VARIEDADES


¡Recuperemos el civismo! 
Por Martha Olga Botero


Recuerdo vivamente cuando Cali era la ciudad más cívica, ordenada y amable de Colombia, pero parece que en algún momento infortunado vino una borrasca y se llevó aquellas buenas conductas ciudadanas y valores morales que nos enorgullecía.

¡Cómo me gustaría que muchas personas volvieran a leer ese clásico que es la Urbanidad de Carreño! Y que los niños puedan aprender esas bases de convivencia civil y de comportamiento ético que en nuestro momento conocimos las personas que ya pertenecemos a la tercera edad.
Saludemos mirando a los ojos y despidámonos con una sonrisa. Pidamos con un “por favor” y demos gracias; pidamos permiso y excusas. Respetemos los turnos. Caminemos por los andenes y crucemos las calles por las zebras; cedamos el paso a otros; no atropellemos a nadie; no tiremos basuras ni chicles al suelo. Reparemos todo daño que hayamos hecho. Pulamos nuestro vocabulario, no ofendamos, respetemos a nuestros semejantes. No hagamos a otro lo que no nos gusta que nos hagan a nosotros.
Atendamos los semáforos, los límites de velocidad, las flechas y pares marcados en el piso. Conduzcamos en sano juicio, a velocidad moderada, respetemos al peatón y consideremos a los guardas y autoridades que tratan de ayudarnos a ser mejores ciudadanos.
¡Basta de permisivismos con los hijos! Si no abrimos los ojos ya, nos comerá el tigre, como dice el refrán.  Para recuperar el civismo, comencemos por donde debe ser, demos buen ejemplo. El ejemplo arrastra y vale más que mil cantaletas -como ésta- juntas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario