Estamos en el mes de Octubre, mes del Rosario, y ahora estamos acompañando al Papa Francisco en el Sínodo de los Obispos sobre la Familia que tiene lugar en Roma con el tema "La vocación y misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo".
Por ser hijos de Dios, todos formamos en la Iglesia una gran familia, nos ayudamos, queremos saber lo que sucede en el mundo entero, gozamos con los que gozan y sufrimos con el dolor de tantos hermanos nuestros. Por esto nos interesa el Sínodo, porque somos familia.
Hace poco en Filadelfia, el Papa Francisco dijo: "Pero lo más lindo que hizo Dios –dice la Biblia– fue la familia. Creó al hombre y a la mujer; y les entregó todo; les entregó el mundo: «Crezcan, multiplíquense, cultiven la tierra, háganla producir, háganla crecer». Todo el amor que hizo en esa Creación maravillosa se lo entregó a una familia.(...) Todo el amor que Dios tiene en sí, toda la belleza que Dios tiene en sí, toda la verdad que Dios tiene en sí, la entrega a la familia."
El amor, ahí está la base de nuestra felicidad, en amar y en amar mucho. Primero a Dios, nuestro Padre, después a la Iglesia, nuestra Madre, y con la Virgen a cada persona que tenemos cerca y también a nosotros mismos.
La belleza, la vemos a diario en la naturaleza, en un amanecer teñido de rojo o en la puesta del sol, en los pájaros, las flores, en todo lo que nos rodea. La belleza que Dios nos ha dado a cada uno, hay que cuidarla y conservarla.
La verdad, "la verdad os hará libres”, leemos en el Evangelio de san Juan. ¿Y quién no quiere ser libre?
Demos gracias a Dios por tantos beneficios como nos da, y recemos por el Sínodo, como nos pide el Papa Francisco.
Por ser hijos de Dios, todos formamos en la Iglesia una gran familia, nos ayudamos, queremos saber lo que sucede en el mundo entero, gozamos con los que gozan y sufrimos con el dolor de tantos hermanos nuestros. Por esto nos interesa el Sínodo, porque somos familia.
Hace poco en Filadelfia, el Papa Francisco dijo: "Pero lo más lindo que hizo Dios –dice la Biblia– fue la familia. Creó al hombre y a la mujer; y les entregó todo; les entregó el mundo: «Crezcan, multiplíquense, cultiven la tierra, háganla producir, háganla crecer». Todo el amor que hizo en esa Creación maravillosa se lo entregó a una familia.(...) Todo el amor que Dios tiene en sí, toda la belleza que Dios tiene en sí, toda la verdad que Dios tiene en sí, la entrega a la familia."
El amor, ahí está la base de nuestra felicidad, en amar y en amar mucho. Primero a Dios, nuestro Padre, después a la Iglesia, nuestra Madre, y con la Virgen a cada persona que tenemos cerca y también a nosotros mismos.
La belleza, la vemos a diario en la naturaleza, en un amanecer teñido de rojo o en la puesta del sol, en los pájaros, las flores, en todo lo que nos rodea. La belleza que Dios nos ha dado a cada uno, hay que cuidarla y conservarla.
La verdad, "la verdad os hará libres”, leemos en el Evangelio de san Juan. ¿Y quién no quiere ser libre?
Demos gracias a Dios por tantos beneficios como nos da, y recemos por el Sínodo, como nos pide el Papa Francisco.
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