SALUD Y BIOÉTICA

EL TRISTE FINAL DE ALFIE EVANS
por Sonia  A. Muñoz F. MD

Alfie Evans, es el bebe británico de 23 meses, con una enfermedad neurodegenerativa rara e irreversible que lo sumió en un estado semivegetativo y cuya historia estremeció los medios en estas últimas semanas.
El caso del niño fue el centro de una batalla legal entre los padres y el estado. Admitido en el Hospital Alder Hey en diciembre de 2016, mantenido con vida por medio de ventilación artificial, que le fue retirada el 23 de abril y aún así el niño continuó viviendo hasta el 28 de abril.
Los padres deseaban continuar el tratamiento contra la opinión de los médicos, e interpusieron varios recursos legales que les fueron negados por las Cortes británicas quienes pensaban al igual que los galenos, que el niño ya debía llegar a su final.
“En Reino Unido los derechos del niño están protegidos por el Estado, no por sus padres; así que el Estado es el que decide quién va a seguir viviendo, de acuerdo con sus recursos limitados”.

¡Esto es lo que sucede cuando perdemos de vista la dignidad de los seres humanos y con criterios utilitaristas, designamos que, quien nos cuesta más debe morir, y quien nos cuesta menos y será más productivo puede seguir viviendo!
Lo triste es que vamos conaturalizando a la sociedad con estas historias y nuestros jóvenes piensan mayoritariamente que la eutanasia es un acto compasivo, para no prolongar el sufrimiento innecesario. Hablan de que no vale vivir sin calidad de vida y la pregunta “¿Qué es calidad de vida?”, tiene su respuesta en el ambiente de huida del dolor a toda costa, de cansancio para no cuidar un enfermo, de falsa piedad por quien sufre en forma crónica, o de inutilidad si alguien es diferente a nosotros o pierde alguna de sus facultades.

La tarea de hoy es reeducar a la sociedad, enseñar a nuestros hijos a que aprendan a sufrir y a frustrarse como parte de la vida ordinaria, a que vuelvan a visitar a sus mayores, a que no desprecien la vida y que no trivialicen la dignidad del ser humano.
La vida es digna de ser vivida desde su inicio en la concepción, hasta la muerte natural del ser humano. 
¡Luchemos en pro de la vida!

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