Apoyar el Sínodo de la Familiapor Concepción Campá
Quiero compartir con todos la preparación inmediata del próximo Sínodo de Obispos sobre la Familia que tendrá lugar el próximo mes de octubre.
El tema de este Sínodo se viene preparando con un enfoque eminentemente pastoral: no para definir, ni siquiera aclarar, ideas sobre la realidad del matrimonio y la familia, sino con el objetivo de buscar maneras de ayudar la Iglesia a las personas en general y, en concreto, a aquellas que atraviesan situaciones matrimoniales o familiares difíciles, causadas por la actual confusión y por errores prácticos sobre esta materia.
A todos nos duele tener -incluso en la propia familia- algunos miembros que no valoran el matrimonio-sacramento y viven en unión libre, algunos con una valiosa fidelidad mutua, pero sin la gracia que da el sacramento.
El Prelado del Opus Dei, en su reciente viaje a Colombia, nos ha pedido de nuevo que recemos mucho por el Papa Francisco y el próximo Sínodo de la Familia y, como queremos ser fieles miembros de la Iglesia, cada uno podemos buscar su propia manera de apoyar esa Asamblea: se puede ofrecer la Santa Misa que tiene tanto valor ante Dios; se puede ofrecer el rezo del Santo Rosario, acudiendo a la intercesión de la Santísima Virgen; se pueden ofrecer oraciones jaculatorias, ratos de trabajo y ahora el calor que nos sofoca, la falta de agua, y en fin, las mil circunstancias del día a día, que son nuestro medio de santificación.
El tema de este Sínodo se viene preparando con un enfoque eminentemente pastoral: no para definir, ni siquiera aclarar, ideas sobre la realidad del matrimonio y la familia, sino con el objetivo de buscar maneras de ayudar la Iglesia a las personas en general y, en concreto, a aquellas que atraviesan situaciones matrimoniales o familiares difíciles, causadas por la actual confusión y por errores prácticos sobre esta materia.
A todos nos duele tener -incluso en la propia familia- algunos miembros que no valoran el matrimonio-sacramento y viven en unión libre, algunos con una valiosa fidelidad mutua, pero sin la gracia que da el sacramento.
El Prelado del Opus Dei, en su reciente viaje a Colombia, nos ha pedido de nuevo que recemos mucho por el Papa Francisco y el próximo Sínodo de la Familia y, como queremos ser fieles miembros de la Iglesia, cada uno podemos buscar su propia manera de apoyar esa Asamblea: se puede ofrecer la Santa Misa que tiene tanto valor ante Dios; se puede ofrecer el rezo del Santo Rosario, acudiendo a la intercesión de la Santísima Virgen; se pueden ofrecer oraciones jaculatorias, ratos de trabajo y ahora el calor que nos sofoca, la falta de agua, y en fin, las mil circunstancias del día a día, que son nuestro medio de santificación.
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