar a alguien demanda un esfuerzo físico, mental y emocional y generalmente no estamos preparados para ello”.
• Vivir el proceso de duelo de la enfermedad de nuestro familiar, con aceptación y adaptación emocional frente a los cambios que se presenten.
• Entender que el cuidador principal siempre necesita de otras personas para que lo ayuden.
• Redistribuir en la familia, las funciones de las que se ocupaba el enfermo.
• El cuidador debe tener tiempos de descanso y personas que lo reemplacen. Por ejemplo, no debe permanecer más de cinco días seguidos con el enfermo y en turnos máximos de 12 horas.
• El cuidador debe aprender a decir No, cuando el enfermo pide ayuda o cuidados sin necesidad.
• Recordar que el cuidador tiene una vida, que necesita salir con sus amigos, cuidar de su casa y su familia, dormir y comer bien.
• El cuidador debe saber que puede y debe pedir ayuda cuando sea necesario. Aún si no se ofrecen los demás familiares, debe solicitarlo.
• El cuidado de un familiar enfermo es un deber moral y una obligación amparada por la ley.
• Aceptar la enfermedad de nuestro ser querido y sus síntomas y facilitar que el enfermo se exprese (dolor, mejoría, molestias, etc.).
• Podemos “encontrar ayuda por medio de charlas o talleres educativos sobre el cuidado del paciente”. Al igual que podemos instruirnos sobre cómo optimizar los cuidados de enfermería en casa.
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