Cocine para cuidar el corazón
por Lily Mosquera de Jensen
por Lily Mosquera de Jensen
Dentro de las tendencias de la cocina, cuidar el corazón con una dieta sana es algo universal. Naturalmente que algunas comidas típicas contienen bastante grasa, pero esto no significa que dentro de nuestras costumbres culinarias no se puedan seguir unas pautas para preparar los alimentos usando ingredientes y procedimientos más sanos que otros. Basta seguir algunas recomendaciones para lograr reducir el riesgo de enfermedades del corazón o prevenir la presión alta.
Incluya en su dieta diaria, granos, vegetales y frutas.
Consuma pescado al menos dos veces por semana. Las sardinas, el salmón, el bacalao, los arenques contienen ácidos grasos Omega-3, sustancia que ayuda a bajar los triglicéridos. Los vegetales de hoja verde, la soya y las nueces también contienen esta sustancia.
Trate de consumir leche descremada. Evite la mantequilla. Unte el pan con aceite de oliva.
Evite el colesterol que se encuentra en la carne con grasa, en el pellejo del pollo, en la tocineta y en las vísceras. Recuerde que el colesterol solo se encuentra en la comida de origen animal, no en la vegetal, pero es necesario cuidarse de las grasas saturadas de algunos vegetales como los aceites de coco o palma con los que se fabrican las margarinas.
Las proteínas son consideradas la fuente de reparación de los tejidos, pero generalmente consumimos más de las que necesitamos. Contienen proteínas la carne, el pollo, el pescado, los lácteos, por eso es importante incluirlos en la dieta. La sal - aunque es indispensable para que el cuerpo mantenga buen balance de líquidos - es mejor controlarla, especialmente si hay historia de presión arterial alta. En tal caso evitar las anchoas, los encurtidos, las salsas de frasco, las sopas enlatadas, las papas chips y algunos snacks muy salados.
La fibra es importante en la dieta, tanto la insoluble, que ayuda al tracto intestinal, como la soluble, que contribuye a bajar el colesterol. Son alimentos ricos en fibra, todos los granos, el brócoli, las arvejas, las manzanas, las ciruelas pasas, la avena y el pan integral, entre otros.
Los antioxidantes son exactamente lo que dice su nombre, sustancias que previenen la oxidación como las vitaminas A. C y E, que se encuentran en algunas frutas como melón, guayaba, mango, naranja, durazno, fresa y en vegetales como repollo, espárragos, tomate, nabo, espinacas, entre otros. Otra rica fuente de antioxidantes son las nueces y las almendras.
Fuera de una escogencia adecuada de los alimentos es importante tener en cuenta la manera de prepararlos. Sin duda los fritos en aceite o lo que es peor, en manteca de cerdo, es lo menos recomendable. Otros métodos ayudan a retener los nutrientes y vitaminas, logrando que tanto la grasa como las calorías se mantengan al mínimo. Estos procedimientos son asar, brasear, saltear, cocinar a la plancha y aún en el microondas. También se deben tener en cuenta los utensilios que se usan, por lo tanto los sartenes antiadherentes que requieren poca o ninguna grasa, son los mejores.
Así que, para mantener un corazón joven y saludable se debe aprender a crear un buen plan de comidas y escoger con propiedad las diferentes categorías de alimentos, teniendo en cuenta nuestro gusto, porque una dieta sana no significa que tengamos que comer lo que no nos gusta. La comida nos debe proporcionar un placer.
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